20 diciembre, 2009

Sebastián Delgado, el rimoso - Parte 1

Se apareció de repente en la Fundación, como salido de la nada…

Su presencia causó sorpresa, no obstante estar acostumbrados a la presencia de locos, pordioseros, delirantes con proyectos faraónicos o simplemente mangueros.

Pero lo que verdaderamente llamó la atención de los allí reunidos aquella tarde, fue la edad del convidado de piedra… No llegaba a los 40; los miembros de la entidad casi lo doblaban en años… ¿Qué hacía en aquel lugar un tipo tan joven?.

La respuesta llegó rápidamente…

- “Éste es un taller literario, o algo así, no?”, fue lo primero que dijo…

Liberatti, que se encontraba sentado en su escritorio con la mirada sobre unos papeles, levantó la vista….

- “Ejem… sí, algo parecido. Somos una Fundación creada para difundir la obra y trayectoria del más grande escritor latinoamericano de todos los tiempos, Demian Ferrante Kramer… Nada más ni nada menos que eso…”, sentenció, y se volvió hacia sus papeles, ignorándolo…

- “Ah, yo pensé que era un taller, donde por el pago de una cuota le enseñan a uno a pulir su escritura, estructurar las ideas, expresarse mejor….”, balbuceó decepcionado, acallando su voz en la medida que avanzaba en su alegato…

Sin embargo, algo de lo dicho por el muchacho impactó al viejo Walter… La palabra “cuota”. Cuota significaba dinero, y para las alicaídas arcas de la Fundación, hasta 5 pesos representaban una fortuna…

- “Eesteee, sí caballero…” -dijo Liberatti, veloz como una Pentium 4- “Como le estaba diciendo, somos una Fundación, pero muy abierta a las iniciativas artísticas de la comunidad!!. Creo que podríamos darle clases, y orientarlo un poco en el vasto campo de la literatura a través de la obra de Ferrante Kramer… Obviamente, pago de una módica cuota, mediante… “, agregó.

- “Y de cuánto se trataría esa cuota, se puede saber?”, inquirió con suma humildad…

Liberatti, hizo como que consultaba una carpeta que sacó de un cajón de su escritorio, y a viva voz preguntó a Losasso, uno de los 5 socios presentes en ese momento…

- “Decime, Losasso, la mensualidad sigue en 100 pesos?”… Losasso contestó con un tímido “Sí”, sin saber muy bien de qué le estaba hablando Walter….

- “Guauuu!”, exclamó el joven; todos se miraron… “…Trato hecho!... Pensé que se me iban a despachar con una cifra impagable!... Qué increíble, solamente 100 pesos, un regalo!... Estoy en la Fundación Ferrante Kramer, y voy a poder perfeccionarme... Estoy emocionado!”, no dejaba de repetir evidentemente exaltado por la admisión.

- “Bueno, bueno, joven!...Vayamos a los papeles, entonces!”, dijo en tono festivo Liberatti, intentando sacar provecho de ese aborto cuanto antes… “Apellido y Nombre?”, consultó, birome en mano…

- “Sebastián…. Sebastián Delgado”, contestó… “Ah!, y me saben decir EL RIMOSO, porque me la paso haciendo rimas con todo!... Becker es mi favorito!”, dijo, buscando en el grupo alguna mirada cómplice.

Sandro Dobetti, que parecía escuchar atentamente la conversación, interrumpió…

- “Ah!!...Becker??... También es mi ídolo, nene!... Pero ya no juega más, no?...¿Se retiró de los courts?...”

La ignorancia era tanta en aquel lugar, que nadie se percató de la gafe, con excepción de Delgado….

Continuará…

07 diciembre, 2009

La disputa - Última Parte

Los invitados a Xilingom, la empresa de Pinedo Díaz, no paraban de llegar… Una enorme fila de autos había invadido ambas manos de la calle; hasta un viejo vagabundo del lugar, aprovechó para hacerse el día con el clásico “Se lo cuido, maestro?”. Aquella noche era de grandes festejos.

Walter y Demian llegaron poco antes de la hora de inicio. Al ver la muchedumbre, los lujosos cero kilómetro estacionados, y gente tan bien vestida, sintió una mezcla de temor y vergüenza….

“Dios mío!! –pensó- … Espero que el peruano se la banque y no haga ningún desatre”. Y no era para menos, le sobraban experiencias en las que Demian había sido la nota de la noche, y no la nota bien temperada o afinada.

De pronto, Walter se dio cuenta que Ferrante se le había adelantado. Lo había perdido de vista. “La puta madre!”, refunfuñó, mientras intentaba encontrarlo con la mirada entre medio de la multitud.
- “Walter, querido!”, exclamó Pinedo Díaz de pronto, “Qué paso con Ferreyra, no pudo venir?”…

- “Quizás vega más tarde”, respondió Liberatti sin convicción; en verdad, sabía de propia boca de Ferreyra que jamás vendría; se había prometido a sí mismo no presenciar nunca más un papelón de Ferrante.

- “Venite, Walter, pasá, que Ferrante está tomando unas copitas en la parte de atrás, en la cocina…. Quería estar un poco entonado el hombre!!.... Además, se encontró con un viejo amigo, Pocho La Pantera, que es el número musical que contratamos”.

Walter sintió que le temblaban las piernas. “Está el Pocho!, balbuceó, “Qué bueno, no?”, dijo sollozando. “Perdón, pero yo me voy a sentar”, le espetó a Pinedo.

- “Qué te pasa, Walter, te sentís mal?”, exclamó preocupado el anfitrión…

- “No, todavía no…Me estoy preparando”, dijo, y se sonrió de manera compasiva; los que lo conocían, habrían asegurado que en realidad escondía unas tremendas ganas de llorar…

A partir de ese entonces, todo se tornó confuso para Walter. Previendo lo peor, prefirió quedarse donde estaba y no ver. Súbitamente, reconoció la voz de Pinedo Díaz, provenía del equipo de audio instalado en el salón.

Luego del interminable acople de rigor, Pinedo comenzó a hablar de quien sería el conductor de la ceremonia, “El gran maestro!... el escritor peruano Demian Ferrante Kramer!!. Un viejo conocido de Martelli, un hermano, un amigo de la casa, un representante de la cultura de nuestro querido pueblo de …..”

Así siguió unos segundos más hasta que escuchó la voz de Ferrante, “Hola, pibe!”, y ya no tuvo dudas de lo que vendría…

- “Dame el micrófono, Pinedo, dame el micrófono, turro!”… “Que mi plata no vale, qué te pasa!”… “Vení, Pochito, sumate que empieza la pachanga!”, fue lo último que se animó a escuchar Leberatti.

Así como estaba, casi al borde del infarto, decidió huir por donde cargan y descargan los camiones. En silencio. Solo. Para que nadie lo viera.

