28 noviembre, 2011

La Iglesia Ferrante Kramer – Parte 5/7

- “De ninguna manera!”, gritó Liberatti…. “… Vos, Kellner, que no tenés ni 6 meses de antigüedad en la Fundación, te nos venís con que te querés llevar al Peruano para reflotar tu iglesia familiar, y todo porque se dieron una serie de casualidades?... Pero, lo peor… Para qué querés a Demian, si no tenés intención de prorrumpirla en su nombre sino en el tuyo??... Arreglátelas solo, armate tu iglesia vos solo!!... No vengas a romper la armonía que reina en este grupo de seguidores honestos y de la primera hora, entendiste?”, retrucó…

- “Eso, andate a Perú solo, y dejalo a Demian en Martelli, que ya está grande para ir de un lado a otro..”, agregó Dobetti…

Fue cuando Kellner irrumpió en llanto...

- “Es que solo no puedo, no puedo, necesito estar asistido por una autoridad religiosa de mi tierra…. DEMIAN!”, dijo a modo de confesión…

- “Autoridad religiosa?... Vamos, aclará, ruso… que me parece que escondés algo!”, sentenció Liberatti con inusitada autoridad…

Así, en medio de un lloriqueo desesperado, Kellner se redimió… De sus estudios en Perú había descubierto un viejo manuscrito que versaba sobre la existencia de una dinastía conocida por la sigla DFK.

- “Yo lo relacioné con mis iniciales y mis antepasados, e intenté llevar adelante lo que podría denominarse una profecía que…”, lo interrumpió Walter…

- “Profecía?... De qué hablás?”

_ “Lo que escuchás, Walter… Una cita religiosa que hablaba de que quien invocara unas runas (1) en INKA SIMI, el lenguaje que sorprendentemente conoce Demian, obtendría conocimientos jamás imaginados por el hombre…La sabiduría universal!...”,exclamó extasiado… Pero, lo intenté, y NADA!!... No soy yo la persona indicada!”

- “O se trata de una superchería estúpida!”, retrucó Liberatti…

- “Puede ser, Walter, no lo niego, quizás esté persiguiendo una quimera… Pero, hoy… lo que sucedió don Demian, todo esto no puede ser casual!!... Para mí se trata de un mensaje de arriba. Por esa razón quiero que Demian me acompañe a Cuzco; después de todo, yo correré con todos los gastos”

Desoyendo todo consejo, Demian palmeó la espalda de Kellner, y le dijo: “Estoy en sus manos, haga de mí su instrumento para llegar a la verdad!”.

Una velada sonrisa de triunfo iluminó el rostro del ruso Kellner…

Continuará…

(1). Escritos antiguos, palabras, grafías o símbolos mágicos de algunos pueblos.

25 septiembre, 2011

La Iglesia Ferrante Kramer – Parte 4/7

Minutos después, y merced de las últimas gotas de la petaca de ginebra de Penetieso, Demetrio volvió en sí…

- “Señor Ferrante Kramer!”, lanzó de pronto…”Usted tiene que venir conmigo a Cuzco!... Tengo que llevarlo a conocer el templo que perteneció a mi familia…. Aunque ya me inclinaría a decir NUESTRA FAMILIA, Demian…”

A la mención de “nuestra familia”, se produjo un silencio sepulcral. Todos enmudecieron. Y no era para menos… Que el ruso supiera de historia precolombina, era normal, aún para alguien de Villa Martelli… Que tuviera familiares en Perú, también. Pero que fantaseara con ser pariente del Peruano Dorado sonaba a delirio; además, era un antecedente peligroso para los integrantes de la Fundación... No fuera a ser que Kellner se les viniera con reclamos de propiedad intelectual por el uso de las iniciales de la entidad, o que tuviera intención de sacarle el lugar a alguno...

