31 enero, 2007

El hijo no reconocido de Ferrante Kramer

Pocas historias las hay en la vida del Coloso tumbesino tan traumáticas como ésta, la que hoy nos convoca... Y no exageramos en lo más mínimo al afirmarlo, por el contrario. Ya en entradas anteriores quisimos adelantar algo más acerca de este escabroso asunto, pero no nos animamos. Apenas si nos dio el coraje para mostrar la punta del iceberg.

Y decíamos que sólo nos atrevimos a soslayar a quien fuera el “amor de su vida”, la chilena Hilda Las Condes – recordarán -, porque detrás de ella se escondía algo mucho, mucho más grande... Una hija... Tema nada fácil de tratar para nosotros, personas probadamente apegadas al recato y al pudor.

Dudábamos demasiado si sacarlo a la luz o no, se trataba de una carta anónima llegada a la Fundación. No sabíamos si la información era auténtica y veraz, y eso nos preocupaba sobremanera. Ante esa situación, procedimos a hacer lo acostumbrado: analizarla y estudiarla seriamente... Pero no llegamos a ninguna conclusión.

Entonces nos decidimos por lo habitual en casos tan sensibles como éste: Tiramos la moneda, salió cara... ¡Y dale para adelante!

La nota que nos llegó contaba que Hilda Las Condes vivió un apasionado romance con Demian por los años ’60. Él era un treintañero, y había recalado en Chile como consecuencia de su intrusión en aquel país viajando como polizón, tentado por un aviso que pedía “modelos publicitarios” para ropa interior.

Vanidoso como siempre lo fue, Demian se sentía atraído por todo aquello que alimentara su narcisismo, y no tomaba en cuenta el riesgo que implicaban sus atolondradas decisiones. Preso varios meses en las cárceles chilenas, tiempo durante el cual se rumorea brindó espectáculos de modelaje a sus compañeros de celda y hasta sufrió abusos, a su salida conoció a quien fuera su abogada defensora, la Hilda en cuestión.

Ferrante, en el fondo un “machista” –término que según sus detractores se le atribuía por otras razones- no quería ser mantenido por su flamante pareja, y finalmente comenzó a trabajar posando en revistas de modas con moderado éxito.

Su figura se hizo conocida en poco tiempo, especialmente debido a uno de sus clásicos avisos de calzoncillos “Pedazo”, famosa marca de ropa interior chilena con más de 100 años de trayectoria, fallida poco después de la campaña publicitaria de Demian.

Ese cuarto de hora que le tocó vivir al magnánimo escritor le significó un gran acercamiento a figuras de la farándula chilena, algunos artistas como Antonio Prieto, y hasta escritores, entre los que se encontraría Pablo Neruda, supuestamente fanático de los calzoncillos promocionados por Demian .

Sin embargo, no todo serían rosas para Ferrante. Su creciente participación en eventos sociales donde abundaban las mujeres fáciles, el alcohol y otras yerbas, lo pusieron en una situación de riesgo. Peligraban tanto su nuevo trabajo de modelo, como las relaciones con el mundo de las letras, lejano por aquel entonces, aunque tímidamente insinuado a través de una actividad que había aprendido recientemente: jugar al Scrabel.

Ese ambiente nocivo que atrapaba cada día más al peruano disparó el alerta en Hilda, quien sintió que pronto pedería a Demian si no tomaba al buey por las astas. De aquí en más, la historia se hace confusa e imprecisa. No se sabe a ciencia cierta - siquiera la información que recibimos lo aclara - que Demian e Hilda Las Condes hayan tenido relaciones sexuales que sugieran la posibilidad de un hijo.

No obstante, se sabe que Demian fue despedido de la campaña publicitaria debido a que nunca devolvía la ropa interior que utilizaba para posar, so pretexto de haberla perdido. De aquí proviene la hipótesis que sugiere que fue Hilda la que “robaba” los calzoncillos de Ferrante, váyase a saber con qué propósito.

Consultado un especialista en genética, Alvaro Campos, PD, de la Universidad de Colorado, USA, acerca de la posibilidad de que pueda concebirse un ser humano utilizando los restos testiculares de la ropa interior de un hombre adulto, nos respondió: “... Es probable, dependiendo del tiempo de abstinencia del individuo”. Los biógrafos de Demian que apoyan “la virginidad del Coloso pasados los 50 años”, aseguran que la hija es suya, sin lugar a dudas.

Zulema Las Condes, hija de Hilda, sostiene que su madre nunca quiso hablar del asunto, pero que sospecha que su padre es Demian Ferrante Kramer. Avala su presunción el hecho de haber visto a su madre en varias ocasiones utilizando unos anticuados calzoncillos masculinos, y prometiéndole a la pequeña que “pronto tendría un hermanito”.

Hilda las Condes falleció hace algunos años en un Instituto Psiquiátrico de Puerto Mont. Sus últimas palabras fueron “Pedazo”.

El Sucesor

Todo mito trasciende en el tiempo. Demian, no fue la excepción, aunque a lo largo de estos últimos años son muchos los que dicen –más allá de nuestros esfuerzos- que Ferrante finalmente no lo logró.

El hecho es que, consciente de que si su fuego sagrado se acababa, toda su obra desaparecería, Demian Ferrante Kramer una tarde de marzo de 1984, se convenció que había llegado el momento de nombrar un sucesor.

¿Qué características tendría que reunir la persona que tomara el legado Ferrante Kramer para hacerlo aún más grande? ¿Quién podría ser aquel que tomara el lugar del Peruano Dorado en el firmamento de la literatura latinoamericana contemporánea? Era una decisión verdaderamente trascendental.

Demian sabía de la importancia de la decisión, y de lo equivocado que estaría si el resultado de la sucesión se decidía a los ponchazos, por lo cual se tomó casi 9 años en elegir al indicado.

En ese ínterin pensó en su familia. Descartados sus hermanos por las razones que todos conocen, pensó en sus sobrinos: Primero tentó a Diógenes, hijo de Duilio, quien escuetamente desde su apartamento en Lima le contestó que “no podía por el momento”. Luego fue el turno de Demetrio, hijo de Dionisio, quien se excusó diciendo que tenia que ir a trabajar como medico de Campaña en África y a lo mejor no volvía… en fín, la familia –otra vez- le dio vuelta la cara.

En una segunda etapa, intentó con personajes con los cuales el pudo haber compartido alguna historia de vida.

Fue imposible contactar por razones obvias a Jim Morrison, al General Perón, al Caballero Rojo, a John F. Kennedy, a Monzón, a Tu Sam, a Doña Petrona, a Bonavena ó a Martín Luther King.

Por este motivo, avanzó sobre nombres contemporáneos. Tal vez su agenda de direcciones no tuvo la actualización correspondiente durante años, porque ni Martín Scorcese ni Al Pacino, ni Fanny Mandelbaun, ni Evo Morales, ni Víctor Sueyro, ni Tony Kamo ni el Sai Baba, ni Pocho “La Pantera”, ni Marta Holgado, ni Jorge Bucay entre otros, respondieron a su llamado.

Demian sintió entonces que su legado era demasiado grande para dejarselo a alguien que ya portara, por derecho propio, cierto reconocimiento.

Pensó entonces en alguien sin transcendencia mediática. ¿Hilda Las Condes, su gran amor?. Descartada. Se dice que finalmente se había casado con un millonario empresario de la construcción en Chile. Martín Rellenesi, “el Mago de Devoto” (1) autor de una confusa teoría por la cual, Demian realizaba viajes en el tiempo a través de unas cabinas telefónicas ubicadas en un locutorio en Villa Martelli, estaba internado en el Borda por trastornos neuropsiquiátricos. Milo Álvarez, quien acuñó la idea de la Universidad Ferrante Kramer, no contaba después de ese fracaso con una buena imagen, al igual que Carmelo Lipozzi, quien quiso erguir una estatua de Demian (idea que lo mandó al hospital por mas de dos meses) ó Reynaldo Libertilla, dueño de la mesiánica y lamentable idea de instaurar un museo en homenaje al Coloso de Tumbes.
Los nombres se iban agotando y aun no aparecía el indicado. Una tarde mientras Demian dormía una siesta en un banco de Plaza Francia, frente a la Iglesia del Pilar, dos cosas casi al mismo tiempo, lo despertaron violentamente

Por un lado, un joven carterista disfrazado de mimo intentaba robarle la billetera- tarea riesgosa y vana porque Demian no tenía billetera, porque no tenía dinero- y por otro, el nombre de quien efectivamente, reunía todas las condiciones para ser su sucesor.

Walter Artemio Liberatti.

Walter, como todos ustedes saben, seguidores de este blog, se desempeñaba como Presidente de la Fundación DFK. Son muchos los que se insisten en que nunca ganó ninguna elección, sino que más bien encontró ese puesto -que nadie estaba inteneresado en tomar- una tarde de verano en la que ingresó casi de casualidad a la sede de la Fundación, buscando una Plastibol de su sobrino, que había traspasado la medianera del lote continuo, perdiéndose en los terrenos de la parte trasera del edificio.

