29 febrero, 2008

El hombre de la Atlántida 2 - Parte 3

La casa del viejo Vincennau estaba cerca. Durante la caminata, Natalio y Demian recordaron aquella aventura vivida por ambos tres décadas atrás, aunque el peruano poco recordaba los detalles… Posiblemente aturdido a causa de la ingesta de sal, los efectos del sol y los golpes sufridos, durante aquella trágica semana en la que flotó sobre las aguas del Atlántico, hasta que encalló en San Clemente.

Natalio le hablaba de lo famoso que había sido por aquellos días y del nombre con el que lo había bautizado el pueblo: “El hombre de la Atlántida”
“Ah!!... Y no sabés la de cargadas que me tuve que aguantar por eso del boca a boca que te hice!”, dijo recordando aspectos de esa jornada…

Pero salvo el “boca a boca” que lo tenía inquieto, el peruano parecía no recordar nada. Cada nombre, cada situación o anécdota, le pasaban de costado, produciendo en él una sensación de extravío, de “no saber dónde estaba parado”, nada diferente, por cierto, a lo que le había ocurrido durante toda la vida.

Ya estaba como medio arrepentido de haber aceptado el convite del viejo, cuando la sorpresiva presencia de un apolíneo joven, que se encontraba parado a la entrada de un modesto chalet hacia el que ambos se encaminaban, llamó poderosamente la atención del peruano. Creyó vivir un “dejavú”…

Natalio detuvo su marcha frente al muchacho y exclamó... “Hombre de la Atlán…. Digo, Demian… Te presento a mi hijo Braulio”.

El peruano se quedó mudo e inmóvil por unos segundos. Luego hizo un suspiro, y extendió su mano mirándolo fijamente a los ojos. El apretón fue largo e impetuoso. Ambos parecían no querer soltarse… De vuelta, esos fantasmas del pasado del peruano parecían querer regresar, pero esta vez en la piel del hijo del viejo posadero.

Fue una onomatopeya forzada de Natalio -quien vio lo que sucedía entre el peruano y su hijo-, la que puso un paño frío al asunto: “Ejem!!... Bueno, bueno…. Qué les parece si vamos a comer algo?”, preguntó, a lo que Demian levantó la mano y dijo: “Presente!”… Si algo podía superar el pánico en Ferrante, eso era la comida.

La mesa era modesta, escasa, pero Demian se las arregló para que tanto Natalio como su hijo casi no probaran bocado.
El peruano devoraba en vez de comer, engulléndose hasta las migas que caían al piso y disputaba con el can de la casa… Así, en una especie de soliloquio gastronómico grotesco, Demian balbuceó una primera pregunta, entretanto volvía a su boca algún bolo que se le escapaba entre palabra y palabra….“Es igualito a vos…Berp!!.... de joven…. Gurp!... Natalio”.

Vincennau padre respondió con un seco “Sí, igualito”, sin sacarle la mirada a Demian que devoraba todo como una plaga.

Finalizada la cena, y todos con hambre menos Demian, llegó la hora de ir a dormir… El peruano, impostando una falsa deferencia después de lo acontecido durante la comida, dijo: “Yo me tiro en cualquier lado, no se hagan problema por mí”, indicando con su mano el piso.

- “No, Demian…. Tengo un colchón nuevo para vos, siquiera está estrenado… Te podés tirar ahí”, se adelantó a contestar el viejo Vincennau, mientras su musculoso hijo se acercaba con un Piero flamante, al que todavía no le habían sacado la funda plástica.

- “Listo el pollo!”, bramó Demian, y se arrojó sobre la mullida colchoneta, provocando la hilaridad de Braulio, a quien el peruano parecía simpatizarle…

A quien no le gustaba nada el asunto entre los dos era a Natalio, quien fastidiado le ordenó a su hijo que se fuera a la cama, y que dejara dormir a Demian que “… Debe estar sumamente cansado”, dijo.

El peruano se dejó llevar por el sueño. Ya se le había pasado un poco aquello del “boca a boca” de Natalio, cuando le salvó la vida.

Lo último en qué pensó Demian antes de dormirse fue en el parecido entre Braulio y Natalio cuando joven, 30 años antes… “Lindo pibe”, pensó, y cayó rendido…

Continuará…

26 febrero, 2008

El Hombre de la Atlántida 2 - Parte 2

Si bien aquel viejo lobo de mar no era mismo de antaño, su presencia igualmente seguía conmoviendo al peruano. Aquel “boca a boca” que creía enterrado en el pasado, afloraba con inusitado brío y creaba confusión en Demian... La página de Natalio Vincennau -también conocido como “sopapa” en San Clemente- aún olía a tinta fresca 30 años después... Parecía estar reclamándole a Ferrante una nueva lectura.

El Peruano Dorado se negaba a aceptarlo, pero su reencuentro con Vincennau lo estaba afectado negativamente. Un montón de sensaciones que creía olvidadas y que pertenecían a sus épocas de descontrol, lujuria y desenfreno, comenzaron a invadirlo nuevamente… ¿Qué le estaba ocurriendo?... ¿Nuevamente la ambigüedad lo tomaba por asalto?.... ¿Cómo podía ser que ese fantasma lo persiguiera después de tantos años?...

Demian intentaba minimizar el hecho pensando “Vamos, ya somos hombres grandes!”, pero de golpe se daba cuenta que no podía contra el instinto que lo llevaba nuevamente rumbo a lo desconocido… Como en ese preciso instante, cuando cayó en la cuenta que desde hacía largos 10 minutos mantenía las manos de Natalio entre las suyas, en una apretón de bienvenida interminable…

- “Pucha, Vincennau!”, exclamó, mientras lo soltaba despaciosamente, para no llamar la atención… “… Lo que es la emoción del encuentro, no?”, agregó, para disimular. Pero por más que hacía, Demian sentía que la situación lo sobrepasaba, y que se encontraba indefenso.

Natalio, baqueano de la naturaleza humana, percibió que Ferrante se encontraba incómodo, aunque no sabía el motivo. Se le notaba en la mirada, los gestos, la turbación… Y lo ayudó rompiendo el silencio…

- “Hombre de la Atlánt...”, dijo, corrigiéndose de inmediato...

- “Cuál es tu nombre, nunca te lo pregunté?..”