Sabía que en pocos minutos su vida no valdría nada…

FIN

29 noviembre, 2009

La disputa - Parte 4/5

El sábado llegó, finalmente. Era el día del evento de Xilingom, la empresa de Pinedo Díaz. Liberatti y los suyos estaban nerviosos, y no era para menos.

Desde aquel día en que se celebró el acuerdo, habían sucedido dos cosas importantes….

Una, el Peruano Dorado no se había presentado en la Fundación, ni había dado señal alguna de encontrarse entre los vivos. La segunda, “los vivos” -Walter, Vergatiesa, Dobetti y Losasso-, se habían patinado los 2500 pesos que el empresario les adelantara…. Estaban quebrados, como siempre.

- “Alguno llamó a la pensión de Don Horacio para ver si vive?”, preguntó Losasso, preocupado.

- “No, si estuvimos todo el tiempo de joda, negro!...O te olvidás que recién ayer dejamos el cabarulo!!... Estuvimos casi 48 horas adentro, papá!”, le devolvió el zorro Walter.

Y la verdad era que nadie recordaba nada, porque hacía 3 días que estaban de joda en joda, sin tomar un respiro. Se habían olvidado de todo hasta ese momento…
Pero el miedo, y la necesidad de más combustible dinerario, los había devuelto a la realidad…

Sin embargo, contra todo pronóstico agorero, el grupo recobró la confianza súbitamente. Como si se tratara de un cuento de hadas, una voz que resopló “Sorpresa!”, por detrás, los dejó extasiados….

Era Demian Ferrante Kramer en persona. Alineado como pocas veces lo había visto antes. Tenía el viejo traje estilo Don Johnson que había utilizado cuando recibiera años atrás la visita de su supuesto hijo chileno… Un fraude mayúsculo!

Estaba acicalado, recién afeitado, con una remera Lacoste -que le había regalado el difunto Elio Dobetti-, pantalón CK –que supo comprarse en Francia unos 20 años atrás con su primer sueldo en Carrefour-, y unos zapatos blancos espectaculares que vaya a saber uno de dónde los había sacado.

- “Estás bárbaro!”, bramó emocionado Walter.

- “Bueno, bueno… Deje de sobarme, y vamos para la empresa de Pinedo Gómez!”, ordenó el Coloso

- “Pinedo Díaz”, corrigió Walter…

- “Y qué dije yo, viejo!”, reprendió al anciano…

Walter se vio invadido por un conocido “dejavú”. Una sensación desgraciada lo tomó desde las entrañas ... Qué podía esperar de aquello si Demian no recordaba siquiera el nombre del promotor de la movida!!. De pronto, se le vino a la mente aquella famosa frase de la película Apollo: “Martelli, tenemos un problema!”
Continuará...

22 noviembre, 2009

La disputa - Parte 3/5

De pronto, el recinto de la Fundación, que siempre semejó más a un cementerio que a otra cosa, se convirtió en un casino de Las Vegas…
Pinedo Díaz y Morales comenzaron una subasta que parecía no tener fin, pero también parecía ignorar la razón de la misma, ya que las cifras que se barajaban estaban tomando dimensiones estratosféricas para un guiñapo como Ferrante Kramer

- “Dos mil!, y estoy dispuesto a subir, si seguís empecinado!”, gritó Morales….

- “Tres mil, y el que no va a parar soy yo, querido!”, le devolvió Pinedo Díaz.

A Liberatti se le hacía agua la boca… No podía dejar de observar a esos dos tarados disputarse a Demian; el viejo truhán no salía de su asombro: el peruano no valía una moneda…

La disputa terminó en 5 mil pesos en favor de Pinedo Díaz. Liberatti por poco se desmaya de la emoción…

Era toda una fortuna para un trabajo tan pequeño: unas pocas palabras de bienvenida a los invitados, loas a los fundadores de la empresa y el pase del micrófono a los directivos; después, la presentación de un número musical y chau, tarea cumplida! Apenas un par de horas de trabajo para disfrutar de la mejor paga de toda su vida!.

Pinedo Díaz se retiró eufórico… Walter seguía sin comprender de dónde habían tomado las referencias del peruano para pagar tanto dinero. Entretanto, Morales daba un portazo y se retiraba de la Fundación sin siquiera saludar…

- “Demian, maestro, se da cuenta de lo que acaba de suceder? -dijo Liberatti- … Es la primera vez que vamos a ver un montón de guita por un laburo suyo!... La Fundación va a poder hacer las tan demoradas obras que tiene planificadas desde hace tiempo!”

Losasso, Vergatiesa y Dobetti se miraron y callaron nuevamente. Ellos serían cómplices en la administración de esos dineros para “las tan demoradas obras” de la Fundación.

Todos, menos Demian, sabían que las 5 lucas irían directo a unas trolas de Martelli a las que Liberatti y los suyos tenían abandonadas desde hacía tiempo, y también al Bingo de Tigre y los burros en San Isidro… Ésas eran las únicas obras demoradas del antro que regenteaba el viejo Walter…

- “Demian, por favor, guarde la compostura de aquí al 7… Usted sabe cómo necesitamos ese dinero! -sollozó a manera de ruego- … Mire que es dentro de tres días y lo queremos entero, digno, con esa presencia titánica y esa boca… esa boca suya que ha dado tanto que hablar!”.

Todos volvieron a mirarse entre sí. Si había algo en lo que Liberatti se destacaba, era en lo desacertado de sus citas y comentarios. Era absolutamente cierto que la boca del Peruano Dorado había dado mucho que hablar, pero mucho más cierto era todo lo demás en lo que se había destacado con su boca, y no era la oratoria ni el discurso…

- “Dejate de lamerme el culo!”, bramó Demian, sabiéndose usado… Voy a ir, entero, no te hagas problemas, la Fundación va a recibir el dinero, no te preocupes", selló con ironía, y se retiró observando al grupo con desdén…

Vergatiesa, Losasso, Dobetti y Liberatti se quedaron petrificados. El Peruano sabía de sus manejos espurios. Todos miraron hacia abajo, acusando recibo de la reprimenda del Atila de Tumbes… Así permanecieron callados unos segundos, hasta que Dobetti rompió el silencio…

- “Che, escucharon lo que dijo el maestro Ferrante?.... No les parece que deberíamos anticiparnos y hacer algo?”

-“Qué proponés, gordo?” -devolvió Liberatti- …. Darle la guita a él y de esa manera confesar que somos unos truchos y vividores?..."

- “No, pará fanático!.... Hablaba de que podíamos anticiparnos e ir a visitar a Pinedo Díaz y pedirle un adelanto del 50 % e irnos de put…”

No lo dejaron terminar, todos interpretaron las palabras aún no dichas de Dobetti y se levantaron al unísono… Acuerdo pleno, mayoría absoluta!!!
Continuará...