El hecho es que ahí estaba él, y él era el indicado, y Demian lo sabía.

Durante semanas, Ferrante intentó recopilar todo el material que el tenia disponible sobre su obra. Juntó varias fotos de su juventud, algunos manuscritos propios y robados de distintas obras. Unos bocetos de un story board de lo que iba a ser un cortometraje de su vida (que finalmente nunca llegó a ver la luz), un ejemplar de distintos libros propios, (entre los cuales se cree, estaba “La Biblia Peruana”) y algunos caramelos Media Hora (2). También, incorporó una documentación que hacia las veces de legado. El mismo incluía distintos consejos para la vida, los cuales consideraba importante transmitir de generación en generación.

Al tener todo el material sobre la mesa, intentó conectarse con Liberatti. Walter –como podrán imaginarse- accedió al pedido de Demian casi sin chistar. Después de todo era lógico, el presidente de la Fundación, respondía al llamado de su alter ego.

Quedaron en juntarse en el patio de comidas de Unicenter un par de semanas después. Demian fue escueto. Casi no brindó explicaciones, con la certeza de que no eran necesarias. Walter allí estaría.

Llegó el día. Demian cargó todo en una caja de cartón de resmas de papel Ledesma. La tarde lo encontró sin saber como en la estación Aristóbulo del Valle de la Línea Mitre. Tomó el tren con destino a Mitre para llegar al conocido shopping bonaerense. El cansancio y el sol de la tarde hicieron que Demian dormitara por un rato y finalmente cayera profundamente dormido.

Se despertó sobresaltado. El vagón estaba vacío, la caja no estaba.

La desesperación lo invadió. Se abalanzó fuera de la formación y no vió a nadie. Al parecer estaba en algún hangar de Trenes de Buenos Aires (TBA) cercano a la estación Mitre. Se había quedado dormido y nadie lo había despertado.

No pensó en Walter, solo pensó en su legado que rápidamente se había desvanecido. No tenia futuro…

Buscando entre los trenes encontró un tenue rastro… algunos papeles de caramelos Media Hora tirados en el piso. Demian sintió una sensación dicotómica: tristeza porque alguien estaba comiendo su golosina favorita…pero al mismo tiempo alegría porque los envoltorios lo llevarían a la caja con su pasado, su presente y su futuro.

Después de casi cuarenta minutos de búsqueda incansable la vio. Todavía cerrada… a salvo, de no ser porque se encontraba en el medio de un grupo de cartoneros envalentonados por los efluvios del alcohol y alguna otra sustancia alucinógena casera.

Demian se acercó pacientemente y con tono amistoso se dirigió al que parecía el líder: - -Hola amigo, vengo a buscar mi caja ¿te molesto si te pido me la des?
Al corpulento muchacho se le iluminaron los ojos:
- ¿Así que querés que te la dé?
Las risotadas del grupo empezaron a hacerse cada vez más fuertes. Demian impávido, haciendo gala de su valentía (o su estupidez) respondió:
-Sí.
-Entonces te la vamos a dar... respondió el jóven.
Lo que vino después fue la debacle.

El muchacho se abalanzó sobre Demian y lo tomó del cuello. De no ser por el fuerte aroma a transpiración y alcohol que desprendía su atacante, Demian podría haber intentado defenderse, pero fue en vano… cuando se quiso dar cuenta estaba siendo atacado por una horda de cartoneros que implementaron una serie de castigos sobre el coloso de tumbes que hicieron que al cabo de unos minutos, el servicio médico del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires tuviera que convocar a dos equipos médicos de emergencia para intentar salvarle la vida.

Mientras tanto, Walter Liberatti desgranaba la espera en el patio de comidas de Unicenter, pensando que –tal como se lo habían dicho durante los últimos 15 años- Demian era un fiasco.

Dos meses después, Demian fue dado de alta luego de un tratamiento prolongado por perforación en un pulmón y fracturas varias en los miembros inferiores.

Volvió al lugar de la tragedia con la idea de buscar a los cartoneros y ver si era factible recuperar la caja con sus pertenencias. En lugar de eso encontró un comedor comunitario de los piqueteros de Castells repartiendo tortafritas.

El legado de Demian se había perdido para siempre. Walter Liberatti empezó a considerar la posibilidad de abandonar la presidencia de la Fundación DFK

1- Ver entrada de septiembre de 2006
2- Famosos caramelos furor en los años 70, reconocidos por el “relojito”, con gusto a oruzú o regaliz, sustancia que gusta mucho a los escandinavos. En Dinamarca se conoce con el nombre de "lakrids”.

29 enero, 2007

Nuevo comic de Ferrante: "La duda continúa"

Hace unos días publicamos en este Blog "La duda", una pequeña historieta en la que Demian, releyendo su "Biblia Peruana", descubría un nuevo rumbo para brindarle a su cuerpo placeres diferentes.

No obstante, y más allá del disfrute de aquella noche, la alta moralidad de este notable escritor y su casto origen, lo pusieron en estado de alerta ante futuras confusiones.

La saga de aquella tira -que a continuación exhibimos- nos muestra a un Ferrante Kramer astuto y sagaz, más despierto que nunca, e impermeable a todo tipo de tentaciones.




28 enero, 2007

El Hombre de la Atlántida

Tumbes es una ciudad que además de ser la cuna del Peruano Dorado, siempre fue un reducto ideal para vacacionar. Esta considerada por los que saben como uno de los puntos turísticos más importantes del Perú.

Casi todos los habitantes de este pintoresco departamento, están muy familiarizados con las actividades acuáticas, ya sea en forma deportiva o profesional.

Y decimos “casi”, porque siempre hay una excepción que confirma la regla.

El verano de 1975 encontró a Demian varado en Las Toninas, un balneario de perfil familiar de clase media argentina, en la Provincia de Buenos Aires.

Había viajado con la idea de poner un Bar en la playa en alguna de las playas del Partido de la Costa, de acuerdo a lo que había podido ver en sus numerosos viajes como polizón en las costas de España e Italia.

La idea que podía ser pintoresca en las costas del viejo mundo, fue rechazada por las autoridades del municipio costero bonaerense por considerar que el mismo era inviable: la playa era para tomar sol, y los bares para tomar algo. En ese entonces no se concebía poder tomar algo mientras se descansaba en la arena.

El hecho que el coloso de tumbes quedó pegado en la costa. Con poco dinero para gastos pero con muchas ganas de disfrutar de la playa, un ámbito que le recordaba con mucho cariño a su paraje natal.

Una tarde, mientras charlaba con unas señoras sexagenarias que compartían un mate con facturas en el balneario “Sol y Playa” de Las Toninas, Demian vio con su “ojo de lince acuático” que dos jóvenes habían perdido la estabilidad y como doscientos metros mar adentro estaban siendo arrastrados por la corriente. Intentó ubicar al bañero pero justo en ese momento el guardavida había ido al baño. Este era su momento. El había nacido en Tumbes, la ciudad con más relación con el mar del Perú. El agua salada también corría por sus venas. Casi todos los habitantes de Tumbes se desenvolvían más que bien en el mar.

Casi todos…

Allí fue Demian al trote con su malla de lycra amarilla al rescate. Parecía que estaba todo bien, que tenia controlada la situación, cuando de pronto, una ola lateral lo arrastró hacia el oeste haciéndole tragar aproximadamente180 cc de agua salada (1), eso le hizo perder momentáneamente la línea, la ola en retirada lo hizo revolcar y a partir de ese momento, Demian estuvo mas en peligro que los dos jóvenes que iba –teóricamente- a rescatar.

Demian se perdió. El agua lo arrastró. Como las ancianas no lo vieron meterse en el mar, nadie se percató del peligro y nadie avisó finalmente al bañero. Los dos jóvenes que al parecer se estaban ahogando, salieron sin ningún inconveniente minutos después.

Pasaron los días, Demian por alguna extraña razón del destino permaneció inconsciente durante más de una semana, flotando a la deriva en el océano atlántico. Increíble. Sin alimento, sin agua, definitivamente un milagro.

Una madrugada, casi de repente volvió en sí. Aunque no podemos aseverar su conciencia plena, creemos que el hambre lo despertó y lo encontró totalmente entumecido por la temperatura del agua, flotando casi agonizando. Vio una luz blanca frente a sí y pensó que estaba ingresando al paraíso (Esta figura fue recurrente, el lector encontrará en el blog una historia anterior de Demian cuando fue aplastado por mas de un centenar de latas de sardinas una carretera de los Estados Unidos, en donde se hace referencia a una sensación similar).

El agua salada había mutado la coloración de la epidermis de Ferrante, tornándola gris violácea.

Sus manos, por la acción de los residuos arrojados en ese sector del océano, especialmente en su unión con el Río de la Plata, se encontraban envueltas en un film de nylon (2), pegado a sus dedos por restos de petróleo.
Es fácil recordar que en gran parte de la costa Argentina es esa época, eran usuales los derrames de desechos derivados del petróleo en distintas densidades, que si bien no alcanzaban a dañar el ecosistema local, usualmente teñían las aguas y arena de las playas con un tono negruzco.