- “Ah!!... Demian.... Demian Ferrante Kramer”, respondió sonriendo nerviosamente. Y mientras pronunciaba su nombre, el peruano veía cómo su mano intentaba alcanzar a la del viejo tuyutense; no tenía control sobre ella, se movía como respondiendo a un mandato… Por suerte, se percató a tiempo y se abstuvo... “Pero, qué te está pasando peruano atorrante, que no te podés controlar!”, se dijo para sí, e intentando recomponer el diálogo, repitió:

- “Demian, sí, creo que aquella vez nadie me llamó por mi nombre”…

- “Estás parando por acá, Demian?”, interrogó Vincennau, sin saber que el peruano estaba en la lona; a duras penas había conseguido un trabajo como vendedor de helados, pero el día anterior le habían robado el carrito...

- “Sí, por acá nomás, pero se me acabó la estadía en el penthouse”, presumió, “... Por lo que tengo que regresar al San Diego... No hay lugar por ninguna parte, esto es un hormiguero!”, agregó para rematar la situación y no pasar por un muerto de hambre...

Sin embargo, la vieja y raída malla de lycra amarilla que llevaba puesta, la misma que portaba 30 años atrás, no pasaba inadvertida ni para un ciego... El aspecto de Demian no se condecía con el de un potentado. Además… ¿San Clemente del Tuyú viviendo en el country más caro del GBA?... Vincennau no se tragó el sapo, y vaya uno a saber si por piedad o curiosidad, invitó al Peruano Dorado a su casa...

- “Venite, dale!... Vivo con mi hijo... Braulio, un pibe macanudo... Está en la edad del pavo, viste?... Vos me entendés…”, se despachó buscando la complicidad del peruano...

Demian asintió con una sonrisa, pero no sabía de qué le estaba hablando el viejo Natalio.... Solo se preguntó para sí “... ¿Cuántos años vivirá un pavo?”, al tiempo que recordaba haber escuchado de adolescente una frase similar de boca de su padre, Doroteo, quien la repetía siempre que veía a alguien medio estúpido: “Dejalo, está en la edad de Demian!”...

Continuará...


23 febrero, 2008

El Hombre de la Atlántida 2 - Parte 1

Habían pasado más de 30 años desde ese día, era verdad...

Frente al mar, solo, y mirando las olas ir y venir, el Peruano Dorado intentaba recordar detalles de la odisea vivida aquel verano de 1975, cuando estuvo a punto de perder la vida (1).

Allí, en el mismo sitio donde se encontraba ahora... En San Clemente del Tuyú.

Parecido a su Tumbes natal, aunque más mugriento y desolado, en el balneario bonaerense todo estaba igual. Ningún avance, apenas unas casas más; siempre los mismos veraneantes gasoleros, los “grasas”, como los suele llamar la gente. Nada había cambiado; incluso él se mostraba inmutable, como si el tiempo no hubiera pasado por sobre su humanidad. Tan solo unos kilos de más, pero elegante y enigmático como en aquel lejano entonces.

Tan abstraído estaba Demian escudriñando en su pasado, que no se percató de la presencia de aquel anciano que giraba en derredor suyo, observándolo de pies a cabeza.

Lo miraba extrañado, como si intentara dilucidar dónde lo habría visto antes, o simplemente fuera un viejo trolo dispuesto a pedirle favores sexuales, vaya uno a saber!... La incógnita quedó revelada en pocos segundos, cuando el veterano hurón abrió la boca...

- “A usted yo lo conozco!”, profirió de modo determinado, con la audacia de quien sabe que su afirmación no es vana...

Demian, ni se inmutó. Siquiera percibió su presencia, menos su voz.

- “Sí, lo conozco ... Usted es... Santa María Madre de Dios!”, exclamó el viejo, como si hubiera visto al mismísimo demonio.

Quizás haya sido la invocación a la virgen, lo cierto es que el peruano recién se percató de la presencia de Natalio Vincennau cuando oyó su imploración.

- “Decía, noble anciano?”, devolvió Demian...

- “Vos sos El hombre de la Atlántida, no??... No te acordás de mí?.... Yo fui el pescador que te rescató de entre los plásticos empetrolados donde habías quedado atrapado, te acordás?..

El Peruano Dorado no dejaba de mirarlo con extrañeza, como si se encontrara en estado de shock....

- “El que te trajo a la rastra hasta la costa aquella tarde, ahora te acordás?", reiteró, reforzando el argumento anterior, al ver la cara de nabo de Ferrante... Sin embargo, el peruano, como si nada...

- “El que te hizo respiración BOCA A BOCA!... ¿Cómo pudiste haberme olvidado?”, agregó desilusionado...

Pero si nada había funcionado para activar la castigada memoria de Ferrante, lo del “boca a boca” sí fue un golpe directo a la mandíbula… “Ahora recuerdo”, murmuró, observando con mayor atención al anciano. Efectivamente, el rostro ajado y reseco de Vincennau, era el mismo que había visto tres décadas atrás, aunque mucho más juvenil.

Como en flashback, pasaron dentro de la cabeza del Atila peruano cientos de imágenes de aquella tarde. Y se recordó inmóvil y semi ahogado, a merced de esa enorme bocota con gusto a pescado podrido que intentaba rescatarlo de la muerte.

El peruano aún recordaba con cierta vergüenza aquel incidente… No había sido fácil superarlo, al menos eso era lo que creía…

(1). Una lástima que sobreviviera.

Continuará...





ULTIMO MOMENTO!!!



Palomas nos regaló un premio más. No podemos creer que hayamos llegado tan arriba en el mundo del espectáculo. Gran parte de este éxito universal se lo debemos a Claudia Isabel, que nos promovió como nadie; a Georgie (gaucho porteño, seguidor fiel), a Parafraseando (irónica y desafiante), a Elipse, a Leo, a Itocuaz (capo de la literatura cósmica), a Esmoris Lara (denunciante innato, y colaborador desde exteriores), a Maraia, y a tantos otros que se dieron alguna que otra vuelta por nuestro Blog.



En la antesala de los premios Oscar, nos sentimos invadidos por una gran emoción.

Gracias PALOMAS, y gracias a todos, aunque muchos no estén mencionados...


PATRICIO - ALEXb - DFK

20 febrero, 2008

¿Demian en "Lost"?

Lamentamos tener que modificar nuestro programa de publicación de historias en el blog, pero nos vemos obligados a compartir con todos ustedes una noticia que verdaderamente nos estremeció, por la importancia y trascendencia que tiene en la historia del Peruano Dorado.

No quisimos subirnos a trenes que conducen a éxitos efímeros. No quisimos utilizar el éxito de una serie televisiva para potenciar a Demian, pero tuvimos que rendirnos frente a las evidencias. Hace un tiempo que comenzamos a recibir una gran cantidad de rumores, preguntas y respuestas que hacían referencia a la supuesta participación de Demian Ferrante Kramer en algunos capítulos de la famosísima serie televisiva Lost.