11 noviembre, 2009

La disputa - Parte 2/5

Liberatti incorporó a Demian y lo sentó en un desvencijado sillón de la Fundación, ubicado en un extremo de la “sala de espera”, como la llamaba el viejo líder de la entidad, aunque no era más que una parte de la única habitación de la que disponía, además de un bañito de morondanga.

Demian, aún trastornado por aquello de “el 7 es tuyo”, se fue recuperando hasta lograr su compostura habitual, digamos, no más que mantener los ojos entreabiertos de la borrachera de la noche anterior, y balbucear alguna que otra palabra coherente de agradecimiento.

- “Está bien, Walter… me puedo solo!, dejame!!”, murmuró enfadado, intentando al mismo tiempo erguirse y tomar el comando de la conversación…

Walter quedó sorprendido de cómo una cuba electrolítica como Demian podía mantenerse en pie… Por su parte, Pinedo Díaz, el disputante al que Demian le había dado el “sí”, se mostró alegre al verlo a Demian de pie… Ni lerdo ni perezoso, se adelantó para sacar provecho de la situación…

- “Gracias, Demian, gracias!!”, gritó eufórico, “… no sabe lo feliz que me siento de que se haya inclinado por la fiesta aniversario de mi empresa y saber que contaremos con su presen…”

- “Un momento, señor… No sé de qué me habla, yo no voy a ir a ninguna parte sin saber de qué se trata!”, interrumpió el Peruano, certificando que no había formado parte de la discusión anterior…

Pinedo se puso blanco como la leche, y lo miró a Liberatti con cara de pocos amigos… Morales, el otro disputante sonrió… No estaba todo perdido, podía luchar por su lugar.

- “Cómo que no?”, recriminó Pinedo, "... si le acaba de dar el sí a Wal…"

- “Le repito, señor, que primero quiero ver para qué me quiere usted...!!... Soy Demian Ferrante Kramer, baluarte de la literatura latinoamericana; he conocido a Truman Capote, Borges, Sábato, Horangel… Con quién carajo cree usted estar hablando?”, le devolvió Demian, cual estocada…

La habitación se convirtió en un cementerio. No se oía ni el vuelo de una mosca… Losasso, Vergatiesa, Dobetti, Morales, Pinedo y Liberatti, habían enmudecido. La reacción de Demian les produjo pavor; la mayoría coincidían acerca de que cuando el Peruano Dorado se exaltaba, convenía estar lejos de él, aunque también estaban de acuerdo en no acercársele en cualquier otra situación, para evitar mangazos o su clásico y característico olor a chivo…

Tímidamente, Pinedo rompió el silencio…

- “Por supuesto, Demian, por supuesto!. No se sulfure, tranquilícese!... Pero, mire que no pensaba molestarlo gratuitamente…. En ningún momento se me ocurrió que semejante figura como la suya pudiera estar presente en el evento de mi empresa sin la debida retribución… Solamente ponga la cifra; 1000, 2000, cuánto quiere?”.
Ante la oferta de Pinedo, dos personas reaccionaron al unísono…

Una, Morales, que interrumpió diciendo:
- “Disculpame, Pinedo, pero no hables como si ya tuvieras el tema cerrado, porque yo también estoy dispuesto a pagar por la presencia de Ferrante Kramer, estamos?” "

La otra, Liberatti, que al escuchar hablar de dinero, se lanzó como toro embravecido a las arenas de la disputa…

- “Muchachos, muchachos, me parece que se están yendo a la mierda!... Con el que tienen que hablar es conmigo, yo manejo los intereses de la Fundación y los del maestro Ferrante!... No quieran aprovecharse de él, porque no lo voy a permitir…!”, concluyó mirándolos amenazadoramente…

Losasso, Vergatiesa y Dobetti, se miraron. Si algo estaba claro, era que ni Morales ni Pinedo se aprovecharían de Demian. Un viejo delincuente ya se había postulado para ese fin…

Continuará…

05 noviembre, 2009

Última noticia!.... Apareció AlexB!!

De pronto, como salido de la nada, me llega un e-mail a ferrantekramer@gmail.com, con carácter urgente, y en la referencia la frase: "Estoy en Nueva York, esto es tremendo! Mirá!!!"

Que Nueva York sea una ciudad tremenda no es novedad para nadie. Pero... ¿A qué se refería la misteriosa misiva del título?. Pensé cualquier cosa.... Que se trataba de esos correos que los abrís y te explota el disco rígido, que podría ser una de esas cadenas que te condenan a muerte por asfixia oliendo mierda si no lo reenviás a 756 personas cuyos apellidos empiecen con equis, que era un mensaje spam destinado a hackearte la casilla y reproducirse indefinidamente hasta dejarte la PC inútil, y otras tantas especulaciones que me avergüenza contar.

Pero no, no tenía nada que ver con loque imaginaba. Lo peor fue la conmoción que me causó ver al pie de un escrito y JPG adjuntos quien firmaba el correo: AlexB!... Sí!, AlexB, ni más ni menos!

Nolo podía creer!. .. Medio año ausente, sin escribir una letra, y de pronto se aparecía con casi media carilla de A4 describiendo lo que había visto en el MET de Nueva York.

Bueno, me dije... "A falta de pan, buenas son las tortas!". Esto se merece interrumpir la historia que estaba en danza -LA DISPUTA-, y decidí publicar lo que me envió mi amigo Alex. Y para serles sincero, creo que vale verdaderamente la pena....


Demian en el Metropolitan Museum of Art

Para que negar que cada vez que surgen este tipo de cosas, en un primer momento nos sorprenden, luego nos indignan porque enseguida alucinamos algun tipo de complot cuyo objetivo de basa en socavar la imagen del peruano, pero finalmente nos llenan de orgullo -al confirmar cierto dejo de veracidad- porque ratifican de algún modo la trascendencia de la figura del Atila de Tumbes en todo el mundo.

La cosa es que la última semana de septiembre llegó a mi mesa de trabajo una extraña tarjeta de invitación a un evento que en principio me pareció incoherente:


Una muestra fotografica en homenaje a Demian...organizada por el príncipe Frederik de Dinamarca.


Aquellos seguidores del peruano de la primera época, recordarán la extraña devoción que el heredero real de la casa Oldemburgo profesa por el Coloso tumbesino.

El ámbito de esta muestra no era otra que el Museo Metropolitano de Arte (Metropolitan Museum of Art o simplemente Met), uno de los más destacados museos de arte del mundo, situado en la zona de Manhattan, en la ciudad de Nueva York.

La colección del museo es de más de dos millones de obras de arte de todo el mundo. Las colecciones abarcan desde tesoros de la antigüedad clásica, representada en sus galerías de Grecia y Chipre, a pinturas y esculturas de casi todos los maestros de Europa y una gran colección de obras estadounidenses. Están expuestas trabajos de Rafael, Rembrandt, Tiziano, Velázquez, Picasso, Pollock , Braque y muchos más.