El tema es que Demian avanzaba hacia esa luz, sin la posibilidad de poder restablecerse ni al menos ubicarse. Era una mañana gris, por lo cual tampoco pudo orientarse con la salida del sol. En realidad estaba tan turbado que no hubiese podido establecer su posición por más que estuviese parado en Corrientes y Florida (3).

De golpe y casi violentamente, Ferrante sintió que su andar se detenía violentamente. Como si fuese atrapado por algo. Al instante su cabeza comenzó a tejer un sinfín de creativas alternativas para justificar lo que estaba ocurriendo… Después de todo, Demian era escritor, o por lo menos escribía (lo cual dicen sus detractores que no es lo mismo)... Y algo de imaginación tenía que tener.

Me atrapó un tiburón…me atrapó un delfín… me atrapó una ballena…me atrapó un pulpo…en fin, opciones muy creativas no le surgieron.

Con el tiempo se supo que esas reacciones estaban regidas por un cuadro febril de casi 41 º C, que no lo dejaba pensar coherentemente (Aquí vuelven a surgir voces detractoras que aducen que Demian tuvo fiebre crónica toda su vida).

Lo cierto es que el Peruano Dorado se había entreverado con una red de contención utilizada por Mundo Marino (uno de los oceanarios mas importantes de Sud América, ubicado en San Clemente del Tuyú, en el Partido de la Costa Bonaerense a 8 km al norte de Las Toninas) a modo de filtro, para evitar el ingreso de basura a los estanques de sus animales.

Esto salvó a Demian porque un complejo sistema de alarmas dio parte a los encargados de mantenimiento del acuario quienes rápidamente se acercaron al lugar pensando encontrar algún cetáceo. Al ver a Ferrante (o lo que quedaba de él) no salían de su asombro.

Muerto no estaba, pero la alta fiebre y los días sin comer habían desfigurado un poco su aspecto. Si a eso le sumamos que mientras era llevado a la enfermería, balbuceaba en dialecto tumbesino, frases un tanto inconexas que como posteriormente pudimos comprobar eran fragmentos al azar de “La Biblia Peruana” podemos inferir el cuadro de nervios de sus salvadores.

La noticia del rescate de Demian estuvo en boca de los habitantes de la zona y fundamentalmente de los empleados del acuario, quienes se referían a Ferrante en forma socarrona llamándolo “El Hombre de la Atlántida”.

Ese apodo casi despectivo, incorporado por los casi 180 trabajadores de Mundo Marino para referirse a uno de los mas controvertidos escritores latinoamericanos contemporáneos, adquirió casi sin querer una trascendencia inusitada.

Por esos días, y por un intercambio comercial entre Mundo Marino y el Los Angeles Acuarium, en San Clemente se encontraba el conocido oceanógrafo americano Martin Greene, realizando tareas de relevamiento y estudio de los hábitos de la Ballena Blanca.

Martin, a quien en el ambiente se lo conocía como “Jack 2.0” por su enfermiza modalidad de trabajo inspirada en el mundialmente conocido Jack Cousteau (4), quedó ensimismado por la historia de Demian. Tipo creativo también (que a veces bordeaba lo delirante) empezó a imaginar la historia del hombre de la Atlántida. Pidió entrevistarse con Demian pero los médicos de la Sala de Primeros Auxilios de San Clemente no lo recomendaban porque Ferrante continuaba con una fiebre muy alta al momento en el que el americano tuvo que emprender su regreso a L.A.

Por este tema, Greene volvió a Estados Unidos con una idea relativamente vaga de que el hombre encontrado efectivamente tenia un origen especial. Tal fue su excitación por este tema y todas las historias que a su alrededor se habían tejido (que tenia membranas interdigitales que facilitaban su nado, que su atuendo amarillo adherido a su cuerpo permitía el deslizamiento en las profundidades con mayor velocidad, que un lenguaje desconocido le permitía relacionarse con los animales submarinos, etc.) que estuvo semanas comentando a sus allegados esta historia, mas cercana al desequilibrio emocional que a la anécdota de un viaje laboral.

Uno de los que pacientemente escuchaba el fantástico relato de Martin, fue su primo Tom Greene, durante la cena de acción de gracias de fines de 1976. Tom, era un joven escritor que despuntaba el vicio de la literatura desarrollando guiones para potenciales programas de televisión junto a su amigo Herbert Solow, que trabajaba en los estudios NBC de televisión americana como asistente de producción.

Tal vez por lo aburrido de la reunión familiar (casi todos los integrantes de la familia Greene eran mujeres de mas de 60 años), Tom comenzó a retener algunos aspectos de la historia de su primo. Si bien siempre lo había considerado un desequilibrado mental por su fascinación por pasar meses rodeado de moluscos vivalgos, Tom descubrió que su primo tal vez estaba dándole la llave hacia el éxito.

Herbert Solow –a través de sus contactos en NBC- presentó una idea para realizar una serie televisiva tomando como base la experiencia transmitida por el primo de Greene, con el relato del rescate de un desconocido en las aguas del Atlántico Sur.

En ella, Mark Harris (tal el nombre del protagonista, inspirado en Mark, pareja de Tom Greene y Harry pareja de Solow), era el último sobreviviente del mítico continente perdido. Sin dejar muy claro como, Mark aparece de un día para el otro en la superficie, con membranas interdigitales (recordar el nylon empetrolado en las manos de Demian) y la capacidad de respirar bajo el agua (recordar los días de Demian a la intemperie flotando en las gélidas aguas del Atlántico Sur), Mark se emplea para la Fundación de Investigación Oceánica para ayudar a cuidar el medio ambiente. (¿???)

“Man From Atlantis” protagonizada por Patrick Duffy (como Mark Harris), Belinda Montgomery (como la Dra. Elizabeth Merrill) y Victor Buono (como Mr. Schubert) se convirtió en la primera producción televisiva importada por la República Popular China.

La serie fue un fracaso total en los Estados Unidos. Solo llegaron a emitirse 13 capítulos entre septiembre de 1977 y junio de 1978.

Aquí surgen retractores que entre risas se preguntan si existe relación entre la aceptación de la serie por parte del público americano, la cantidad de episodios emitidos y la presencia de Demian como “actor” involuntario, como para justificar una vez más que algo relacionado al Peruano Dorado, fracasa estrepitosamente

No queremos hacernos eco de pensamientos malintencionados. Quienes hacemos este blog, cada tanto revemos los capítulos de El Hombre de la Atlántida e imaginamos la cara del Coloso de Tumbes cada vez que aparece en Pantalla Patrick Duffy.

(1) El equivalente a un pote de Serenito
(2) Similar al que se envuelve el salame y el queso en las fiambrerias de buenos Aires.
(3) Intersección de dos de las mas importantes calles del centro de la Ciudad de Buenos Aires, en donde se estima transitan en días hábiles 1.000.000 de personas y 311.000 automóviles
(4) El más importante oceanógrafo submarino de todos los tiempos.

26 enero, 2007

Blade Kramer en: "Invasión Extraterrestre"

Lo prometido es deuda.. Aquí les mostramos el comic ideado por la Fundación DFK para darle verdadera "entidad" a la persona de Ferrante Kramer y promover su "imagen" a través del mundo.

El primer fascículo - único hallado hasta el presente - se tituló "Invasión Extraterrestre", y muestra a Demian en todo su esplendor. Se cuenta que con esta pequeña historia, la Fundación intentaba por aquel entonces posicionar uno de los tantos aspectos de la jugosa personalidad del coloso tumbesino: su "faz negociadora"... Y demostrar asimismo el ingenio que desplegaba para enfrentar cualquier adversidad, por más temeraria que ésta fuera.

Pero basta de cháchara!!!... Que el comic habla por si solo.

PD: si no se entendiera la resolución de la historia, no duden en dejar su comentario en esta Entrada. Gracias.