Si bien es cierto que hasta acá no habíamos prestado atención a este tema porque nos parecía originado por mentes verdaderamente desequilibradas, no nos quedo otra que hacerlo a partir de ahora.

Dilbert Kooney, presidente de la Fundación Demian Ferrante Kramer de Denver (EEUU), si bien al principio no podía creer lo que veían sus ojos, no hizo otra cosa que mandarnos las fotos que ilustran esta entrada para que compartiéramos con él su asombro.

Al recibirlas, y luego de volver en si, intentamos comunicarnos con Bad Robot la productora propiedad de J.J. Abrams, responsable además de Lost, de series televisivas como Alias, Six Degrees , What About Brian o películas como Joy Ride o Cloverfield.

Creer o reventar, pudimos dar directamente con Micky Loudmann, asistente creativo de J. J Abrams, quien si bien no nos confirmó el tema con certeza, si nos dio a entender que en el cast original de la serie había un integrante peruano, al parecer de extracción artística, con pequeños papeles en el cine de Hollywood, que fue sugerido personalmente por Abrams.

Si bien participó de las primeras tomas del piloto y fue protagonista de algunas sesiones de prensa de la serie, al parecer, la ABC, emisora dueña de los derechos televisivos, vetó su participación aduciendo que no era necesario que en el elenco hubiese dos latinos, optando por mantener en la tira a Jorge García, en el papel de Hugo.

Más allá de esto, nos queda la sensación de que Demian una vez más llegó a la antesala del éxito, que en su caso no es más ni menos que otra “nueva salita para fracasados”, para que mentirnos.

También nos generó una gran inquietud un comentario que nos hizo Micky Loudmann en relación al futuro de la serie: "Abrams no se bancó que le saquen al peruano así de una...", nos dijo. "Estén atentos, porque en la historia, va a haber una serie de referencias -especialmente incluidas en el guión por la productora- en relación a Kate y a Sawyer, en donde, tal vez, los seguidores de Demian van a poder identificarse..."
La conversación no pudo continuar porque quien estaba de este lado de la línea se desmayó de la emoción.
Las fotos son esclarecedoras. Aquellos que amamos al Peruano Dorado, tenemos a partir de ahora, otro motivo para seguir Lost.


IMPORTANTE!!!

Gracias a EL ECO COSMICO (ItoCuaz) por el hermoso premio concedido. Lucimos orgullosos la insignia.

Patricio/ AlexB

18 febrero, 2008

Patricio Jara Valdez, la amenaza trasandina - Última Parte

Walter llegó a su casa descompuesto. El episodio con Jara Valdez lo había devastado. Se metió en la cama con la idea de dormir dos meses como para olvidar lo vivido esa tarde.

A la mañana siguiente cuando llegó a la fundación, vio una cola como de doscientas personas que llegaba casi hasta la avenida Mitre. Al entrar, le sorprendió encontrar a todos los integrantes del consejo directivo con un grado de excitación no habitual: Rino Sabattella, Saverio Penetieso, Sandro Dobetti, Daniel Losasso y José Madia -su tripulación en ese entonces- iban y venían a un ritmo desenfrenado.

- “¿Qué es todo este quilombo?”, preguntó Walter, con una mezcla de ingenuidad e intriga.

- "Los CD’s Walter, el chileno mando los CD’s, en todas las radios están diciendo que hoy empieza la venta y que el único lugar en el cual se pueden conseguir es acá…Y la gente afuera esta esperando para comprarlos. Es un éxito, por fin una buena Walter!!!", dijo José Madia, con una euforia inusual. Por algún motivo que no pudo determinar en ese momento, dentro suyo Walter sentía algo que le impedía compartir la alegría de Madia.

A eso de las 11, ya estaba todo armado. Los CD’s se vendían a $ 25. Había 25.000. O sea que si se vendían todos, tendrían un ingreso que estaría por encima de los U$S 208.000. Una cifra que nunca en la historia había entrado en la cabeza de ninguno de los integrantes de la fundación.

Walter seguía sintiendo algo extraño en su interior. Seguía sin poder determinar si Patricio Jara Valdez era un hombre extremadamente bueno o extremadamente vengativo.

A primera hora de la tarde, seguía habiendo más de doscientas personas en la cola. Ya se habían acumulado en la cuadra vendedores de bebidas gaseosas, sándwiches y café y al parecer, el ritmo sostenido se mantendría bastante tiempo. Walter estaba sentado en su escritorio de la presidencia con la puerta cerrada, meditando mientras escuchaba el bullicio de la gente en la calle. De repente escuchó gritos. No tuvo una buena corazonada. Al instante, su puerta se abrió violentamente…Rino Sabatella entró con los ojos desorbitados.

- “Walter!!…”, dijo temblando. Liberatti al instante supo que se avecinaban problemas. “¿Sí?”, dijo inocentemente… “Hay un señor de Sony Music que te busca con un escribano. ¿Lo hago pasar?”

Ese maldito sexto sentido que Walter había desarrollado con el correr de los años que le indicaba cuando se avecinaban problemas, generó en ese instante un piquete en su cerebro. Liberatti estaba blanco.

- “Buenas tardes señor”, ingresó un desconocido de traje gris y corbata al tono. “¿Walter Liberatti?”… “Sí”, dijo Walter con pánico…. “Soy Ricardo Carmona Torres, Gerente de asuntos legales de Sony Music Internacional. Me acompaña el escribano Marcos Nacach… Quería confirmar algo: ¿Usted está comercializando un CD denominado "Que la fuerza te acompañe", con fonogramas interpretados por artistas de nuestra compañía?”...

- “Bueno, eh….creo que sí, pero….”… Walter no pudo continuar. El escribano Nacach se le fue encima… ¿Podría facilitarme la copia de los contratos firmados entre la Fundación Ferrante Kramer y Sony Internacional en donde se ceden los derechos correspondientes?...

- “¿Contratos?... Ehhh…”. Walter seguía dudando y enterrándose a la vez. “Solo tengo esto”, dijo, haciendo referencia a la copia que le había firmado a Jara Valdez en el Hilton la tarde anterior. El escribano lo leyó detenidamente. Hubo treinta segundos de silencio y luego se apartó y dijo algo al oído de Carmona Torres.
Ambos se acercaron y se dirigieron a Liberatti con altruismo... "Aquí dice que usted es el único responsable por la comercialización de estos CD’s, deslindando toda participación a terceros. O sea que si no tiene una autorización de Sony para utilizar a sus artistas, usted esta comercializando un CD pirata.”.. “Le sugiero…”, dijo Nacach con tono paternalista, “… Que se busque al mejor abogado que pueda encontrar”.