Sin ponernos a elucubrar el origen de este extraño suceso, rápidamente me contacté con Derek Feldman, un amigo personal de Patricio radicado en San Francisco, quien confirmó que el evento era real. Es más, algunas de las personas consultadas hasta aseguraron que Danilo Ferrante Kramer, hermano del homenajeado habría asistido en carácter de invitado especial.

Derek, además, confeso amante de los teleobjetivos, se acercó pesonalmente a la muestra y me envió a modo de adelanto exclusivo, algunas tomas registradas durante la muestra con distintas imagenes que componen esta extraña exposición.

Esto no hace más que reafirmar, pese a que varios personajes se empecinen en negarlo, lo colosal que es el Peruano Dorado en todo el mundo.


AlexB

01 noviembre, 2009

La disputa - Parte 1/5

Era la primera vez que se vivía algo así en la Fundación... Los pocos socios presentes en aquel desenlace –Losasso, Dobetti y Vergatiesa-, no daban crédito a los que veían sus ojos. Se miraban entre sí, absortos, embelesados... Como quienes estuvieran viendo a la selección argentina de fútbol ganándole 6 a 0 a Brasil a los 10 minutos del primer tiempo... Estaban desbordados por la emoción...

Liberatti, a la sazón árbitro de aquella disputa de intereses, no sabía si reír o llorar.

Delante de él, dos tipos, conocidos empresarios martellianos, se peleaban como chicos por obtener la presencia de Ferrante Kramer en un evento local.

Nunca nadie había luchado por el Peruano Dorado de la manera que lo hacían Garcilazo Morales, Gerente General de Ascensores Martellianos, y Rogelio Pinedo Díaz, Presidente de Xilingoms, una firma dedicada a la manufactura de artículos de caucho... “Otra vez Demian relacionado con la goma!”, pensó en aquel momento Walter, intentando alejarse un poco del griterío ...

- “Yo vine primero, Garcilazo!, Demian tiene que venir a mi evento”, vociferaba Pinedo, en un claro intento de desplazar a su vecino empresario, y ganar la cuestión...

- “No, querido!!!... De ninguna manera, lo necesito tanto como vos!... Que los dos hayamos elegido la misma fecha, no es problema que yo tenga que resolver. A lo sumo, que sea la Fundación quien decida!”, respondió Morales, a los gritos...

Entre todo ese dislate, quien no entendía bien de qué se trataba el asunto, era Demian...

Sentado en un rincón de la sala, se entretenía llevándose a la boca un viejo boleto enroscado de la línea 67, simulando un cigarrillo. Si bien no fumaba, “algo” lo motivaba a tener ese minúsculo cilindro entre sus labios...

- “Bueno, basta de boludeo!”, bramó Walter... “Si siguen gritando así, nos van a denunciar a la policía por ruidos molestos!!... Son gente grande, che!!... tenemos que encontrarle al tema una solución!... No tengo la culpa que ustedes hayan elegido el 7 de junio para hacer sus fiestas. El Peruano no se puede desdoblar!... O está en un lugar o en el otro!!!”...

Y prosiguió, si dejar hablar a ninguno de los dos....

- “Además, Demian, a quien ambos quieren, no ha dado su opinión al respecto, que joder!”, remató.... “El que decide es él, no es cierto maestro?”, dijo, girando su mirada...

Ferrante no acusó recibo de la pregunta de Walter, estaba en otro mundo... Mascando aquel boleto, y sonriendo como alejado de la situación, daba señales de no haber escuchado ni entendido nada de lo dicho en aquel recinto...

Liberatti, ni lerdo ni perezoso, se acercó al él para evitarle un papelón... No fuera a ser que los disputantes se percataran de la mamúa que Demian traía encima o del daño cerebral permanente que denunciaba su rostro, y se arrepintieran… De por medio estaba la “paga” que tanto Morales como Pinedo habían comprometido realizar en caso que el peruano prestara sus servicios.

Walter le susurró algo al oído, a lo que Demian pareció asentir...

- “Bueno, señores, no se pelea más!!... Le consulté al maestro acerca del lugar que elegiría para disertar el 7 de junio, y se inclinó por vos, Pinedo... El 7 es todo tuyo!”, sentenció en voz alta...

No fue hasta en ese entonces que Ferrante reaccionó... De pronto, su rostro fue el vívido retrato del terror... Se arrojó al piso, se puso de espaldas contra la pared, como un bicho bolita, y entró a gritar “No, no, no soy de nadie!... Yo soy mío, mío, míoooo!!”

Recién en ese momento Liberatti se percato de su error.... Su última frase: “El 7 ES TODO TUYO”, trajo a la mente del Atila de Tumbes cientos de situaciones donde ese fatídico número había sido sinónimo de dolor y agonía...

Walter, conmovido por la triste imagen del peruano, fue a socorrerlo de inmediato... “Maestro, maestro, me refería a otra cosa… No hay nada que temer…Se lo juro!!!”

Continuará....

22 octubre, 2009

Ferrante Kramer y el "Tantra" - Última Parte

Demian no entendía nada, pero al ver la numeración y la calle se dio cuenta que el destino le había regalado algo grande una vez más…

- “Tapiales 2503… Uia!!!... “Respuesta Tántrica…. ¿Y usted debe ser el Maestro, no?”, exclamó Demian sorprendido…

El hombre vestido de blanco asintió con la cabeza y solo dijo “Donovan, para servirte”.

Nuevamente un milagro visitaba la casa del Peruano Dorado. Instantes atrás había decidido tirar la toalla, pero la campana había sonado a tiempo… Tenía otro round.

Donovan apoyó su mano sobre el hombro de Demian, y lo condujo hacia el interior de la casona. Mientras caminaban, no dejaba de observar al Peruano en ningún momento, parecía fascinado. Entretanto, con su otra mano, jugaba con la cabellera de Ferrante a modo de “peine”, como lo hacen los piadosos con aquellos que necesitan paz y sosiego…

- “Como te dije, hermano mío, te estuve observando unos minutos a través de la mirilla; me bastaron para darme cuenta que estás vacío, que necesitas ayuda, una sanación interior que yo puedo brindarte”, sentenció con autoridad el gurú de Olivos.

Sin saber bien porqué, Demian sintió confianza en aquel hombre. Su instinto le decía que sabía bien de qué hablaba, y que era un experto en cuestiones íntimas y profundas. Hablaron por largo rato. Parecían encantados el uno con el otro, como si se conocieran de toda la vida.

Demian hasta llegó a pensar que habría sido de su vida si lo hubiera conocido mucho antes… “Maestro, creo que debí haber venido hace mucho tiempo”, repetía a cada momento. Donovan no hacía más que apretar fuerte las manos del Peruano cada vez que recibía un halago suyo.