Demian, el Embajador

¿Cómo se hace para defender un mito que por el desarrollo de su propia historia, se desbarranca constantemente?... Más allá de los constantes esfuerzos de sus seguidores por defenderlo a capa y espada si es necesario... ¿Cómo sostener la figura de un personaje frente a los incesantes avatares cronológicos que con mucho descaro muestran el fracaso como moneda corriente?.
Aún no encontramos la respuesta pero seguimos enfrascados en eso. Mientras tanto, queremos compartir una historia que vuelve a mostrar al Coloso de Tumbes mano a mano con el éxito pero finalmente abrazado al fracaso: Demian, el embajador.
Todo surge cuando Carmelo Roncaforte y Elvio Pavón, jefe y subjefe de la Biblioteca popular de Villa Martelli sobrevivían a su turno una noche de verano de 1978. Mientras hojeaban libros del estante de material sin calificar del segundo subsuelo fueron a dar con una publicación que contaba la historia de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la Soberana Orden de Malta, una de las más antiguas órdenes religiosas católicas, fundada en Jerusalén alrededor del año 1050, actualmente reconocida por las naciones como un ente independiente de Derecho Internacional.
Aquel libro decía, entre otras cosas, que la misión de la Orden está definida en su lema "Tuitio Fidei et Obsequium Pauperum", o "La defensa de la Fe y el servicio a los pobres".
El material agregaba, además, que La orden de Malta era reconocida internacionalmente y sus funcionarios contaban con cargos diplomáticos. Si bien la orden no contaba con un territorio geográfico, y por ende no podían desarrollar una economía sustentable propia, contaban con un Jefe elegido por un Consejo Pleno de Estado. De esa forma, el esquema ejecutivo se asemejaba a un sistema parlamentario, que a través de embajadores en más de una centena de países, representan las actividades de la Orden en todo el mundo.
Poca gente debería ir en ese entonces a la biblioteca en Villa Martelli por la noche, porque Roncaforte y Pavón tenían mucho tiempo para perder delirando con propuestas mesiánicas para salvar al mundo. Ambos estaban convencidos que desde la literatura podría salir la fuerza necesaria para guiar a la humanidad por un nuevo camino.
En fin, ésta es –como hemos visto en este blog en varias oportunidades- una muestra más de que en Villa Martelli hay gente que a lo largo de la historia ha perdido sus cabales considerablemente.
Ávidos consumidores de cerveza negra, pensaron que si existía una Orden de Malta, tranquilamente podría existir una de Cebada…y por que no, con sede en Villa Martelli, con embajadores en todo el mundo, pero en vez de un Consejo pleno que eligiera un jefe, podrían ir entre ellos intercambiándose el poder cada –por ejemplo- dos años.
Descabellada la idea, pero los dos bibliotecarios sabían que la vida era una utopía. Durante el primer trimestre de 1979 estuvieron reclutando voluntarios. Básicamente alumnos que asistían en el turno diurno a la biblioteca, en fin, todo estado necesitaba personal administrativo.
Roncaforte hizo una guardia de dos meses en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto para obtener un número de personería jurídica, el cual fue sistemáticamente rechazado al no contar con un objetivo claro. Algunos empleados de ese organismo, dicen recordar las carcajadas de la empleada de turno que atendió a Carmelo cuando este le explicaba el motivo de su presentación.
Finalmente y casi por lástima, algunos empleados que se habían encariñado con Roncaforte, gestionaron una personería jurídica como Organización No Gubernamental como para que el pobre sexagenario pudiera volver a dormir a su casa. Y a partir de ahí este movimiento decantó en la mas confusa pero explosiva entidad de Villa Martelli. Sin tener claro hasta este momento como se fondearon, Roncaforte y Pavón cursaron invitaciones a más de 420.000 personalidades internacionales para formar parte de la Orden de Cebada.
Tomaron los datos de autores de libros disponibles en la biblioteca, y robaron una gran cantidad de bases de datos nacionales e internacionales. Desarrollaron una Declaración de Principios y trazaron una Visión y una Misión para la entidad, que no podemos transcribir porque, según nos informaron, sólo era conocida por los integrantes del grupo y no pudimos obtener declaraciones de ninguno.
Todas las tardes antes de entrar en la biblioteca, Pavón pasaba por el correo y consultaba la casilla postal que había sido citada como dato de respuesta a las personalidades invitadas y nada… siempre estaba vacía hasta el 4 de marzo de 1981, cuando llegó una carta. Si bien primero pensaron que se trataba de un error, luego confirmaron con estupor que la misiva era correcta... Alguien había contestado. Sin detenerse en el remitente, Pavón destrozó el sobre y tomo en sus manos una hoja de papel oficio que en letra manuscrita decía:
Sres. Carmelo Roncaforte y Elvio Pavón
Comité Internacional de Relaciones Diplomáticas
Soberana Orden de Cebada
Casilla de Correo 69 Correo Central
Suc. Villa Martelli, Buenos Aires
Tengo el agrado de ponerme en contacto con ustedes para agradecerles su comunicación de fecha 01/12/1980 en relación al ofrecimiento del Cargo de Embajador de la Suprema Orden a la cual representan e informarles que acepto gustoso el Convite.
Les pido me confirmen que llevo y cuando empezamos.
Saludo a Ustedes muy atentamente.
Demian Ferrante Kramer
Escritor, periodista y Actor (1)

Ellos lo sabían. La rueda había comenzado a girar.
El 2 de junio de 1981, Demian se presentó en la Biblioteca de Villa Martelli acompañado por Walter Liberatti –aunque Walter niegue que haya estado presente en dicho evento- a prestar juramento. Justo esa tarde había desinfección por lo cual no pudo encontrar ni a Roncaforte ni a Pavón, pero sus ganas estaban intactas. Telefónicamente realizó el juramento y se aprestó a recoger sus credenciales en el Ministerio de Relaciones Exteriores, para asistir como primera actividad como Diplomático de la flamante orden de Cebada.
No encontró la documentación respaldatoria en esa repartición estatal, pero eso no lo amedrentó. Viajó en barco como lo hizo en su juventud a Inglaterra para el casamiento del Príncipe Carlos con la princesa Lady Diana Spencer. –a realizarse el 29 de julio de 1981 en la catedral londinense de Sanit Paul-.
Las puertas se le abrirían, Demian era Embajador; la orden del Common Well lo estarían esperando... Él sabía que esta vez sí, sus sueños se harían realidad.
En una valija que el consideraba diplomática llevaba un traje gris, con camisa celeste y corbata al tono, dos calzoncillos, un par de medias, una caja de garoto comprada en el freeshop de Ezeiza –que no le iban a confiscar porque el era Embajador- y sendas esquelas oficiales firmadas por Pavón y Roncaforte quienes en su carácter de Presidente y Vicepresidente de la Orden de Cebada respectivamente, saludaban al Príncipe Carlos y a Lady Di, a la Reina Isabel y al Arzobispo de Canterbury, quien oficiaría la ceremonia religiosa.
Muchas fueron las peripecias que Demian tuvo que sortear para llegar a la Catedral de Saint Paul, y a cada una de ellas, maldecía embrabuconado…ahora el era un embajador internacional TENIA QUE PODER PASAR!!
Llegó a Ludgate Hill, la avenida donde se encuentra la pintoresca catedral, que sin duda es uno de los emblemas de la City londinense. Saint Paul's Catedral, fue devorada por un incendio en 1666 y reconstruida exactamente igual por el arquitecto Christopher Wren entre1675 y 1710.
Esa tarde por cada centímetro cuadrado de concreto, había un personal de las fuerzas de seguridad. Un gentío esperaba por sus monarcas, cientos de miles de personalidades de todos los ámbitos…y en el medio de ellos…Demian.
Llegó el momento. No quedó claro porque pero Demian no pudo pasar…intentó usar sus últimos peniques en un teléfono publico, tratando de contactar a Pavón o a Roncaforte, a fin de subsanar los temas necesarios para su acreditación, pero fue en vano.
Su misión de entregar las misivas salutatorias no podía fallar. Del otro lado del cerco policial, vio la cesión de fotos de los novios. Ese no era el problema, ya podría entregar las cartas destinadas a ellos en la recepción oficial en el Palacio de Buckinham, después de la ceremonia.
Pero no fue hasta que vio ingresar a la Reina Isabel, que supo que ése era su momento. Con la carta en la mano, corrió saltando entre los periodistas. Esquivó cual ágil atleta a los policías y llegó frente a la Reina ante el estupor generalizado… En ese instante se inclinó frente a la noble anciana y le dio un beso en la mejilla mientras iniciaba su presentación: "Soy Demian Fe…"
No pudo terminar. Cuatro empleados del MI5, el Servicio Secreto Inglés se abalanzaron sobre él y en un instante –y por la feroz golpiza recibida- Ferrante se desvaneció.
Demian fue llevado inconsciente a la cúpula de la catedral donde fue esposado y torturado para determinar los verdaderos motivos de su acercamiento a la reina. Mientras Ferrante balbuceaba su explicación, los integrantes de la fuerza británica no salían de su asombro por la incoherencia de lo que estaban escuchando.
Pasó la ceremonia y los guardias del MI5 dejaron a Demian inconsciente, esposado al campanario de la Catedral de Saint Paul. Fue imposible que lo llevaran al cuartel general porque su estado era calamitoso y ninguno quería cargar con un sumario por lesiones a un extranjero.
Demian fue encontrado días después por el Abad Joan Majors, quien lo llevó a la Abadía y curó sus heridas. En una entrada futura, narraremos la forma en la que Demian tuvo que pagar con actos la solidaridad de un grupo de monjes de clausura en la Abadía de Saint Paul. Al reponerse de las heridas provocadas por el MI5, Demian volvió a Villa Martelli, en busca de explicaciones.
Llegó a la biblioteca buscando enfurecido a Roncaforte o a Pavón. Se encontró con que ambos habían sido removidos por problemas psiquiátricos. Al frente del turno noche, había ahora un joven afro americano que por un intercambio cultural estaba estudiando en el país. Demian, haciendo gala de su personalidad cosmopólita, se dirigió al muchacho, como seguramente lo harían los jóvenes del bronx neoyorquino: Hola soy Demian Ferrante Kramer hermano…”, a lo que el joven le contesto casi sin mirarlo “agarramela con la mano”.
(1) Nunca quedó claro de donde sacaron Roncaforte y Pavón los datos de Demian ya que nunca se le conoció un domicilio fijo. Se dice que allegados a la Fundación DFK que usualmente visitaban las instalaciones de la Biblioteca, descubrieron el plan de los bibliotecarios e informaron de esto a Demian.