Y diciendo eso, ambos sujetos se retiraron.

Walter comenzó a tener espasmos duodenales de los nervios. Llamó al Hotel Milton. Cuando pidió hablar con Jara Valdez la respuesta lo paralizó: "No tenemos a nadie registrado con ese nombre."… “¿Cómo no? Yo estuve anoche con el, en el tercer piso, ¿Se habrá ido esta mañana?”... “No señor, no hubo nadie registrado con ese nombre en el último mes”, le respondieron del otro lado...

Llamó a la remisería, pidió al chofer del VW Polo rojo, necesitaba hacer catarsis… Si era necesario, volvería personalmente al hotel e increparía a la joven que lo atendió, al cocinero de la confitería… Tenía que probarse a si mismo que no se estaba volviendo loco.

La respuesta de Gladis, la operadora telefónica de la remisería lo descolocó: "Perdón don Walter, pero no tenemos ningún Polo rojo trabajando en la agencia…."

Walter se dio cuenta que estaba perdiendo la razón. Sintió nauseas, y un mareo enorme, le pareció trastabillar. Se contuvo en el escritorio. En ese instante la puerta de su oficina volvió a abrirse: tres policías entraron al cuarto detrás de Rino Sabatella. Fue mucho para él. Se desplomó al instante.
Cuando volvió en sí, estaba en una celda de la división sexta de la Policía Federal. Pudo ver los barrotes, y del otro lado, su hija Isabel, y Daniel Losasso, ambos con lágrimas en los ojos. Daniel le dijo apesadumbrado: “Walter, estos tipos te van a hacer un juicio por piratería, nos dijeron que estás hasta las manos. Todos nosotros estamos implicados como cómplices… ¿Qué hiciste, Walter?... Tiraste una vida a la mierda por estos CD’s del orto?”.
Y diciendo esto, tomo a Isabel sospechosamente de la cintura y se retiraron.

Liberatti quedó solo. Por su cabeza pasaron un millón de imágenes: la tarde que entró por primera vez a la sede de la fundación buscando la pelota de su sobrino, varios proyectos desquiciados en los que lo habían insertado relacionados con el peruano, las pocas veces que había interactuado personalmente con Demian, los desplantes que por él había padecido en los últimos cuarenta años, la cara de Jara Valdez sonriendo socarronamente, ... esa manito de Losasso en la cintura de su hija… “Se la estará pistoleando este viejo sorete a la nena?”. Se largó a llorar, se lo estaban culeando por todos lados…

Un guardia lo sacó violentamente de su miseria

- “Jefe” -le dijo- … “… No llore, no todo es tan malo... Mire, le mandaron esto!”. Walter tomó un paquete envuelto en una bolsa de Coto. Lo sacó extrañado… Cuando lo tuvo en sus manos se quedó absorto: era una caja de alfajores Plasomar. Y en su interior, una nota que lo petrificó: “Walter, no vayas a creer que soy un tipo vengativo. Saludos PJV.”

Liberatti estuvo quince días alojado en esa dependencia policial. El juicio se realizó diez días después. Fue condenado a 8 años de prisión por piratería discográfica. Por su edad avanzada, el juez aceptó el arresto domiciliario por lo cual Walter cumple su condena en la casa de su hija Isabel, sobre la calle Chile, en Villa Martelli.

Aquellos que lo visitan dicen que llora mucho y esta preparando sus memorias. Si bien no podemos confirmarlo, se dice que aún desde su situación, controla los destinos de la fundación. También se habla en sus círculos íntimos que su detención provocó primero un vacío en el seno de la fundación, pero luego, una renovación de integrantes… Que se autodenominan "Sangre nueva". Entre ellos, se destaca Marcos Rilo Guevara, un joven de origen chileno con mucho empuje y gran predisposición. Las malas lenguas dicen que es oriundo de Valparaíso.
FIN (POR FIN!!!)

16 febrero, 2008

Patricio Jara Valdez, la amenaza trasandina - Penúltima Parte

En un sitio que contaba la historia del chileno, hacía mención a que en su infancia en Valparaíso, su abuela fabricaba artesanalmente unas galletas denominadas sopaipillas, conformadas por una masa delgada con agujeritos a base de harina, leche tibia, sal y zapallo cocido molido con su jugo, fritas en aceite hirviendo.

Anotó en su libretita la receta y volvió al encargado de la confitería, con cara de ser un chef especialista en cocina chilena.

- “Armame algunas de éstas. Vengo en un rato.”

La cara de asco del encargado al ver los ingredientes contrastaba con la cara de felicidad de Liberatti. Estaba sorprendido. Casi lo había logrado.

Al rato volvió y luego de dejarle unos pesos al encargado por el favor, tomo un plato con esa extraña comida chilena y se acerco al ascensor. El plato desprendía un olor a zapallo casi nauseabundo. Llegó al tercer piso, que parecía la Reserva Federal de los EEUU. Decenas de guardias con handies y lentes oscuros se paraban de a pares frente a cada puerta. Walter caminó como si se encontrara en el supermercado coto de Saavedra. Llegó a la que le parecía seria la suite principal y fue cruzado por uno de los patovicas trajeados. “…¿En que puedo ayudarlo?”, lo encaro con dureza, uno…”Dígale a Pato que le traje sopaipillas caseras…"

Incredulidad y desconfianza abordaron al grandulón que se dio vuelta sobre sus pasos sin dejar de clavar la mirada en el extraño anciano. Se comunicó por el handy y al instante recibió la aprobación: “Puerta 3… por el pasillo”... Walter, se retiró a punto de vomitar. El olor a zapallo frito lo estaba descomponiendo. Se abrió la puerta, una suite extremadamente lujosa. Dos personas le abrieron y lo cachearon de armas…Walter empezó a dudar si era correcto que siguiese adelante.

Se sentó en un sillón. Quedó solo unos instantes. Hasta que escuchó una voz finita que venía desde la sala contigua. "Walter…muy buena idea la de las sopaipillas…te felicito."

Jara Valdez en persona. Vestido con un traje Armani de alpaca negro y una camisa de algodón perfectamente planchada.

