28 agosto, 2011

La Iglesia Ferrante Kramer – Parte 3/7

- “Ché, ruso, qué te pasa ahora?”, exclamó Liberatti. No había terminado de explicarles cómo era ese asunto de Demian y su pasado guerrero, cuando el trance se apoderó nuevamente de él…

- “Perdón, un detalle que olvidé….”, dijo el ruso de improviso… “… Como me dijeron que se llama Ferrante?... Al nombre completo, me refiero…”.agregó.

- “Demian Ferrante Kramer”, respondió Aguirre Caspa…

- “Muchachos!”, dijo Kellner, “… Me parece que estamos en presencia de algo grande, las casualidades se suman, y eso nos indica que estamos transitando el camino de la historia, la que se va a escribir dentro de unos años. Con la única diferencia que seremos los protagonistas, y no simples lectores…

Lo dicho por Demetrio causó estupor. Nadie se imaginaba protagonista de un hecho histórico… Sí, de una crónica policial, de un bochorno barrial, de una quiebra fraudulenta… pero jamás de estar incluido en un libro de Felipe Pigna…

- “Quizás pocos sepan cuál es mi nombre completo, me llamo DEMETRIO FABER KELLNER… No les dice nada…?”.

Liberatti fue el que dijo: “Uia!!... Tiene las iniciales DFK, igual que Demian!”

- “Así es, muy bien Walter!”, felicitó el ruso al ex presidente de la Fundación…”… Pero, lo que seguramente no conocen, es mi vinculación con la cultura incaica… me refiero a que yo soy descendiente directo de una familia peruana, los FABER KELLNER, que han tenido por costumbre o tradición, llamar a todos sus descendientes con nombre inicializados con las letras DFK…En mi familia, ninguno de mis parientes tiene nombre que no comiencen con la letra D”, dijo…

Demian, quien parecía no escuchar, dio pruebas de todo lo contrario…

- “Igual que en mi familia!... Todos nos llamamos Demian, Dionisio, Dante, Duillo, Doroteo, Daniel, Diego…”

No había concluido la nómina, cuando se escuchó un ruido. Era Kellner, había caído al piso, desmayado por segunda vez…

Continuará…