25 enero, 2007

Dionisio, el maldito de los Kramer

Mucho se ha hablado de la familia Ferrante Kramer en este Blog, pero creemos que aún no lo suficiente. Así como sabemos que de ella surgieron personas de la catadura moral de Demian, el célebre clan de Tumbes también se ha caracterizado por prohijar al más vil depositario del odio.

Acaso nacido de la envidia o los celos, vaya uno a saber, lo cierto es uno de sus integrantes, Dionisio, compuso su propia sinfonía de odio, una melodía macabra para un solo espectador, su hermano Demian, único destinatario de tanta inquina.

Según los biógrafos de la popular familia tumbesina, el encono de Dionisio con Demian data del día del nacimiento del Maestro... Pero convendría primeramente hacer un poco de memoria al respecto para situarnos en tema...

El primogénito de los Ferrante Kramer fue Dionisio, nacido el 5 de octubre de 1929; Demian no nacería sino hasta cuatro años más tarde, también un 5 de octubre, al igual que Duilio (1) y Danilo (2), pero estos dos últimos de 1935 y 1937, respectivamente... Doroteo era objeto de veneración y festejo en Tumbes por su precisión suiza en cuanto a las fechas... Y como no se lo veía con reloj de muñeca, hasta corrió un chiste sobre el asunto.. Se decía que para echarse polvos tan exactos, lo usaba alrededor de la poronga.

Pero volviendo al tema, Duilio y Danilo nunca causaron mella en Dionisio; por el contrario, quizás odiar tanto a Demian había generado en él un contrapeso de amor para con sus dos hermanos menores, como una forma de resarcirse y encontrar redención y perdón más allá de este mundo.
Su problema era exclusivamente Demian. Dionisio había sido el primero, el favorito, el elegido, el mimado de sus padres. El único, pero hasta ese nefasto 5 de octubre de 1933, justo el día de su cuarto cumpleaños. El que no pudo festejar jamás, porque todos estaban en el sanatorio vivando a su querido hermanito.

A partir de aquella trágica fecha, las miradas se dirigirían hacia otro lado. Los regalos, los dulces, las golosinas y las ternuras serían para el pequeño Demian... “Mirá como mastica la galletita, el goloso éste” (se dice que de allí surgió que le dijeran Coloso, no de sus méritos como escritor) o “Éste sí que va a salir bueno!” (cuando garabateaba boludeces sobre una hoja), eran frases recurrentes en Doroteo que, si bien estaban dirigidas a su esposa, tenían un segundo destinatario: Dionisio.

En la medida que Demian concitaba más y más atención, la maldad y la bronca crecían en Dionisio. Cada vez era mayor la presencia de una turbidez maligna en la casa. Podía hasta presagiarse un cercano plan de venganza. Sin embargo, y para asombro de muchos, los primeros años se desarrollaron bastante normalmente en la residencia de los Ferrante Kramer.

Apenas algunos incidentes menores como el increíble autoencierro con candado dentro de una hielera, la inexplicable explosión de una granada dentro del inodoro (lo que le produjo el primer desgarro anal), o la inesperada invasión de una docena de ofidios venenosos a la cama del pequeño Demian, fueron todo lo ocurrido por entonces.

La debacle recién habría de ocurrir durante la adolescencia de Dionisio... El primogénito de los Ferrante comenzaría a dar señales preocupantes. Pero sucedía que tanto Felisa como Doroteo no podían pensar que dentro de la cabeza de Dionisio se estuviera produciendo un desequilibrio semejante.

Los años transcurrieron, y la partida de Demian de Tumbes en los años ’50 ayudó a recomponer el lugar de privilegio de Dionisio dentro de la familia. No obstante, las agresiones siempre continuaron... El hecho de tratarlo de “blando de mierda”, enviarle cartas con virus de influenza, asesinar a su collie Fami y asarla en un ritual familiar, no acudir en su auxilio cuando casi muere electrocutado arreglando las guirnaldas del árbol de navidad, o los tantos desplantes en frustrados reencuentros, fueron tan solo atemperados comportamientos de quien quiso siempre mantener la línea para parecer la víctima y no el victimario.

Ya con 73 años de edad, son sobradas la pruebas de que Demian es un completo perdedor. No existen razones valederas para envidiarlo; por el contrario, si algo resulta difícil de aceptar es que pueda existir una persona capaz de amar el fracaso.

Sin embargo, la lucha sin cuartel no cesa. Dionisio, en otro intento por destruir a su hermano, desde su empresa de alimentos para mascotas (3) ideó un nuevo juguete comestible. Mejor dicho, un mordillo para perros con la forma de Saddam Hussein, muy de moda en estos tiempos.

Si se presta la debida atención, se podrá apreciar que el modelo utilizado guarda un gran parecido con nuestro cíclope literario. ¡La gran puta que se odian, carajo!!

(1). Duilio es dueño del Morrison Medical Center, uno de los tres centros para el tratamiento de adicciones más importantes del mundo
(2). Danilo distribuye aceite de lino en San Francisco, USA. Se utiliza para lubricar los condones preferidos de la comunidad gay
(3). Dionisio es presidente de la Cadena de Alimentos para Mascotas FAMI

23 enero, 2007

Ferrante y el Comic... Hoy: "La duda"

Pocos conocen del éxito de Ferrante en el "comic", porque realmente no existió.

Como en la mayoría de los emprendimientos que inició en su vida, "Las aventuras de Ferrante Kramer", historieta lanzada simultáneamente en Perú y Argentina por la Fundación DFK, registró una escasa repercusión en el público.

Para algunos "..Una revista muy provocativa y adelantada para la época" (década del '60); para otros "... Una basura", lo cierto es que a poco de ver la luz, se apagó y quedó sumida por años en la más profunda oscuridad.

Hoy se ha convertido en un material de "culto" y bien cotizado para "coleccionistas", porque nadie posee ninguno de los 5 ejemplares vendidos, cifra sólo certificada por las autoridades de la mencionada institución quienes se jactan del alcance de aquel emprendimiento.
Como creímos que era una injusticia negarlo a nuestros lectores, hoy publicamos una pequeña tira titulada "La duda" que, como se verá, tocaba temas duros y controvertidos para la sociedad de aquellos tiempos.

Pronto, la segunda parte de esta historia.




21 enero, 2007

El entrañable "Bocón"

En aquel punto de su atribulada carrera, no era la edición de un nuevo libro lo que obsesionaba a Ferrante Kramer. Lo que para cualquier escritor hubiera sido su preocupación primera, para Demian nada significaba... Su obsesión era otra: la comida. Y no por casualidad, ni por gula o glotonería, sino por la angustia que le provocaba su eventual falta, situación que se había hecho cada vez más frecuente y nada fortuita.

Ferrante creía que su colosal figura había perdido el brillo de sus mejores tiempos... El olvido y el abandono de sus lectores lo habían convertido en un hombre huraño e irascible. Y aunque sus detractores aún hoy insistan en sostener que “No tenía derecho a tomárselas así con la gente... Siempre fue un fracaso, jamás gozó del más mínimo prestigio”, nadie se animaba a contradecir al “Coloso” por aquellos días, los peores de su vida, sin duda.

Pero, en verdad, ninguno se atrevía a contradecirlo porque todos ignoraban quién era o cuál había sido su obra... Demian era un total desconocido al que a nadie interesaba; sólo un ser flagelado por el hambre y las drogas. Un pobre loco, un guiñapo que pasaba inadvertido a la vista de todos, vestido con harapos, maloliente, y que transitaba los días como un vago, mendigando caridad.

“Comida... Comida”, se le solía escuchar decir, cuando no manoteaba directamente el bolso de alguna anciana en busca de un yogur o un pancito, excusa que le servía para ir preso y obtener alimento gratis.

Y fue en una de sus noches en prisión, que sintió que el mundo se le venía abajo. Percibió como nunca el olor a orina de sus ropas, sus uñas llenas de mugre, el hedor a un sudor de semanas. Y no pudo soportarlo más.... “Quién soy!!”, gritó, en medio de la oscuridad, ocasionando un inesperado madrugón del resto de los presos. “Callate, si querés saber quién sos, yo te lo digo: sos un boludo!!... Dejá dormir, croto de mierda!!”, gritaron algunos, a lo que Demian retrucó con “Ustedes serán unos crotos, imbéciles.... Yo soy Ferrante Kramer, el.... “, y así se quedaría Demian, con la palabra en la boca, ahogado, sin saber qué decir de él mismo... Había perdido por completo su identidad, y con ella también su talento literario.