- “Pará, ruso, no delirés!”, lanzó Liberatti… “… Me parece apresurado sacar conclusiones así porque sí”, replicó a viva voz, como para ponerle un punto final al tema. Pero, fracasó…

- “No, no estoy loco, ni mucho menos!.... Señor Ferrante, Demian, si me permite… Yo me hago cargo de los gastos; pero quiero que se prepare y nos vayamos ya mismo si fuera posible!... Hace años que estoy esperando esta ocasión… Algo me decía que no era casual mi presencia aquí este día!... Se trata de una jornada histórica en mi vida!... Creo que, juntos, vamos a poder realizar el sueño de NUESTROS antepasados”, dijo Kellner, pluralizando, “… Poner de pie el antiguo templo familiar, la IGLESIA de los FK”, exclamó abstraído…

- “De los Ferrante Kramer?”, inquirió Liberatti….

- “No, de los Faber Kellner, por? … A qué viene la duda?, dijo, sorprendido….

Todos se lo quedaron mirando, especialmente Demian…

Continuará…

28 agosto, 2011

La Iglesia Ferrante Kramer – Parte 3/7

- “Ché, ruso, qué te pasa ahora?”, exclamó Liberatti. No había terminado de explicarles cómo era ese asunto de Demian y su pasado guerrero, cuando el trance se apoderó nuevamente de él…

- “Perdón, un detalle que olvidé….”, dijo el ruso de improviso… “… Como me dijeron que se llama Ferrante?... Al nombre completo, me refiero…”.agregó.

- “Demian Ferrante Kramer”, respondió Aguirre Caspa…

- “Muchachos!”, dijo Kellner, “… Me parece que estamos en presencia de algo grande, las casualidades se suman, y eso nos indica que estamos transitando el camino de la historia, la que se va a escribir dentro de unos años. Con la única diferencia que seremos los protagonistas, y no simples lectores…

Lo dicho por Demetrio causó estupor. Nadie se imaginaba protagonista de un hecho histórico… Sí, de una crónica policial, de un bochorno barrial, de una quiebra fraudulenta… pero jamás de estar incluido en un libro de Felipe Pigna…

- “Quizás pocos sepan cuál es mi nombre completo, me llamo DEMETRIO FABER KELLNER… No les dice nada…?”.

Liberatti fue el que dijo: “Uia!!... Tiene las iniciales DFK, igual que Demian!”

- “Así es, muy bien Walter!”, felicitó el ruso al ex presidente de la Fundación…”… Pero, lo que seguramente no conocen, es mi vinculación con la cultura incaica… me refiero a que yo soy descendiente directo de una familia peruana, los FABER KELLNER, que han tenido por costumbre o tradición, llamar a todos sus descendientes con nombre inicializados con las letras DFK…En mi familia, ninguno de mis parientes tiene nombre que no comiencen con la letra D”, dijo…

Demian, quien parecía no escuchar, dio pruebas de todo lo contrario…

- “Igual que en mi familia!... Todos nos llamamos Demian, Dionisio, Dante, Duillo, Doroteo, Daniel, Diego…”

No había concluido la nómina, cuando se escuchó un ruido. Era Kellner, había caído al piso, desmayado por segunda vez…

Continuará…

30 julio, 2011

La Iglesia Ferrante Kramer – Parte 2/7

Demetrio comenzó a balbucear unas palabras que los demás no terminaban de entender, de un idioma desconocido para ellos, parecía un loco…

Entretanto, el peruano ya se les había acercado lo bastante para escuchar lo que Kellner, abstraído vaya a saberse porqué, continuaba repitiendo como un credo.

Demian, despojándose de los auriculares de súbito, miró a Demetrio y le dijo:

- “Inka simi?”

Fueron las primeras y últimas palabras que escuchó del peruano… Inmediatamente, se le quebraron las piernas y sobrevino el desmayo..

- “Ché, agárrenlo al ruso!”, gritó Aguirre Caspa, mientras Liberatti, Dobetti y Penetieso hacían ingentes esfuerzos por incorporar la monumental estructura de Kellner, de más de metro ochenta de estatura.

Como a los 5 minutos, y gracias a los vapores de una petaca de ginebra que Penetieso sacó del bolsillo de su pantalón, Kellner se recuperó del vahído. No obstante el haber recobrado su capacidad motriz, continuaba desvariando como sumido en un trance…

- “No puede ser!.... Sería una en un millón!... No puede ser real!”