- “Veo que estabas desesperado por verme… para llegar a esto…", dijo, mientras se acercaba y tomaba el plato con asco y se lo pasaba casi sin mirar a uno de sus asistentes…"Sácame esta mierda de acá… Odio las sopaipillas. Me recuerda a la guacha de mi abuela".

- "Bueno…te escucho…¿Viniste a pedirme perdón por lo de la ruleta de juguete? Tarde pero seguro…O quieres sacar una tajada? Puedo darte un puesto de bibliotecario en la nueva Fundacion Ferrante Kramer Argentina, en agradecimiento a los buenos tiempos…"

- “Nada de eso, Patricio… Tengo poco tiempo porque mi chofer espera abajo...-dijo, elevando instantáneamente de categoría al chofer del Polo rojo- “… Y quería pedirte que por favor no te entrometas en nuestra labor. Sabes que la fundación acá es antigua y si llegamos a donde llegamos, fue con sacrificio.”

- “Jajajajajajajajja!!!!! Sonó la carcajada del chileno…"¿Llegamos a donde llegamos? Jajajajajaa!!!!! Al Hilton en un remis!!!!!!! Tenés los $ 65 pesos para pagar el viaje? El pibe abajo se esta empezando a impacientar. Jajajajajajajaajaj!”

Liberatti tronó en llanto. Con una mezcla de humillación, vergüenza y furia.

- “Patricio, perdoname. No tenemos otra cosa que la fundación y si vos te metes como dijiste que te meterías, nos haces mierda. Te pido misericordia.”

- “Misericordia??…” -dijo Jara Valdez con desgano- “… Hace 32 años yo te pedía lo mismo te acuerdas? "…. “Dame cabida Walter, te imploraba. Era un pedido para que me dieras mi espacio para poder sentirme útil. Nada más, y tu que hacías? Me mandabas a comprar yerba, que encima pagaba yo. Y ahora me vienes a pedir misericordia, sorete?"

- “Esa tarde que estabamos jugando a la ruleta, te esperábamos a tí, habíamos armado todo eso por tí y a tí no se te ocurrió otra idea que basurearme… Y ni atinaste a pedirme perdón… Y ahora me vienes a pedir misericordia…?”

Walter pensó que estaba todo dicho. El destino de la fundación y el de él mismo estaban echados a manos de Patricio Jara Valdez. Por un instante pensó en firmar ahí mismo la rendición, no podría hacer frente a este chileno codicioso.

Tomo su abrigo, y enfiló hacia la puerta.

- "Detente, Walter…No te vayas. No soy tan sorete como tú. Siéntate por favor".

Walter lo miró extrañado.

- "¿Viste que estamos sacando un disco homenaje a Demian con temas cantados por distintos artistas?"… “Sí", dijo Walter, mientras enjuagaba sus lágrimas.

- "Bueno. Para nosotros es solo un negocio residual. No nos genera grandes ganancias. Pero a lo mejor a ustedes esas migajas les sirven". El tono de voz de Jara sonó muy sarcástico y Liberatti se sintió humillado una vez más, pero era cierto que unos pocos pesos que entrasen gracias a ese extraño CD le vendrían muy bien a las arcas de la fundación.

- "Como muestra de mi buena voluntad"-dijo Jara grandilocuente- “… Y como tomo el que hayas venido hasta acá como una muestra de pedido de disculpas por el hecho que nos distanció hace tiempo, voy a ceder absolutamente los derechos y responsabilidades de la venta de ese CD así como también todas las ganancias que su venta generen a la Fundacion Ferrante Kramer que tu diriges”.

Walter se quedó mudo. No podía determinar si Jara Valdez era un hombre bueno o un hombre vengativo, pero de que servía saberlo ahora? Solo quería irse. Jara volvió al rato con unos papeles.

- “Acá está el contrato de cesión de derechos y obligaciones a tu nombre. Fírmalo y déjale una copia a mi secretaria antes de salir. Buenas tardes fue un gusto volver a verte. Y la próxima en vez de sopaipillas, tráete un helado de banana a la crema.”

Se dio media vuelta y sin mirar le dijo a Walter sonriendo: "Ah!!… Y cierra la puerta al salir". Mientras Jara se iba, sonó su celular. Atendió mientras abandonaba el cuarto.

- "Dionisio querido, cómo estás...?"

A Walter se le helo la sangre. Estaría hablando con Dionisio Ferrante Kramer, el endemoniado hermano de Demian? era imposible. ¿Cómo sería posible tal relación? Volvió en sí y leyó el contrato. Le pareció increíble. La Fundacion Ferrante Kramer iba a ser "dueña" de 25.000 CDS "Que la fuerza te acompañe. Tributo a Demian Ferrante Kramer".

Lo firmó. Se lo dejo a la secretaria y sin saludar, cerró la puerta y se fue. Ya en el remis, volviendo para Martelli se puso a pensar como había hecho Jara para descubrir la mentira del "chofer"…
Pero estaba bastante apesadumbrado para buscar respuestas. Había algo en su interior que le quitaba tranquilidad y no podía determinar qué era: "¿Los discos? … ¿Jara Valdez y su benevolencia repentina?... ¿El llamado de Dionisio?" ...

En fin, vaya a saber, pero que algo lo tenía mal, eso era seguro. Walter en ese momento no se imaginaba el terrible desenlace de su malestar, que ocurriría días después.

Continuará…

14 febrero, 2008

Patricio Jara Valdez, la amenaza trasandina - Parte 4

Los días pasaban y Walter sabía que el affaire Jara Valdez comenzaría a necesitar de su cuidado y ocupación. De a poco, los teléfonos de la fundación comenzaban a sonar todo el día, cientos de personas desconocidas se acercaban a la sede pidiendo entrevistas laborales, comerciales y hasta religiosas con el chileno. Liberatti comenzó a impacientarse.

Una mañana de abril, no pudo más. Harto de brindar mil y un explicaciones en relación a su falta de vinculo con Jara Valdez, decidió tomar la sartén por el mango. Pidió a Isabel, su hija mayor, que le planchara el saco y la camisa blanca. Se puso corbata y zapatos al tono y se vistió con el mismo atuendo que hace 49 años había usado para la ceremonia de su casamiento por civil. Si Esther, (su finada esposa) estuviese junto a él seguramente hubiese alabado el hecho de que el traje, aun casi cinco décadas después, le quedaba pintado como aquel día.