Salió de la cárcel decidido a cambiar. “Pero, cómo?”, se dijo para adentro. Estaba hecho un desastre... Quién lo iba a querer así para algo?.

Pero la fortuna nunca le fue esquiva a Demian en situaciones extremas.... Ya hemos sido testigos de la mano que le ha tendido El Altísimo cuando se las tuvo que ver negras... Pegado sobre la vidriera de una panadería, vio aquel cartelito: “Se necesita mozo. Comida y pensión a nuestro cargo”.

“Se me dio!”, gritó en medio de la calle, asustando a ocasionales transeúntes. “Voy a tener comida segura, al menos”, se dijo, y puso en marcha la primera fase de su plan: “Tengo que mendigar algo de ropa para estar presentable”, pensó, y se dirigió decidido a apretar el primer timbre que tuvo a tiro. “Luego, una ducha en algún baño público, hará el resto”, sentenció sonriente y confiado.

Esa suerte que lo acompañó desde joven al peruano, tampoco le fue esquiva en esta oportunidad. Demian consiguió armoniosos saco verde, pantalón rojo, camisa azul y sombrero negro... Y rematándola con una corbata fuxia, encaminó su marcha al sitio donde debía presentarse para conseguir el empleo.

Ya en la recepción de la empresa, Ferrante llamaba la atención. Las miradas de sus “competidores” por el puesto se cruzaban nerviosas; crecían los murmullos y corrillos. Demian, impertérrito, asistía la escena con la gallardía y el aplomo acostumbrados en una persona de su condición y linaje.

“El que sigue”, se escuchó decir, y todos, al unísono, hicieron el gesto para que pasara el ”Maestro”, aunque no le correspondiera el turno. Una vez más, el magnetismo felino del peruano causaba estragos en la gente.

Al verlo incorporarse, su entrevistador quedó subyugado al igual que sus contendientes por el empleo. Ni bien hubo transpuesto la puerta que lo dejó a solas con su interlocutor, este último espetó: “Hay que ser valiente para presentarse así....El puesto es suyo, llene la ficha”. Demian quedó perplejo, no esperaba una resolución así. Siquiera se animó a decir cuánto era la paga, ya que a lo único que aspiraba en aquel momento era a las sobras de comida de los eventos festivos a los que asistiría en su nueva condición de mozo.

“Preséntese mañana en Ciudadela, en la intersección de Gral. Paz y Autopista”, le ordenó quien lo contratara, asintiendo Ferrante con su cabeza, al tiempo que extendía su mano para un apretón que sería ignorado... Amén del desprecio, el optimismo característico del peruano cuando se le daban “las buenas”, superó el mal trago con un “No importa, lo mejor es que queda cerca de donde vivo”.

Aquella noche, bajo la autopista 25 de mayo a la altura de Villa Luro, lugar donde residía, Ferrante “jugaría al mozo” con algunas chapas, cartones, tarros de lata y botellas vacías, para no defraudar al día siguiente a las personas que habían depositado su confianza en él.

Ya había amanecido, y las horas no parecían pasar para Demian en el día de su debut gastronómico. Estaba eufórico; se había puesto sus coloridas ropas desde temprano y esperaba que se hicieran las 18 hs. para ir en tren hasta Ciudadela... “Son dos estaciones”, pensó, “Para qué sacar boleto”, se dijo, una pregunta que se hacía siempre, aún cuando no tuviera dinero para comprarlo.

Al llegar al lugar indicado, no vio ninguna empresa. En un gran terreno baldío solamente se erigía una inmensa carpa de circo. Sobre la entrada podía leerse: “Circo Dellorto Hermanos... Función a las 19 hs, todos los días”

Tímidamente, Demian se introdujo en la carpa. Estaba todo oscuro. Fue cuando gritó: “Hay alguien aquí”, recibiendo como respuesta un haz circular de luz que lo encandiló y un “Siii´´.... acá estamos Bocón!!”, estruendoso bullicio que partió desde las gradas, donde se encontraban sentados cientos de chicos.

Demian había sido confundido con un payaso. Otra vez, como cuando vistió las ropas de Australino aprovechando las circunstancias de su encierro en la bóveda del Banco Mayo (Ver entrada: ¿Quién se acuerda del payaso Australino?), Ferrante se convertía en un bufón, un personaje que le quedaba pintado, y al que accidentalmente o no recurría, habida cuenta de la confusión que originaba su colorida y ridícula vestimenta.

“Abrí la bocota... Bocón!!", se oía gritar a los gurruminos. “Abrila bien grande, así embocamos!”, agregaban eufóricos, como si ése fuera el número que estaban esperando.

Demian, desconcertado y no menos asustado, abrió su boca cuanto pudo y entre el haz de luz comenzó a ver como pequeños proyectiles se dirigían a él. Al principio, los esquivaba, creyendo que se trataban de elementos contundentes que podían ocasionarle un daño.

Pero, al dirigir su mirada al piso del escenario, se dio cuenta que se trataba de galletitas, maníes, chocolatines, caramelos y toda clase de golosinas. Fue en ese momento que comenzó a llorar de alegría, abrió su boca al extremo de fracturarse el maxilar, y como si hubiera trabajado toda la vida de hipopótamo en un zoológico, no dejó que ninguno de los proyectiles comestibles arrojados por los niños tocara el piso. Se los tragaba todos, uno a uno, así, como venían, con envoltorio y todo... “Me voy a saciar!!!”, repetía, casi ahogado por la ingesta.

Esa fue la única función de Demian en el circo de los Hermanos Dellorto. Todos sabemos que los chicos hacen algunas travesuras cuando alimentan al hipopótamo del zoológico... Cuando se terminan las galletitas y caramelos, todo vale: tornillos, tuercas, cartones, pelotitas de golf... Todo.

Demian fue internado por un tiempo en el Hospital Santojani, en Liniers... El Durand lo rechazó ni bien tomó cuenta que se trataba de él. Y por casi un mes logró alimentarse con buena comida, la que canjeó con los elementos que diariamente su cuerpo despedía de la manera en que la hacemos todos los mortales.

Ah!!... el empleo de mozo fue ocupado por otra persona, quien halló el sitio correcto. Un simpático jovencito llamado Martiniano Molina, que daba sus primeros pasos en el ambiente gastronómico.

Ferrante Kramer en Historieta: "El perdedor"

Hoy presentamos la primer historieta de Demian titulada "El perdedor". En riguroso blanco y negro, como no podía ser de otro modo para estar a tono con su patética existencia.

Más allá de su infinita capacidad para hacer de cada oportunidad una tragedia, en esta ocasión quizás nos sorprenda con una osadía sin par.

Bienvenido al comic, Ferrante Kramer!!

19 enero, 2007

Lo mejor de Ferrante Kramer (II)

Hoy los invitamos a repasar una de las historias de Demian en donde el fracaso se hizo presente en su vida como nunca.

"El visionario" es otra de esas tantas semblanzas de su infortunado trajinar.

Ah!!... Los escritores (AlexB y P. D'Orrys) pronto regresarán de sus vacaciones con nuevas hazañas de nuestro querido antihéroe.

Débora Melpene
Vocal
Fundación DFK


El visionario

Hace apenas unos días, entablamos contacto con altos directivos de la Fundación DFK, quienes nos sugirieron no seguir adelante con nuestra obra, sin antes dar a conocer un dato clave en la vida de Ferrante Kramer: su lugar de nacimiento.... Sí, todos sabemos que fue en Tumbes, Perú, un 5 de octubre de 1933. Pero la Fundación se refría al preciso lugar donde Felisa, su madre, lo dio a luz.

Como las sugerencias de la Fundación son como mandatos para nosotros, cumplimos en informarles que Demian no nació en un hospital, ni en un sanatorio ni en su casa, como todos podríamos llegar a imaginar. Fue parido en una plaza, un día lluvioso y gris. Una plaza muy peculiar, de cuyos “sortilegios” hablaremos más adelante.

Se preguntarán qué tiene que ver esto con la nota de hoy?... quizás mucho, quizás nada, ... veremos. Ahora, vayamos al tema que nos ocupa .... apenas una corta historia.

A principios de los ’80, Ferrante no mostraba aún signos de la debacle moral a la que ingresaría su vida pocos años después. Todavía estaba entero, íntegro. A punto de retirarse el último presidente de facto, Bignone, en Argentina ya se podía respirar el despertar de las masas. El advenimiento de la democracia traía nuevos aires, y con ella el renacer de las artes: la música, las letras, el cine y el teatro.

De todas ellas, la que más había tomado vuelo era la música, y Demian sabía que ahí había lugar para él, para lo suyo.

Por esa razón, solía frecuentar un barsucho ubicado en Sarmiento y Rodríguez Peña, donde paraban la mayoría de los músicos “under”, los que recién comenzaban. Su estrategia era “entablar contacto”, y qué mejor lugar que ése para hacerlo!, se decía.