Demian, mientras tanto, simplemente observaba desde una posición ideal. Alejado, como un mero espectador… Nos atreveríamos a decir, como si entendiera qué estaba sucediendo allí…

- “Maestro!”, gritó Dobetti, “… Pero, dígame, qué fue lo que le dijo al ruso para ponerlo así!”

Ferrante solo atinó a decir: “No sé!”, y sonrió…

- “Ya estoy mejor, muchachos!...”, alcanzó a decir Kellner, “… Pero, dónde está ese Ferrante Kramer que me habló hace un rat…”

No alcanzó a terminar la frase, cuando su mirada se cruzó con la figura del Peruano Dorado. Quien minutos antes le había parecido un ganso, un payaso de un circo cerrado, una piltrafa, un imbécil, se erigía ante él como un “tótem”, un semidiós…

- “Señor Ferrante, creo que no es casual que nos hayamos cruzado”… Y mirando al grupo, prosiguió…

- “Para que me entiendan todos… Si bien casi no me conocen, ustedes saben que además de jugar al ajedrez, muy mal, por supuesto, me dedico al estudio de historia precolombina, especialmente al idioma de esas culturas… Puedo confesarles que es casi la única razón por la que me uní a la Fundación: los libros de historia precolombina que tienen…”

- “Ah!, los que donó mi hermano unos meses antes de fallecer!”, interrumpió Sandro Dobetti. Y continuó el ruso….
- “Y entre los más antiguos antecedentes de esas corrientes indígenas a las que he podido acceder, se encuentran unas crónicas peruanas conocidas como “Cantares épicos incaicos y quipus”… El pueblo incaico, como pueblo joven y guerrero en pleno período vital de expansión y de fuerza, cultivó la poesía heroica, como estímulo para la guerra organizada por su aristocracia guerrera…”

Todos los presentes, no muy cultos al respecto, intentaban seguirlo a Demetrio…

- “Los cronistas españoles explican en sus libros cuáles eran los ritos del triunfo entre los Incas… El vencedor de los enemigos del Cuzco –ya fuesen los Chancas, los Andahuaylas o los Collas– era recibido por la población en medio de grandes hurras, danzas y canciones, alabando sus acciones y agradeciendo al Sol. Una de esas canciones a las que tuve el honor de acceder en una de mis últimas expediciones al Machu Pichu, me vino a la mente cuando el señor Ferrante Kramer venía caminando hacia nosotros… No sé la razón, pero comencé a tararearla…”

La intriga se había apoderado del grupo. Si bien no entendían una jota de historia, que el Peruano fuese el motivo de semejante alboroto, y ellos sus seguidores, los llenaba de orgullo y expectación…

- “Pocos entendidos, entre los que me incluyo, conocen el idioma antiguo con el que ha sido escrita su prosa, el INKA SIMI, o LENGUA INCA, cual su traducción expresa… El señor Ferrante Kramer me susurró al oído esas palabras, y me desmayé de la emoción… Aún estoy consternado!... Creo que estamos ante de la presencia de un descendiente directo de esa aristocracia guerrera incaica…”, dijo, y se detuvo súbitamente, como si hubiera visto un fantasma…

Continuará…

05 junio, 2011

La Iglesia Ferrante Kramer – Parte 1/7

Demian lucía orgulloso su walkman marca Crown de la década del ’80. Lo había conseguido en una barata de Villa Martelli, junto con un par de auriculares que parecían dos cacerolas atadas con cinta adhesiva.

Iba en dirección al Círculo de Ajedrez local, donde lo habían convocado para festejar el aniversario de su encuentro con Bobby Fischer, algo que como tantas cosas de su pasado no recordaba, pero que sabía eran buenas oportunidades para comer algún sánguche de miga e ingerir una bebida alcohólica.

- “Allí, viene!”, se le escuchó decir a Rellenesi, dueño del locutorio ubicado enfrente de la entidad.

- “Dónde?”, inquirió Demetrio Kellner, ocasional concurrente y pésimo jugador....