La jugada era arriesgada, pero valía la pena. Walter iba a encarar a Patricio. Intentando mostrarse fuerte. Como si la fundación que el presidía fuese una entidad con "resto" económico, cultural y político. "Miente, miente que algo queda…" era una de las frases preferidas de uno de los responsables de la propaganda nazi en la segunda guerra mundial. Si bien Walter no estaba alineado con esa doctrina, tenía que reconocer que algo de razón tenía.

Empilchado como para el cumpleaños de quince de su nieta, se acercó a la remisería de Venezuela esquina Mitre. Esperó, hasta encontrar un auto decente. Al cabo de un par de horas, apareció un Volkswagen Polo rojo. Bastante pasable, sostuvo. Cuando subió. Walter no emitió una palabra de más. Solo dijo: "Vamos al Hilton…en Puerto Madero".

El tiempo voló mientras Liberatti repasaba mentalmente su discurso y a la vez impostaba su figura para mostrarse fuerte. Tenía que funcionar. Si no lo hacía, su fundación iba a terminar socavada frente al ímpetu de este chileno arrogante.

Llegaron al hotel y Walter le dijo al chofer. “Espéreme acá. Media hora…no más”. En la recepción, siendo casi las cuatro en punto de la tarde, en el mostrador de informes pidió hablar con Patricio. Una joven hermosa pero insulsa como el telgopor le contestó:

- "El licenciado Jara Valdez no atiende al público…".

- "Dígale al Licenciado Jara Valdez, que en recepción lo espera el Licenciado Walter Amilcar Liberatti. Va a ver…". Con semejante muestra de poder, Walter estaba seguro que lo harían pasar. La joven no se inmutó y al parecer Jara Valdez tampoco, porque hasta las cinco y cuarto de la tarde no tuvo respuesta a su mensaje.

- "El licenciado Jara Valdez esta en una reunión, me dice su secretaria si desea dejarle algún recado o teléfono de contacto…"

Walter ardía de ira.

- “No. esta bien”, dijo…”…Espero…”. Repasó de una mirada el hall del hotel, y reparó en que el acceso a los ascensores estaba libre.

- “Mejor”, dijo Walter haciéndose el manager, “… Confírmeme el número de habitación de Jara Valdez, así le hago llegar el sobre con la propuesta directamente por un cadete de mi empresa…” (la mentira casi lo hacia llorar…). Rogó que la mentira tuviera sus frutos.

- “Bingo!!!!”, pensó cuando la joven sin mirarlo le contestó: “…Todo el tercer piso esta reservado por el señor Jara Valdez”.

Ya casi eran las seis de la tarde. Un destello de lucidez le mostró a Walter la manera de entrar al piso 3. Se acerco a la confitería del hotel y le dijo al encargado: “Vengo de parte del Lic. Jara Valdez… Tengo un encargue específico. ¿Tiene algo de comida chilena autóctona?”

Definitivamente Walter estaba al borde del desquicio. Estaba pidiendo a las seis de la tarde, en una confitería de un hotel de lujo en Buenos Aires, algo de comida chilena como quien pide una hamburguesa con papas fritas. Algo en su interior, le decía que estaba en lo cierto. Ese era el camino.

- “Nada maestro…”, le contestó el encargado,”… Pero si tiene alguna receta sencillita, y tiene un rato, se la preparamos”.

Walter pensó en un segundo y manteniendo su calma habitual, contestó.

- “Dale, dame cinco minutos que le consulto y te digo". Voló a los puestos de Internet que estaban del otro lado del salón. Ingreso en Google y tipeó "Biografía Jara Valdez". La pc escupió miles de sitios con la mención a Patricio. Eso, minimizó a Walter, quien por un instante pensó en hacer lo mismo con su nombre. El temor al fracaso de no encontrar resultados lo hizo volver en si, tenia que encontrar algo. Y lo hizo.

Continuará…

12 febrero, 2008

Increíble!!!... Premiaron al Peruano Dorado

Acabamos de recibir el Premio Arte y Pico por su Creatividad y Diseño, de nuestra amiga bloggera de "Mujeres de 40", quien nos honra y enorgullece con su elección.

Ahora nos toca a nosotros decidir, como lo establecen las reglas, a 5 Blogs que a nuestro entender sean merecedores de tal presea.

"And the winners are!":

"La perla de Janis", por su sensibilidad y originalidad creativa de su autora, Claudia Isabel. Poemas para todos los gustos y sentires. Visitarlo es un placer...

"Parafraseando mi alma", un sitio que combina humor y bizarría como a nosotros nos gusta... Nos hace reír mucho.

"Que no sea demasiado tarde"... Por esa pluma excelsa de Roberto Esmoris Lara, que te permite viajar en el tiempo... Te lo merecés!

"Cero Inercia", por lo variado e inteligente de sus contenidos. Felicitaciones, Elipse!

"Palomas de papel"... Un blog con temáticas tan diversas como interesantes, donde nunca faltan la ironía y el buen humor.

Las reglas:

1.- Una vez recibido, se deberán elegir cinco blgs que sean merecedores del premio por su creatividad, diseño, material interesante y aporte a la comunidad bloguera, sin importar su idioma.
2.- Cada premio otorgado debe tener el nombre de su autor/autora y el enlace de su blog para que todos lo visiten. 3.- Cada premiado, debe exhibir el premio y colocar el nombre y enlace al blog de la persona que lo ha premiado.
4.- Tanto el Premiado, como el otorgante, deberán exhibir el enlace de Arte y pico, para que todos sepan el origen de este premio.

¡Felicitaciones a todos!

10 febrero, 2008

Patricio Jara Valdez, la amenaza trasandina - Parte 3

Pasaron los años y Walter olvidó el episodio de Jara Valdez. Nunca más volvió a hablarse del chileno. Con la muerte de Camilo Campese -meses después de la salida de Patricio-, la mudanza de Leonidas Álvarez a vivir con sus hijos en Carapachay, y con el eterno silencio de Amilcar Rizzi, no hubo manera de revivir esa instancia triste en la vida de la Fundación.

Una mañana de septiembre, el teléfono sacudió la modorra matutina. "Fundacion Ferrante Kramer, buenos días...", contestó Walter, como si fuera una telemarketer adolescente.

- "Si, buenos días, estaba averiguando para comprar el cd...", dijo una voz andrógina del otro lado.

- "Qué cd?", preguntó Walter con incertidumbre y un hilo de temor...

- "El del tributo a Ferrante Kramer...".

El temor de Liberatti se exponenció, convirtiéndose en instantes en un terror sobredimensionado. Con los años había desarrollado un triste sexto sentido que lo hacía ver con anterioridad los problemas, los cuales se incrementaban notablemente cuando estaban relacionados con el peruano.