Y lo hacía de manera simple, acercándose a la mesas con su pesado laúd, el mismo que le había regalado su padre en Tumbes (1), quien a último momento no pudo acompañarlo en su travesía por el mundo cuando Demian decidió dejar su tierra natal.

Piadosa, la joven concurrencia del lugar le permitía cantar y “tirar sus ideas”, como Ferrante decía. Para saber de ellas, este cronista reporteó al dueño del bar, Darío Fabián Kempes (pariente lejano del goleador del Mundial de fútbol del 78), quien presenció las anécdotas.

Kempes cuenta que “ .... Una vez lo invitaron a Demian picar unos manices y palitos a una de las mesas con tal que dejara de tocar esa porquería... sonaba como la merda!. Eran 3 muchachos de unos 20 años, jodones, como todos a esa edad. En un momento comienzan a tirarse migas de pan, palitos y aceitunas entre ellos... era habitual que boludearan así, más cuando se tiene unas copas de más. Fue ahí cuando Ferrante entró en la joda.... tomó los 2 sifones que había sobre la mesa y comenzó a mojarlos a todos al grito de “Soda, soda... soda estereo!!”. Uno de los presentes era nada más y nada menos que Gustavo Cerati, que a raíz de esa anécdota bautizó así a su grupo... ¿qué me contás nene??.”

Kempes me sigue asombrando con una de no creer: “Ah!!... tengo otra: a sus más allegados, los de confianza, Demian tenía la contumbre de darles pequeños golpecitos en la panza.... alternando sus manos, como la Mona Giménez, pero más rapidito. Lo hacía de puro cariñoso que era, nomás; y decía al ritmo que los daba: ZAS!, ZAS!... Recuerdo que al que lo tenía de punto con ese yeite era al tano Miguel ... sabés quien era: Mateos!!!. ¿Qué me contás nene??”

Y me revienta la cabeza con otra.... mortal!!: “Escuchá ésta que es para coleccionistas!!!. Faltaba una pierna para el truco porque les había fallado el patilludo ése, y lo invitaron a jugar a Ferrante. Como había morfi en la mesa y siempre andaba cagado de hambre, se prendió como huérfano a una chota (2). En una de esas el loco de Ferrante grita FLOR, pero un pelado del otro equipo le responde, “CONTRA FLOR AL RESTO”. Demian la pensó un poco y sonriendo en joda dice: “CONTRA FLOR, A LO SUMO”. Todos se rieron de la broma, menos uno que se quedó pensando. Era el pelado al que saludó con un “Chau Luca”, cuando se retiró pasada la medianoche... ésa no la entendí, pero igual tengo una foto...mirá!!, éste era el pelado”, y agrega “¿qué me contás nene??”.

El viejo Kempes no entendió esta última, porque no reconoció al pelado de la foto. Era Luca Prodan, otro que también sacó provecho del “don mágico” de Ferrante.

Como ven, tres sencillas anécdotas, bien cortitas, pero que lo dejan bien parado. Tal como era él: un seco, bonachón, medio garronero, sin visión de futuro, pero con brillantes ideas.

Ideas que nunca aprovechó para sí, pero que significaron mucho para los demás y para la historia grande de la cultura, aunque de él no se hable nada. Por eso existe este Blog, para recordar lo importante que fue esa vida suya, signada por la mediocridad. ¿Una frase final para concluir esta historia? .... se me ocurre: “Demian Ferrante Kramer.... un gran hombre meado por los perros!”.

Ah!... me olvidaba!. Les dije que había nacido en una plaza, no?.... con muchos sortilegios. Efectivamente, estaba llena de “sortilegios”, de todos las formas, aromas y tamaños. Casualidad o fatalidad del destino, la cuestión es que Felisa lo parió en el canil. Y no fue en un día lluvioso... Lo que pasa es que la arenita siempre estaba muy húmeda allí.

(1). Años después, en un allanamiento casual en la pensión de Constitución donde vivía, descubrieron vieja droga en el interior de su pesado laúd. Su padre había intentado usarlo como mula, pero se acobardó a último momento y no viajó con él.

Nota: Nunca voy a poder olvidar las últimas palabras de Don Kempes antes de retirarme del lugar: “¿Qué me contás nene?”

17 enero, 2007

Lo mejor de Ferrante Kramer

El staff de escitores del Blog de Demian se encuentra tomando un merecido descanso veraniego. Y como es habitual en vacaciones, nadie hace nada... Siquiera recordar al Coloso de Tumbes.

Por esa razón, se me encomendó seleccionar algunas de las mejores historias de Ferrante, y reeditarlas. En esa búsqueda encontré "Miseria y vergüenza en Salt Lake City", una exacta pintura del infortunio de nuestro amigo.

Y en poco días más, una nueva historia inédita del Maestro!!. Hasta pronto!!

Andrés Peredo
Encargado de Limpieza
Fundación DFK


Miseria y vergüenza en Salt Lake City

Los sucesivos fracasos a los que se enfrentó Ferrante Kramer durante gran
parte de los ‘60 – el incendio del depósito donde estaban sus discos junto a Biggy Teicher o el litigio por los derechos de autor de varios de sus libros, por citároslo algunos – lo sumieron en una profunda depresión, agravada por innumerables problemas financieros

Sin un peso en el bolsillo y muerto de hambre, se trasladó a dedo desde Reno, Nevada, a Salt Lake City, imaginando mientras caminada por la ruta, que un nuevo lugar le renovaría las ganas de vivir y le abriría el camino de retorno a las letras que tanto añoraba.

La embestida por detrás de un Ford Mustang cuando estaba a menos de 20 millas de sus destino, truncó en segundos ese sueño. Otra vez la suerte le entregaba la carta equivocada.

Lisiado por meses, sin seguro social, y “atendido por caridad” (aceptó que su imagen en el hospital fuera utilizada para un comercial del gobierno de turno que publicitaba sus logros en materia de salud para los inmigrantes latinos), al salir del nosocomio intentó conseguir trabajo como periodista o en algo ligado al medio, y lo logró.

Las poesías que comenzó a escribir a la vera de la Iglesia de St. Matheus, y las dádivas que a cambio de su entrega le dispensaban los parroquianos del lugar, le permitieron a Ferrante, en aquella etapa de su accidentada vida, hacerse de un modesto emparedado diario y comprar un poco de brandy barato.

Pero, luchar contra la desesperanza no es sencillo, y la balanza se le inclinó otra vez hacia el alcohol, su único refugio; ese “Cable a tierra” – como él decía - que lo habría “enterrado” seguramente en poco tiempo, si no hubiera sido bendecido aquella misma tarde por una milagrosa “limosna” de manos del productor de cine porno, Steve McLogan.

Ferrrante conservaba aún la misma ropa que el día que ingresó a Salt Lake City, ocho meses atrás. Sucia, maloliente y destruida por doquier, llamó la atención de Mclogan, quien no pudo evitar dejar de apreciar lo bien dotado que estaba ese sujeto, y aún recuerda: “... Advierto que tiene la bragueta baja y carpeteo.... fue entonces cuando veo eso!... y no pude creer el largo y ancho que tenía!!.... y ojo que el tipo estaba dormido, aclaro .... y hacía un frío de cagarse, aclaro de nuevo porque es importante!!”.

De esta época, a la que la Fundación DFK denomina “ignominiosa o infame”, son sus libros cortos - todos ellos llevados al cine -: “Hondo y profundo”, “Racimos Hot Dog” (o "Racimo de garompas", como se la conoció en latinoamérica), “A que no sabés que te trajo Papá Noel” (ver foto de las postales que se entregaba a la entrada de los cines) y “A la crema, a la crema!”.

Mclogan – multimillonario a estas alturas – no cesa de decir: “... Hice toda mi fortuna con las películas en las que trabajo Demi (así lo llamaba) ... y con los guiones que me escribió. Antes de conocerlo yo no era nadie...se lo debo todo”. Y agrega: “...Trabajó por la comida... aunque se echó los suyos y la disfrutó, pero nunca quiso asociarse conmigo porque decía que no le veía futuro a la cosa ... todo un visionario!!!”.

Se cuenta que aún hoy, un supuesto heredero de Ferrante Kramer residente en Chile recibe un cheque por 100 dólares todos los meses desde los EE. UU, de Salt Lake City para ser más exactos ... Viene siempre dentro de un sobre, sin remitente, y en el frente puede leerse: “Gracias Demi”.

15 enero, 2007

El Centro de Sanación de la Mente Ferrante Kramer

El Centro de Sanación de la Mente Demian Ferrante Kramer quizás haya sido la empresa más faraónica llevada a cabo por la Fundación DFK, y uno de los proyectos más osados desarrollados en Latinoamérica en los últimos 50 años. Muchos aún recuerdan el emblema de la “Rosa” que identificaba a aquella institución.

No todo ha sido malo, paupérrimo y penoso en la vida de Demian. También han habido historias como ésta, majestuosas por donde se las mire, que dan cuenta del porqué el apellido “Ferrante Kramer” es reconocido en todo el mundo.

