Los habituales detractores de colosales personalidades como la de Ferrante Kramer - más inclinados a verter juicios sobre el prójimo alentados por una malsana envidia que por cumplir con el deber ciudadano de investigar e informar objetivamente al pueblo – insisten en sostener que la fotografía que ilustra esta entrada es “falsa”.
Este grupo de difamadores, alineados en una ideología “individualista y materialista” contraria a la corriente filosófica integradora “Soy para ti, y por ti”, iniciada en casi un centenar de países a partir de la publicación de “La Biblia peruana”, obra cumbre de DFK, alimentan la “falsedad ideológica” de la imagen en sus “ ... incongruencias notorias entre fechas y personajes y en omisiones varias injustificables”.
El autor de la misma, cuyo nombre no se ha revelado por razones de seguridad, afirma que fue tomada durante el cumpleaños 54 de Demian, en 1987, cuyo festejo se llevó a cabo en pelotero cercano a Flores (Buenos Aires, Argentina), ubicado sobre la calle Donato Álvarez al 200.
Las presuntas incongruencias en la reproducción “... no existen”, al decir de su autor. “Lo que pasa es que confunden a muchos de sus personajes”, reitera. “... Todos estamos de acuerdo que Arnaldo, Donald, Olmedo, Brando, el muñeco de la Guerra de las galaxias y el turco sorete estaban vivos a esa fecha, no?”, y prosigue: “... quedan en duda el propio Ferrante, Ringo y Ghandi.. Ok?".
Y explica que “... Ferrante está vivo, te lo puedo garantizar, lo toqué y besé... ya se sabrá la verdad a través de la Fundación cuando sea el momento; Ghandi no es el que mataron en la India, sino su hijo, Ravi, igualito al viejo, muy gamba en todo; y lo de Ringo, me consta, es un muñeco que Ferrante se armó con estopa, trapos y plastilina, que gustaba de llevar en ocasiones especiales.... fijate si no la buzarda que no es la de él... Ah, y me olvidaba, la máscara fue hecha por el propio Narciso Ibáñez Menta”, agrega entusiasmado diciendo que “es perfecta”.
Sin embargo los detractores de siempre dicen no referirse a las personas que secundan a DFK, sino a la ausencia de cualquier tipo de alcohol sobre la mesa, “ ... una prueba contundente” que hasta sus más fervorosos defensores no saben como refutar.