- "Creo que hay un error...", no llego a completar la frase…

- "¿Cómo un error, si lo dice Clarín?...Pelotudo", la voz del otro lado del teléfono cortó abruptamente. Liberatti se quedo con la boca abierta. Su corazón comenzó a latir mas fuerte. Pudo entrever que se avecinaban problemas.

Salio a la calle apurado, al quiosco de diarios de la calle mitre. Cuando llegó dijo jadeando:

- “Maximo, -dirigiéndose al diariero- … Por favor, dame Clarin!!!”. EL hombre lo miró extrañado.

- “Walter estas bien?”

- “Sí...Sí... Gracias”, dijo, tratándose de calmar para no llamar la atención.

Llegó a la sede de la Fundación y abrió el diario con temor. No encontró nada extraño hasta llegar la página 34:

“Corporación del entretenimiento trasandina desembarca en el país”, rezaba el titular

“DFK Records, subsidiaria de DFK Funny Entertainment Chile, desembarcó en el país para implementar una serie de proyectos relacionados con el tiempo libre y el entretenimiento. La empresa, de renombrada trayectoria en Chile, Paraguay y Perú ha desarrollado mas de un centenar de proyectos inmobiliarios, espectáculos y parques temáticos en la región y planea el inicio de sus actividades en Argentina con la llegada de su "buque insignia" el sello discografico DFK Records.

Patricio Jara Valdez, el CEO y Gerente General de la compañía, declaró su profundo apego a la Argentina y su decisión personal en la elección del primero de los lanzamientos del flamante sello discográfico:

“Argentina -declaró emocionado-, me acogió en un momento gris de mi vida. Tengo muchos amigos, principalmente Leonidas Alvarez, Amilcar Rizzi y a Camilo Campese , a quienes aprovecho la oportunidad para enviarles mi gratitud eterna, en mi época de juventud, me hicieron conocer la figura de uno de los mas espectaculares escritores de Latinoamérica. Demian Ferrante Kramer. Siguiendo su aura, es que hoy llegué donde llegué. Y me pareció que hacer un disco homenaje a este gran hombre de las letras era el tributo mas grande que yo podría hacerle. En el mismo participan los más importantes exponentes de la música mundial y se llama "Que la fuerza te acompañe".

No pudimos descubrir si el nombre tiene que ver con el fanatismo de Jara Valdez para con Star Wars o por cierta familiaridad con el masoquismo.

Jara Valdez, también habló sobre distintos planes de su compañía:

“Nuestra Fundación Ferrante Kramer con sede en Valparaíso que se encarga de aspectos sociales y comunales en vastos sitios de Latinoamérica, va a establecer una subsidiaria aquí en Argentina. Sabemos que hay algunos seguidores del Atila Peruano que hoy no tienen una agrupación que los aglutine. Hemos llegado para eso. En los próximos días, estableceremos la Fundación Ferrante Kramer Argentina, para poder atender todas las consultas del publico en relación al coloso de tumbes y fundamentalmente iniciar la comercialización de este CD homenaje hasta cerrar acuerdos comerciales con las mas importantes cadenas de supermercados y disquerías.
Estamos evaluando además, la implementación de un parque temático en honor de Ferrante en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires.

La conferencia de prensa se cerró con una frase de parte de Jara Valdez que arrancó aplausos entre todos los asistentes: "DFK llegó para quedarse!!!".

Walter terminó de leer la nota y se quedó petrificado. La amenaza trasandina que aunque latente había sido olvidada, volvía con mas furia de lo que jamás se hubiese imaginado. El reconocimiento explícito a Leonidas, Amilcar y a Camilo, con la omisión especifica a él mismo, y la idea ignorar fehacientemente la existencia de la Fundación DFK en Argentina, sumada a el resurgimiento de un parque temático -algo que tantos dolores de cabeza trajo a todos en el pasado- le daban la pauta de que la venganza de Patricio se había iniciado y sería desgarradora.

¿Podría Walter desde su humilde sillón en Villa Martelli, rodeado de una banda de borrachos, vagos y bohemios, hacerle frente al chileno?.

Continuará…


06 febrero, 2008

Patricio Jara Valdez, la amenaza trasandina - Parte 2

Walter tardó unos segundos en entrar en razón. Evidentemente tras su ausencia, este chileno ambicioso había manipulado al resto de los integrantes de la institución, engañándolos para que lo habilitaran a desarrollar un garito de juegos clandestinos.

Definitivamente habría un perjuicio económico ya que el monto de lo recaudado estaría fuera del control impositivo al que usualmente (y siempre con paupérrimos resultados) tenía que atenerse la Fundación.

Liberatti entró con furia descontrolada y a los gritos. "Chileno de mierda!!!! Armaste un cabarulo!!!!! Como pudiste hacerlo en mi ausencia engañando a to...." Cuando vio la situación, perdió el habla.

Jara Valdez, en una mesa, acompañado por Leónidas Alvarez (protesorero), Amilcar Rizzi (bufetero) y Camilo Campese (playero de la Esso de Mitre y el puente) jugando animadamente con una ruleta de juguete con un montoncito de porotos cada uno. Al lado de la mesa principal, una más pequeña en la que se encontraban un par de botellas de Amargo Serrano, una de Seven-up y una de agua mineral Villa del Sur.

- "¿Perdón?", dijo Jara Valdez, entre atónito y desbordado. "...Me has dicho chileno de mierda?... No entiendo el motivo… “, dijo con lágrimas en los ojos. Se paró violentamente, y agregó… "...Y en verdad, no me interesa escucharlo!".

Walter intentó balbucear una explicación para su equivocación: "...Me pareció que...", no pudo seguir. En ese instante hubiese querido que la muerte lo tomara del brazo. "… Dejá, Walter...No aclares que oscurece", sentenció con cara de fastidio Campese.

"Evidentemente..:”, dijo el chileno, “… Tú tienes algo en contra de mí. Y porque estábamos pasando un rato acá, porque tu hija nos aviso que vendrías, gastamos lo poco que teníamos acá, para comprar unas bebidas frescas y recibirte… Y matar el tiempo jugando con una ruleta que Leónidas había comprado a su nieto... Me parece que les debes a Leónidas, a Amilcar y a Camilo una disculpa...".

Y diciendo eso, juntó las fichas dentro de una caja. Walter intentó reivindicarse dirigiéndose a sus viejos conocidos. "Muchachos, les pido disculpas...yo....".