- “Maestro, estoy en sus manos… Quiero ser parte de esto. Usted me inspira confianza. Haga lo que tenga que hacer y muéstreme la inmensidad del Tantra”…, dijo Demian, arrojándose sobre una especie de camilla de las que utilizan los psicólogos…

La absoluta decisión de Demian de entregarse por completo pareció sorprender a Donovan. Quizás no esperaba una resolución tan abierta de Demian, pero vista la situación, comenzó a trabajar sobre él, con técnicas desconocidas para el Peruano, donde las manos del Gurú desempeñaban un rol casi decisivo sobre el cuerpo de Ferrante.

Demian estaba ansioso por encontrar respuestas. Quería sentirse distinto, renovado. Quizás esperaba que Donovan impusiera sobre él alguna “magia” rápida que lo sacara de su estado depresivo y lo devolviera al ruedo de las letras, como en sus épocas de gloria. Pero lo mataba la impaciencia…

- “Siga, Maestro, páseme toda su energía… Usted puede, usted sabe!”, repetía Demian insistentemente, al punto de parecer una orden.

Donovan se trasformaba minuto a minuto. Primero sus manos, luego sus brazos, y ahora su cuerpo se restregaban sobre la anatomía de Ferrante, en un intento ya no tan claro de pretender encontrar una solución para este último… Todo se veía confuso; Donovan ya estaba sobre la camilla, babeaba profusamente, se golpeaba el pecho con ambos puños, y ponía los ojos en blanco por momentos; parecía poseído…

- “No siento nada, Maestro, no siento nada!!”, continuaba quejándose Demian, “Me estoy cansando de este juego”, ... “Al final, me parece que todo esto es un fraude!!”, sentenció, en clara provocación…

Donovan acusó recibo del desafío… No estaba dispuesto a aceptar una derrota. En respuesta al agravio aplicó una inusitada presión sobre la humanidad corpórea del Peruano Dorado. Literalmente, lo atrapó como un pulpo con sus brazos, casi al punto de asfixiarlo…

Fue cuando Demian emitió aquel sonido: “Ughh!”, y pareció tranquilizarse de súbito.

Después, nadie habló por un largo tiempo. La escena solo dejaba ver aquel acompasado ir y venir del cuerpo de Donovan, quien parecía controlar la angustia de Ferrante. No obstante, como a cada minuto, minuto y medio, de la boca de Demian se escuchaba ese apagado gemido: “Ughh… Ughh!”

De pronto, Donovan rompió el silencio…

- “Decime… ¿Ahora, sentís el “tantra”, peruano?.

- “Ahoga sí, pego no pensé que ega “tantga” y tan grran…”, y se ahogó en su propia saliva.

No era para menos, el “Tantra” se había apoderado ya de su cuerpo...

FIN

17 octubre, 2009

Ferrante Kramer y el "Tantra" - Parte 3/4

El Peruano cargaba los bolsillos del saco rotoso que llevaba con cuanta piedra encontraba al paso. Estaba claro que quería ganar peso para hundirse en el fondo del Río de la Plata lo más rápido posible. Demian siempre había fantaseado con un final a lo Alfonsina Storni.

- “Todos me van a recordar”, ronroneaba, mientras juntaba más y más piedras…

- “Cuando un amigo se vaaaa, queda un espacio…”… Se detuvo de golpe…

Y no porque se hubiera dado cuenta de que continuaba recitando versos ajenos. Un volante pisoteado que vio en el piso, llamó su atención entre tanto espanto…

“El Tantra es tu salvación”… “Necesitas paz interior, reencontrarte?.... Hazle lugar al Tantra en tu vida… Deja que hable por ti!”, un teléfono, un correo electrónico y una dirección en Olivos…

Terminó de leer el papelito, y una sonrisa se dibujó en sus labios. De pronto, una luz de esperanza le arrebataba esas ganas de decirle basta a la vida. Y comenzó a desembarazarse de las piedras que llevaba consigo. Como si de pronto hubiera tomado conciencia de lo que iba a hacer. Sintió miedo, y una náusea profunda de pensar que había estado a un paso de la muerte.

- “Pero qué mierda estoy haciendo!... Ferrante flojo, blando, bobo!”, se recriminó a la vista de quienes pasaban junto a él y miraban como a un loco… “…No, no estoy loco, señores!!!... Es que he vuelto a creer en la vida, tengo una esperanza!”, gritaba a los cuatro vientos agitando el volante.

Apenas una promesa, el “Tantra”, y sin saber de qué se trataba, el Peruano Dorado había recobrado su fortaleza y temple. Esos eran los momentos que lo hacían grande; cuando renacía como el ave Fénix, después de tocar fondo como nadie… Por esos momentos se lo quería, por esa fuerza se lo admiraba…

No obstante, en su marcha hacia la calle Tapiales al 2500, sitio donde funcionaba la sede “Respuesta Tántrica”, Demian no dejaba de pensar en que no todo era tan fácil. Había un problema: NO TENÍA UN PESO PARTIDO AL MEDIO.

- “Quién me va a curar si no tengo un mango?”, se repetía, volviendo a su estado depresivo, “… Quién se va a apiadar de mí, y por qué habría de hacerlo?”. Y tenía razón, sin dinero el mundo que conocía no funcionaba.

Golpeado por la realidad, detuvo su marcha. Se sentó en el umbral de una vieja casona, y comenzó a lamentarse nuevamente… “No hay salida, no hay salida!”…. En eso, la puerta tras de él se abrió, y una voz le dijo: “No es así, hay una salida, hermano”…

Un hombre de tez morena, pelo encrespado, en los cuarenta, y vestido con blanca túnica, le ofrecía la mano a Demian para que se incorporara, mientras le decía: “Te he estado observando a través de la mirilla de la puerta desde hace un buen rato. No está todo perdido, hermano… Conmigo, y con mi Tantra, vamos a resolverlo de alguna manera”…

Sin querer, o por obra del destino, el Peruano Dorado había detenido su marcha justo delante de la sede de “Respuesta Tántrica”….

Continuará…

10 octubre, 2009

Ferrante Kramer y el "Tantra" - Parte 2/4

Demian estaba realmente perdido. Si bien su cerebro no lo ayudaba mucho a pensar, en parte se daba cuenta de que su vida así “no tenía sentido”. Pero se negaba a admitirlo… Hacerlo significaba reconocer que jamás la había tenido.

Ferrante Kramer, el gran Coloso de Tumbes, lo había probado todo…. Alcohol, drogas, mujeres, travesaños, eunucos, animales, sicólogos, neuro psiquiátricos, hospitales, bares, aventuras, amantes, profesiones...