Si bien la faceta bizarra de Demian, su inclinación al ridículo y esa morbosa ansiedad por lo público lo llevaron más de una vez a vincularse con personajes de dudosa reputación (Tony Kamo, Tusam, Pocho La Pantera, Mitch), es indudable – al menos para nosotros - que el genial peruano siempre fue mucho más que un escritor, mucho más que un artista. Demian desde pequeño supo de sus poderes, de su capacidad física sin par, y de su embrujo sobrenatural que cautivaba a todo ser viviente que estuviera cerca de él.

Y los que lo rodearon también supieron de ello, y le temían. De ahí que muchos se empeñaran a lo largo de los años en denostar su figura con chabacanas historias que lo mostraban como un idiota, un pobre tipo, o un fracasado de mierda.

Pero los que creyeron en él, como Walter Liberatti, Presidente de la Fundación, estuvieron siempre pendientes de colocar al peruano en el sitial de privilegio que las circunstancias de la vida le habían negado. Y es merced a la convicción de hombres como Liberatti, Lozano, Vargas, Vergatiesa, Medina y Nabini, todos miembros de aquella institución, que el Centro de Sanación de la Mente Ferrante Kramer es recordado aún hoy como uno de los mayores esfuerzos de Demian en pos del prójimo.

Por él pasaron miles de personas de decenas de países con dolencias diversas, a las que el peruano atendió personalmente, demostrando así que él estaba donde tenía que estar, y hacía lo que debía hacer. Miles de personas que entraban desconsoladas, y que salían con su Biblia Peruana en mano, sintiendo que portaban la salvación de sus vidas, un objeto santo que les abriría el camino a la felicidad espiritual. Todavía hoy los lugareños recuerdan las impresionantes campañas de marketing que realizaba la institución para promocionar la venta del libro cumbre de Demian.

El Centro de “La Rosa”, nombre por el que también se lo conoció, funcionó en Denver, Colorado, durante casi un año. Aquellas personas que pasaron por sus claustros, que presenciaron el poder del “Maestro” durante meses, leyendo su Biblia doce horas diarias; que mantuvieron prolongados ayunos para purificar sus cuerpos y sus mentes... Aquellos, son los mismos que hoy le rinden culto a su figura magnánima desde un lugar similar: El “Denver Psiquiatric Disorder Institute”, un dispensario de hombres y mujeres con trastornos mentales severos.

Ninguno de los que pasaron por aquel Centro de Sanación Ferrante Kramer obtuvo cura alguna, al menos eso afirman los médicos a cargo de los pacientes. Aunque este grupo de científicos aún hoy no ha encontrado respuesta al porqué de semejante devoción por el peruano y su Biblia, la que no es abandonada en ningún momento por sus discípulos.
Últimamente, agentes de la DEA parecen haber hallado una respuesta al enigma, al descubrir restos de cocaína en la tinta utilizada en la impresión de los ejemplares de la Biblia Peruana que Demian entregaba a sus fieles.

Las pistas parecen acusar a Ferrante Kramer como el autor del hecho, aunque también se sospecha de quien fuera su impulsor, Leberatti, y de un socio inversor hasta hace poco tiempo oculto tras las sombras de la burocracia, pero que no sería otro que el primogénito de la familia Ferrante Kramer, Dionisio, de cuyo odio por su hermano Demian todos conocemos por historias anteriores.

Demian nunca ocultó que su escritor preferido fuera Umberto Eco. Aún se recuerda lo que dijo en ocasión de haber leído “El nombre de la rosa”: “Es un libro que me hubiera gustado escribir... Lástima que ya haya sido escrito!!... Pero me servirá como modelo e inspiración para alguna de mis obras, seguramente!”.

14 enero, 2007

Traidores!!... Ferrante no se vende!!

No todos los que formamos parte de la Fundación Demian Ferrante Kramer somo iguales. Los hay probos, como nosotros, y de los “otros”... Los que han “probado de todo”, y utilizan a esta asociación como plataforma de despegue de sus proyectos personales.

Quisimos aclarar este punto de entrada, porque últimamente parece ser que solo tienen acceso a este Blog los señores Liberatti, Cardozzo, Penetieso y compañía, a nuestro juicio una “banda”, que se dedica a sacar provecho de la colosal figura del “Peruano Dorado”, nuestro querido Demian, a quien rendimos culto a través de este modesto medio.

Y como no somos partidarios de la calumnia ni de la injuria, en esta entrada exhibimos tres imágenes bajadas de Internet, de sendos sitios dedicados a la compraventa de objetos varios, en donde Walter Liberatti y Saverio Penetieso – este último, nuestro escribano; una vergüenza!! – publicaron en venta un ejemplar de La Biblia Peruana, la obra maestra de Ferrante Kramer.

Además de tratarse de un material de incalculable valor, nuestro enojo responde a que ninguno de los que también formamos parte de la organización, y me refiero tanto Genaro Konla, Gonzalo Iacava, Fulvio Lamasa o quien les escribe, Faustino Mano, jamás hemos leído tan sólo una página de tan preciado ejemplar... ¿Quién tuvo en su poder una Biblia Peruana alguna vez?... Nadie!... No se la encuentra por ninguna parte, ésa es la verdad.

Si alguno de los lectores de este Blog tuviera unos pesos para comprarla y luego donarla a la Fundación, le estaríamos sumamente agradecidos.

De todas formas, tengan mucho reparo al hacer la operación, ya que es posible que se trate de un fraude. Y lo decimos en ambos sentidos, ya que también resulta probable que se sientan defraudados al leerla.

Lamasa – Konla – Mano - Iacava
Facción Disidente Fundación DFK

11 enero, 2007

Un chiste de Ferrante

Lo contó como un chiste, para cancherear entre los miembros de la Asociación de Escritores de Villa Martelli... Y no era para menos: decía que le iban a entregar el Premio al Escritor Desconocido, mérito que pocas veces cuenta con la presencia del homenajeado, ya que en la mayoría de las oportunidades no llega a enterarse.

Es terrible el fracaso de algunos, no?. Pero Demian parece tomárselo con humor. Aquí, en la foto, junto a otros ilustres desconocidos que competían por el mismo galardón sin saberlo, miró a la cámara y nos dijo: “Si gano, me vuelo las pelotas!”.

Y perdió!... Es un fenómeno, acierta todos los fracasos.

Aquí, el chiste (lo conocíamos, anda mucho por la Red, pero como Demian le cambió el final, decidimos publicarlo):

"Anoche tuve una pesadilla. Una pesadilla terrible. La más horrible que se pueda tener. Cuando me levanto de la cama y me miro al espejo, descubro que soy negro.

Rápidamente, busco mi foto en el DNI y confirmo que soy de ese color!!. Señor, no puede ser!!... Me siento hecho mierda en una silla y... La puuta madre!!!.. Es una silla de ruedas.

Además de ser negro, también soy discapacitado... Pero, es la pura verdad!!, me grita alguien detrás de mí, con fuerte acento español. Es mi novio. Lo que me faltaba!!. Soy marica y encima con un novio gallego!!. A continuación, mi novio me pregunta: “Mi amor, has visto mi jeringuilla?”

¡Dios!!... Negro, discapacitado, trolo, con novio gaita y adicto. Desesperado, empiezo a gritar, a llorar, a tirarme el pelo y.... No!!.... Soy pelaaaadoooo!

Suena el teléfono. Es mi hermano: “Desde que papá y mamá murieron lo único que haces es drogarte y quedarte todo el día sin hacer nada!!”... “Sos un reverendo pelotuuudo!!.... Ay, noo!!….Mamá, papá!!....¡¡Soy huérfano!!!

Intento a mi hermano explicarle lo difícil que es encontrar un trabajo cuando se es negro, discapacitado, homosexual, con novio gallego, drogadicto, pelado y huérfano, pero no lo consigo... Porque de golpe me quedé mudo. Trastornado, cuelgo el teléfono, y con lágrimas en los ojos me acerco a la ventana para mirar el paisaje.

Vivo en una villa, hay millones de casuchas de chapa a mi alrededor, y siento una puñalada en el pecho... Es el marcapasos!!!

Además de ser negro, discapacitado, maricón y con novio gallego, adicto, pelado, huérfano y cardíaco ... Sí... Soy pobre... Qué más me falta... Dios!!!

En ese momento, se acerca mi novio, con su peluca rubia enrulada, su minifalda de cuero celeste y los labios pintados de anaranjado y me dice: “Solcito, cariño, mi vida, bombón de dulce de leche....No te acordaste que hoy es tu cumpleaños?”.

Ahhh!, me dije... “Una buena, por fin!!!
“Amor... Te compré un libro.... La Biblia Peruana, de Ferrante Kramer”

Nooooo!!!, de Ferrante Kramer, nooo!!. Me banco todo, pero La Biblia Peruana.... Noooo, por favooor!!!

Cuentan que nadie se rió del chiste. Ninguno de los presentes había sentido jamás hablar de la Biblia Peruana ni de Ferrante.