- "Yo....yo....yo...siempre YO, Walter, todo hay que hacerlo como decís, pensás y querés vos. Alguna vez tenés que entender que no todo es como vos lo ves. Esta vez, hermano te equivocaste...", durísimo le espetó Leónidas.

- "Esta situación supera mi buena voluntad y mis ganas”, dijo Jara Valdez. “…Si me disculpan, en este momento les pido como máximas autoridades de la Fundación que acepten mi dimisión a esta entidad, permitiéndome continuar mi camino. Me vuelvo a Chile. Tal vez ahí, donde mis coterráneos son menos desconfiados con el prójimo, yo pueda a mi manera, difundir un poco la obra de Demian".

- "Pato...", rogó Walter, intentando enmendar el que sin dudas sería el más grave error al frente de la Fundación..

- "Pato, las pelotas, señor Liberatti… Patricio!!. Patricio Jara Valdez".. El énfasis puesto por el chileno marcaba una ruptura irreparable.

- "Ok”, dijo Walter, poniéndose al mando de la situación. “… Como presidente de la Fundación Demian Ferrante Kramer acepto tu renuncia como miembro de esta asociación y te habilito para que vayas donde vayas difundas la obra del Peruano Dorado, contando siempre con nuestro aval, ayuda y reconocimiento".

Las palabras de Liberatti sonaron extremadamente formales. Las de Patricio no desentonaron.

- "Muchas Gracias". Acto seguido, se dirigió específicamente a Leónidas Álvarez, Amílcar Rizzi y a Camilo Campese con mucho respeto. "… Siempre habrá en Valparaíso y en mi corazón, un lugar para ustedes". Dicho esto, se dio media vuelta y se retiró.

En la sala corrió un aire frío. Los tres hombres se quedaron mirando a Liberatti con un dejo de fastidio.

- "Es una pena Walter, ni siquiera pudiste pedirle perdón; el pibe armó esto para recibirte a vos. Sos un sorete", dijo Camilo.

- "Cosas como estas son las que me hacen pensar si no tengo de dejar de venir y dedicarle este tiempo que paso acá al vivero del fondo de mi casa", soltó Amilcar, casi con pena.

Leónidas se había mantenido callado hasta ese momento. "… Walter, siempre creí que eras un buen tipo, pero de un tiempo a esta parte, y con cosas como éstas, empiezo a pensar que no es así...". Los tres casi a la vez, se dirigieron a la puerta.

“Desde que pusieron el bingo acá a la vuelta…” -dijo Camilo-, “… Esta zona se convirtió en un despelote, y hasta acá, ese desorden social no había entrado a nuestro ámbito. Pero con lo que paso hoy, evidentemente la Fundación se alineó con el resto del barrio. Martelli es un quilombo, esta Fundación también”.

Liberatti escuchó las palabras de Campese y entendió el motivo por el cual no había podido estacionar cerca de la Fundación y el porque de la parada de taxis sobre la calle de la sede. Lo que sí, se permitió disentir mentalmente con las ultimas palabras de Camilo. Esta Fundación siempre había sido un quilombo. No podía ser de otra forma, la vida del peruano era un verdadero quilombo.

Cuando se fueron, Walter miró la puerta, la ruleta y la mesa con las botellas. Tomo una de las Seven Up y se la llevo a la boca directamente. Pegó un sorbo largo e instantes después, mientras se sentaba en un sillón, dijo con sorna: "Váyanse a la puta que los parió!..."

Continuará…

02 febrero, 2008

Patricio Jara Valdez, la amenaza trasandina - Parte 1

"Dame cabida Walter... No te cortés".

El pedido era repetido y sistemático. Patricio Jara Valdez, "el chilote" como se lo conocía usualmente en la Fundación, reclamaba periódicamente un poco de espacio.

Patricio, era oriundo de Valparaíso, y había llegado una mañana preguntando por unos cursos de la Universidad Ferrante Kramer. Un poco por comodidad, y otro poco por no tener donde ir, pululaba a diario entrando y saliendo de la sede de la Fundación, como un artista secundario de reparto en la historia de los allegados al Peruano Dorado.
Sin tener claro el origen de la devoción al peruano por parte de este chileno, tenemos que decir que nunca se acomodó en el lugar que el mismo Liberatti le había dado. A tal punto que, como indicamos al principio de este relato, constantemente reclamaba más lugar, o sea un poco de poder.

Claro está que para Liberatti, Jara no existía. Ya había enfrentado a un sin fin de facinerosos y carroñeros que habían intentado -de una u otra manera- desplazarlo del poder para usar la imagen del Atila peruano en beneficio propio. Jara, al parecer, no representaba peligro alguno para cúpula de la Fundación.
Esa indiferencia de Walter hizo que Jara fuera tejiendo una telaraña de poder en las sombras que con el tiempo se volvió verdaderamente peligrosa.

La cosa es que en la primer semana del mes de diciembre de 1985, Walter se fue unos días a la casa que poseía en Las Toninas, localidad balnearia del Partido de la Costa en la provincia de Buenos Aires, con la idea de acondicionarla para el alquiler de la próxima temporada estival, y generar de esa forma, un ingreso para afrontar el año que se iniciaba.

Una vez alquilada la casa, Walter emprendió el regreso contento de disponer de unos pesos en el bolsillo. El regreso se produjo muy temprano en la mañana, por lo cual llego a Villa Martelli a primera hora de la tarde. Quiso, pasar por la Fundación y llevarle a alguno de sus compañeros de andanzas, unos alfajores Plasomar.
Dejo los bolsos en su casa, y casi sin apagar el motor de su Renault 12 break, marchó directo para la sede de la Fundación.
Le pareció raro ver toda la cuadra de la sede con autos estacionados de ambos lados. “Tal vez puede que sea porque hay mucha gente en el centro haciendo las compras de las fiestas” -pensó-, aunque ahí mismo aniquiló su pensamiento, al recordar que la sede de la Fundación estaba a más de 25 cuadras del centro comercial de Villa Martelli.

Con cierto fastidio, estacionó el auto a doscientos metros de la sede y marchó bajo el sol a entregar los alfajores. Su sorpresa aumentó cuando vio una parada de taxis a pocos metros de la sede de la Fundación, con más de doce automóviles en doble fila, esperando pasajeros.

Walter llegó a la puerta principal, y quedó petrificado. Iba a abrir la puerta con toda la furia que tenia acumulada, cuando sintió algo que lo dejó literalmente sin aliento: una voz finita con acento chileno que desde adentro gritaba: "...No va máaaaaassss!!!!!"

Continuará…