Había estado cerca de la gloria, y también en el pozo más profundo. Había acariciado millones, pero mendigado más de una vez. Había escrito libros, aunque nadie tuviera registro alguno de ellos. Era amado, pero asimismo odiado… Aparentaba treinta y pico, pero bien sabía que su osamenta acusaba más de 70…

- “Me parece que llegó la hora de decirle adiós a esto”, se le escuchó susurrar.

Pero… ¿Qué estaba diciendo el Peruano?... ¿Qué sugerían esas palabras?... Mi Dios!!, -dirá el lector en este momento- ¿Se trataba de una despedida?...

Así, embebido de su soledad, de su fracaso, el peruano apuntó para Vicente López, más precisamente Olivos, hacia la zona de los muelles. Y no llevaba caña ni anzuelo, no iba a pescar, precisamente…

- “Fue lindo el viaje por esta tierra!”, dijo en voz baja Demian. Como si se tratara del discurso del adiós. Miraba a su alrededor, como buscando al amigo que no llegaba. Elevaba la vista al cielo en busca de respuestas, como más de una vez lo había hecho…. Pero, nada. Solo susurraba frases sencillas, sentenciosas, duras, profundas…

Quienes lo hubieran escuchado aquella tarde habrían jurado que Ferrante estaba escribiendo en el viento sus mejores versos… El final, la muerte, parecían haberlo inspirado para la posteridad… Fue cuando se le escuchó aquello de …

- Todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina… Pero, la gran puta, justo hoy se me ocurren estas poesías??... Justo hoy que le quiero poner fin a todo??”…

Sí… Lo mismo pensamos nosotros. Era tan mediocre que hasta en su final recitaba los versos de Vox Dei creyendo que eran suyos.

Pensándolo bien, merecía morir…

Continuará….

07 octubre, 2009

Se retiró un grande...

HACEMOS UNA PAUSA EN LA HISTORIA DE "Ferrante y el Tantra", para dar a conocer una triste noticia.....


SE RETIRO UN GRANDE....

No, no hablo de Maradona, aunque bien nos haría.

Me refiero a otro grande....

Una lástima, se venía venir, AlexB dejó el Blog.

Luego de una interminable lista de historias a medio terminar, su ausencia ha sido la manera que eligió para despedirse.

En silencio, sin dar señales. Siquiera con un comentario (aunque tuvo el coraje hace como un mes, en otro de sus frustrados regresos)

Me gustaría poner en el Blog alguna de sus historias inconclusas para que el lector juegue con su imaginación y las complete... Quizás lo haga, no lo sé...

Bueno, intentaré seguir adelante con mi media inspiración, a la espera de algún milagro.

Recen ustedes, los que nos visitan. Acaso el clamor, como en la Plaza de San Pedro, lo corone Rey de la Tinta Invisible....

Se siente, se siente "AlexB, está presente?"

Patricio

03 octubre, 2009

Ferrante Kramer y el "Tantra" - Parte 1/4

Las duras experiencias vividas por Ferrante Kramer en busca de su superación profesional como escritor, son poco conocidas.

Esta falta de información, que según los detractores del Peruano Dorado no sería otra cosa que “... el resultado de un ocultamiento deliberado en el que estaría involucrada la propia Fundación Ferrante Kramer para evitarle nuevas humillaciones al dramaturgo”, a nuestro entender se debe más a la desidia de esa organización señera, que a la ejecución de un plan deliberado de su parte para alejarlo de la deshonra pública.

La historia de hoy, que nos acercó orgulloso Walter Liberatti, ex presidente de la mencionada institución, lamentablemente prueba que estábamos en lo cierto.

Por aquellos días, Demian se hallaba en una verdadera encrucijada: “Abandonar para siempre las letras o continuar fracasando como escritor”... ¡Pavada de dilema para el mundo literario de aquel entonces, y no era para menos!!.. A nadie se le escapaba el hecho de que si el peruano se inclinaba por la segunda alternativa -seguir escribiendo-, habrían de padecerlo hasta la muerte.

Ferrante estaba deprimido, triste… Sentía que el mundo se le había achicado, y en parte era cierto. Don Horacio, el dueño de la pensión de Villa Martelli donde se hospedaba, había decidido trasladarlo a la baulera, ya que no eran muchas sus pertenencias y su camita entraba perfectamente aunque un poco inclinada.

Pero Ferrante no era hombre de rendirse ante la adversidad, así porque sí. Para él no existían los callejones sin salida, encrucijadas, o papas tan calientes que no pudieran sostenerse sobre la palma de la mano....

Fue así como comenzó a barajar opciones para seguir adelante y tomó la que tenía más a mano... Un vaso de vino. Y después, dormir la mona. Demian era optimista al respecto: “Quizás la realidad no sea la misma cuando me despierte del pedo que me voy a agarrar”, imaginaba sonriente; “… Sería una más de ésas a las que estaba tan acostumbrado…”.

Pero, no. Aquella vez la cosa se le presentó más difícil... Para su sorpresa, la realidad NO había cambiado cuando despertó. Y para colmo, no tenía un mango más para seguir borracho... Debía pasar al Plan B, algo en lo que ni siquiera había pensado aún...

Y para eso tenía que oxigenarse... Intentó salir de la pensión con sigilo para no ser escuchado por Don Horacio, el dueño del lugar -debía más de 2 años de alquiler-, pero no le sirvió de nada. El maloliente capanga del hotelucho se había avivado y lo estaba esperando en la puerta...

- “Decime, Demian.... Vas a poner la que me debés algún día de estos?... No creés que 2 años es bastante tiempo para encontrar una ‘buena’ que te saque del estado de vagancia y dejadez en el que estás?... Mirate!... parecés un linyera!”, le espetó el viejo, sin la ternura con la que acostumbraba hablarle, especialmente esos días en los que esperaba del peruano algún favorcito...

- “Don Horacio, estoy en eso, créame!... Usted sabe como es la vida del artista... La inspiración va y viene”, sentenció, aunque en su caso parecía no haberlo visitado nunca.

- “Demian, vos sabés que yo te quiero”, dijo el viejo, un poco menos ceremonioso, “... Pero mientras estés así de confundido, sin rumbo, sin amor, sin ...”, y no le gustó nada escuchar eso último a Demian; lo paró en seco... Sabía que si el viejo seguía avanzando, detrás podía venir una declaración lujuriosa; y sacárselo de encima, entonces... “Me va a costar un Perú...” -pensó-, aunque no sabía tampoco el significado de aquella frase que tanto repetía la gente (1)

- “Aguánteme un tiempo más, Don Horacio... ¿Cuándo le dejé de pagar, eh??... Dígame!”, y era cierto, nunca le había dejado de pagar un peso, porque jamás le había pagado nada. Estaba viviendo de gorra desde hacía 2 años; una vergüenza!.

Don Horacio lo miró como quien mira a un inimputable... Había que matarlo ahí mismo o dejarlo vivir y quererlo así como era: una nada, una cosa inservible, una verdadera ofensa social....

No obstante, el viejo dejó que se fuera. Sin duda estaba caliente con el peruano, y sabía que pronto le daría lo que buscaba. Mirándolo irse, se enfocó en sus glúteos, y se dijo para adentro: “Ya me vas a dar eso de vuelta, peruano... Ya me lo vas a dar!”.

Continuará….

(1). Nunca había visto una moneda, y menos un Perú.

27 septiembre, 2009

La construcción de una gran personalidad - Última Parte

Ya a su descenso en el aeropuerto de Lima, causó estupor su presencia. Con mirada altanera, Demian se pavoneaba entre una multitud de fotógrafos que no hacían otra cosa que dispararle flashes sobre su rostro.

El Coloso de Tumbes, de regreso a su patria, daba que hablar a la prensa. Parecía cierto aquello que le dijera doce años atrás a Felisa, su madre: “… Cuando vuelva, mamá, no tendrás palabras para con tu hijo. Te voy a sorprender!... Voy a ser todo lo que imaginaste para mí!... Solo necesito tiempo”

Zarandeando una blonda melena al viento -que había adoptado siguiendo a los popes de la incipiente psicodelia de aquel entonces en Norteamérica-, el Peruano Dorado ascendió a un coche de alquiler que había reservado.

Hasta el conductor lo reconoció: “Ferrante Kramer, no?”… “Dónde lo llevo…. Esteee…. señor”. El chofer no dejaba de mirarlo. Demian era todo un ícono de esa época de cambios. Pero estaba en Tumbes, un lugar apacible y monótono, donde solamente tipos así, con ese “look” de outsider, se los veía en revistas o en la televisión.

- “A la posada de mis padres!”, ordenó… “Ya sabe dónde queda, no?”, preguntó, aunque sabía de antemano la respuesta. “Vamos directo a Tumbes, esteee… Señor”, volvió a decir con nerviosismo el remisero. No cabía duda alguna que la estampa de Ferrante lo intimidaba.

Demian imaginaba el momento de su llegada a la posada. Duillo, Danilo, el más pequeño. Pero también a Dionisio, su hermano mayor, al que quería enfrentar especialmente para espetarle en la cara: “Y, viste hasta dónde llegue, hermanito?”… “Ni vos, el mimado de la familia, pudiste cumplir el sueño de mamá y papá!”… “Sin embargo, yo sí”.

El peruano se regodeaba figurándose las expresiones de todos, incluso la de su padre Doroteo, quien afirmaba –refiriéndose a él-, “Este nunca va caer parado!”…

El auto de alquiler se detuvo y sobresaltó a Demian quien, se sorprendió al ver todo seguía igual que una década atrás. Hasta la pintura del frente parecía ser la misma… “Qué pobreza!”, exclamó, y descendió del auto, con un paso entre soberbio y algo afectado.

No tuvo que golpear la puerta. El sonido del vehículo había alertado a Felisa, quién no pudo creer lo que tenía delante de sus ojos…

- “Mamá”, gritó Demian, y sobrevino el desmayo.

Al rato, y rodeado de todos los Ferrante Kramer, Felisa volvía en sí. A lo lejos veía marcharse a Demian, así como había venido, acompañado de un amigo ocasional, escritor también, y tan culpable como su hijo del vahído sufrido: Truman Capote.

Desde lejos se oían los gritos del Peruano dirigidos a su madre: “Me echaron mamá!!... Dionisio, Duillo, Danilo y papá me echaron!... Pero viste?... Senté cabeza, senté cabeza como tu querías!”, entretanto señalaba al pequeño Truman.

Y en verdad, Demian había cumplido con su madre. Con Truman había “sentado cabeza” o algo parecido a sentarse...

Felisa pidió estar a solas un momento, y se recluyó en su habitación. Tomó un viejo álbum familiar de fotos y se dirigió directamente a una en particular… Era la del tío soltero de Demian, y su ídolo; el hermano de Felisa, con quien el Atila peruano pasaba tanto tiempo de niño.,,

- “Tú y tus consejos raros me lo hicieron así, Dante!!”…

Desprendió la foto con furia y la partió en varios pedazos. Pero ya era tarde, no podía dar marcha atrás con Demian. Bastante atrás había ido solo.

En ese mismo instante, desde afuera de la habitación, Dionisio le avisaba a su madre que el tío Dante había llegado a almorzar. Felisa enjugó sus ojos, y salió, como si nada:

- “Hola, Dante, como estás… Toma asiento. Dime, tu amigo también se queda a almorzar?”
Fin

19 septiembre, 2009

La construcción de una gran personalidad - Parte 1/2

- “Así no vas a llegar a ninguna parte, Demian!”... “Tienes que cambiar, tienes que sentar cabeza de una buena vez!”...


Esas frases retumbaban en la mente de Demian como un campanario descontrolado. Todos los días el mismo reproche: “Tienes que cambiar, progresar, sentar cabeza”. Ya sabía de memoria las reprimendas de su madre Felisa, aunque no terminaba de entenderlas.


- “Maaa... Ya voy a ser lo que tu dices, pero soy chico aún, tenme paciencia!”, solía responder Demian, lamentándose de su impotencia, a lo que seguía su clásico llanto y la burla de Dionisio, 4 años mayor que él, que no desaprovechaba oportunidad para lanzarle su clásico: “Blando de mierda!!”.


Aquel Demian, de apenas 15 años, presagiaba su alejamiento de Tumbes que ocurriría unos años después. La presión era insoportable, porque Demian era diferente.


El gran Coloso en ciernes se reconocía distinto. Cuando todos en su ciudad veían el futuro en el turismo, la pesca, la industria papelera, el tabaco, el algodón y los servicios financieros –nada diferente de lo que mostró su desarrollo en los siguientes años a su alejamiento-, el segundo en la línea de los Ferrante Kramer sentía que lo suyo pasaba por el arte.


- Maaa... Yo quiero ser escritor, y famoso!”.... “Ya verás cuando mi nombre esté en boca de todos y tú no tengas palabras que alcancen para tu hijo Demi!”... “Y me digas: tenías razón mi Demi... No serás lo que deseé que fueras, pero llegaste alto, eres reconocido por todo el mundo; has llevado muy lejos el apellido Ferrante Kramer!”


Felisa lo miraba con estupefacción. A veces hasta con miedo. ¿Qué fantasmas abrigaría en la mente aquella mujer?... ¿Por qué Felisa sentía que el camino elegido por Demian no lo conduciría a nada bueno?... ¿Escondería Felisa algún secreto familiar como para temer tanto por el futuro de Demian?...


O será simplemente que, como en el mito de la “Profecía auto cumplida”, fue Felisa la que, sin quererlo, finalmente empujó a Demian hacia el mundo de las letras, cuando en realidad quiso todo lo contrario?...

La vida de Demian no era fácil en aquella comarca. Y a pesar de haberlo intentado todo para lograr una independencia que le diera rienda suelta a su particular forma de ser y de sentir, no pudo librarse de ser esclavo de aquel mandato materno al que también suscribiría su padre Doroteo. Jamás pudo desoírlos.


A su partida de Tumbes, pocos años después, sobre el barco que lo conduciría a Estados Unidos, el peruano se juraría “asentarse en un lugar que le permitiera conducir su carrera, no dispersarse más y hacer eje en algo concreto, y regresar algún día lleno de dinero, fama y gloria”.


Y lo cumpliría. Casi todo lo que se había propuesto conseguir, lo llevaba consigo aquella calurosa tarde de verano de 1963, doce años después de su partida, cuando en un breve regreso por su querido Perú, se apareció sin aviso en la posada de los Ferrante Kramer....


Continuará...

11 septiembre, 2009

Ghostwriter!!

Al pie de esta nota, ustedes encontrarán un breve texto. Un breve y sencillo texto que merece ocupar este espacio. Y no caprichosamente, sino por 2 razones de peso:

LA PRIMERA:

Que es lo primero que escribe en meses. Y eso nos alegra a todos -a ustedes y a mí-, que habíamos pensado que algún extraño virus podría haberle paralizado los miembros superiores o truncado fatalmente la vida, sólo por especular algo que prestigiara grandemente tanta ausencia y silencio creativo.

LA SEGUNDA:

Porque en breve volveremos a comprobar que "no todo lo que reluce es oro", y que estas promesas que leeremos en las líneas que siguen, NO SERAN CUMPLIDAS nuevamente, y volveremos a padecer su ausencia, vaya a saber uno por cuanto tiempo!!

Amigos, lectores, ocasionales visitantes... !!!ALEX B ha vuelto!!!... Y no sabemos si para quedarse....

Volvió a través de un pobre mensaje -aunque valiente y corajudo, hay que reconocerlo-, que le fue implorado por quien les escribe estas líneas.

Lo hizo a través de la sección de "comentarios de la entrada precedente" (podrán verlo ustedes), y estimé que merecía aparecer en primera plana...

Los dejo con esta nueva promesa (y van ciquicientas mil doscientas treint....), de mi antiguo coequiper del DFK Team, para que dejen su mensaje de aliento, y lo devuelvan a las arenas de la bloggermanía...

Patricio


COMENTARIO DEJADO POR ALEX B

"AQUI ESTOY AMIGOS. Mas allá de que una gran cantidad de personas dudaron acerca de mi integridad y pusieron en boca de Patricio una amplia cantidad de impropedios contra mi persona quiero que sepan que estoy de pie, junto a la pc, aunque mis manos no puedan plasmar el sinfín de historias que se encuentran en mi cabeza. Aclaro antes de que Patricio continúe con su vía crucis, que el sinfín tiene que ver a que actualmente nos encontramos con mas de 75 historias inconclusas por mí en algun momento iniciadas. Paciencia. Respeto y salud para todos."

AlexB

PD: la leo y la leo, y cada vez creo menos que ocurra el milagro!. Patricio
Ah!!... La foto es falsa...

06 septiembre, 2009

Palabras que matan - Última Parte

Se dirigió a la habitación en la que paraban Manguera (se decía que lo habían apodado así por su padre bombero), el turco Sinfín (porque cuando empezaba no acababa nunca), Puño Bravo (se comentaba que hacía cosas imposibles con una de sus manos), y el gigante Medio Metro, apodo que Demian nunca terminó de entender en semejante mastodonte.

Ya en la habitación, Demian se sintió perdido. No sabía qué hacer, por dónde empezar a buscar. Sentía que le faltaba el “coaching” de Amanda. Comenzó a hurgar por todos lados, especialmente en la cómoda, en la mesita de luz, en el placard, en el baño y en todo tipo de cajas y recipientes...

- “Dónde estará lo que me sacaron, dónde?”, pensaba Demian, en tanto calladamente continuaba su búsqueda. Pero nada, la primer parte del plan estaba fracasando.

- “No hay rastro por ninguna parte”, murmuró… Fue entonces cuando el peruano se decidió por pasar a la segunda fase, y comenzó a “arreglar las sábanas, acomodar las almohadas y a cubrir con una colcha las camas de sus amigos”.

De súbito, los 4 irrumpieron en la habitación. Casi sin luz en su interior, y con Demian de espaldas, siquiera le dieron tiempo de emitir un sonido, y menos aún de defenderse.

Ferozmente, apretaron su rostro sobre una de las almohadas -se la hicieron morder-, hasta que finalmente se desmayó por la falta de aire.

Lo que sigue, es mejor omitirlo. Los cuatro estaban muy “emparafinados”… Pero esta vez no habían bebido ni una gota de alcohol.

A la mañana siguiente, Amanda retiró a Demian de la 3ra. Comisaría de Santiago. Había sido salvajemente ultrajado. Su cuerpo mostraba un tinte brilloso, semejante al del betún.

Como pudo, y a pesar de faltarle alguno que otro diente y de sangrarle profusamente el paladar y las encías, el peruano le contó animadamente a su amiga lo sucedido:

- “… No encontré mis pelos, Amanda, seguramente se los tomaron como me dijiste!... Qué asco!”…. “Pero estoy feliz Amanda porque pude con la parte 2 del plan!. Les hice la cama, Amanda!... Las hice todas, las 4, me vengué!”, exclamaba en un grito ahogado... Se había tragado otro diente.

Amanda no comprendía a qué se refería Demian. Pero a poco de escucharlo, comprendió que había cometido un grave error, nuevamente Demian lo había confundido todo por tomar al pie de la letra lo que le había dicho. Había sido peor el remedio que la enfermedad…

Pensó en abandonarlo a su suerte en aquel momento, pero… Había algo en Demian -no sabía bien qué era- que le indicaba que debía protegerlo. ¿Piedad?... ¿Lástima?... No, era algo diferente.

Así que decidió llevarlo a su departamento…

Después de hablar unos minutos en el living, Demian se quedó dormido sobre el sofá. Estaba destruido. Amanda le dio un beso en la frente y lo llevó como pudo hasta su cama. Lo miró dulcemente, con ternura… Y sintió que quería acariciarlo, besarlo. ¿Pero, qué le estaba pasando?...

Fue en ese instante que cayó en la cuenta: “Es amor, no tengo dudas”, reflexionó.

Pensó en despertarlo y decírselo. Pero ... ¿Era el momento apropiado?... ¿Después de lo sucedido con esa patota de salvajes degenerados?

- “No, mejor mañana... Llovido sobre mojado no es bueno...”, terminó por convencerse.

Además, ya se le notaba un poco la barba y no le gustaba que Demian la viera así...
FIN