- “Ahí, no ves al que viene caminando para acá?... “

Y la verdad, para qué mentirnos, la pregunta de Demetrio no había estado de más. El personaje que componía Demian aquella tarde era tan monigotesco, que nadie en su sano juicio esperaría que un esperpento así fuera el “gran maestro” que alguna vez había hecho tablas con Fischer...

- “Ése?... Ése es Ferrante Kramer?... El que hizo tablas con Bobby?”, repreguntó asqueado..

- “Bueno, tablas, tablas propiamente dichas, no, Demetrio!...”, reflexionó.... “... En realidad fueron tablas, pero de queso, mortadela y palitos salados...”... Ferrante hizo de mozo aquel día.... El que jugó fue el gordo Rubinstein, y perdió por afano”

- “Entonces, qué festejan, me quieren decir?”, gritó indignado Kellner, “... Para esto me hicieron venir!... Podría haberme quedado en la biblioteca, leyendo historia precolombina que es mi pasión... Son unos imbéciles!”

- “Bueno, che!... No es para tanto, si querés irte, te podés ir!.... Nosotros nos bastamos para bancarlo al peruano!... No necesitamos hacer bulto con gente que no sienta orgullo por lo nuestro”, sentenció Rellenesi.

Todos los presentes asintieron, levantando su brazo en alto, cual saludo fascista...

- “Disculpá... Peruano, dijiste?”, balbuceó Demetrio

- “Sí, qué tiene?... Aparte de hincha pelotas, malhumorado y amargado sos xenófobo?”, saltó Liberatti, callado hasta ese momento.

- “No, no me mal interpreten!”, se atajó el ruso.... “... Sucede que creo que por algo me tocó estar hoy aquí...”, dijo

Todos se lo quedaron observando. Tenía la mirada perdida...

Y aquel personaje que minutos antes había juzgado como un tremendo pelotudo por su manera de vestir, caminar, pero más aún por esas “cacerolas” que pendían de sus orejas, parecía ahora revelársele ante sus ojos de manera diferente.

La razón de ello.... sólo Kellner la sabía.

Continuará....

07 mayo, 2011

Una tarde en el zoo – Ultima parte


Todo daba la impresión de estar saliendo según lo planeado, cuando de pronto el simio comenzó a ponerse un poco raro. Como si hubiera percibido algo fuera de lo habitual. Y comenzó a dar vueltas alrededor de Demian.

Ferrante advirtió que algo andaba mal, y comenzó a saltar, semejando a un monito. Estaba poniéndose nervioso, pero quería que la bestia no se diera cuenta de su impostura.

- “Bueno, vamos, calmate gorila!”, exclamaba Demian a los saltitos... “Pará de dar vueltas, sentate!”. Pero no hacía más que incomodar y excitar más al animal.

Demian no se daba cuenta, pero era su “voz” lo que despertaba esa conducta en el animal. El gorila reconocía la voz de su amigo, la voz del Peruano Dorado… El mismo al que había acariciado hacía tan solo unos instantes... Y tan caprichoso como irracional, quería a Demian nuevamente con él, quería recuperarlo.

Pero los monos no pueden razonar como los seres humanos... No podía darse cuenta del embuste, del disfraz. La bestia creía que Demian estaba dentro de su nueva compañera, escondido en alguna parte de su cuerpo, o que quizás devorado por ella. Y enloqueció…

Cuando las autoridades de la Seccional de Bomberos llegaron al lugar donde se encontraba Ferrante Kramer, ya habían pasado más de 40 minutos. El orangután fue dopado con dardos tranquilizantes disparados por un rifle especial; tres dardos dieron antes en el peruano, lamentablemente.

Demian tenía el disfraz casi intacto. El simio no había podido desgarrar su ropas; solamente le había desprendido la capucha superior -dejando la cara y la cabellera del peruano al descubierto- , y un pequeño trozo de tela de la parte posterior, por debajo de la cintura, que dejaba traslucir un slip colorado que Demian utilizaba aquel día.

- “Uy, mira, parece el culito de un monito de verdad”, dijo uno de los bomberos que cargaba a Demian sobre la camilla.

Sí, lo mismo pensamos nosotros. A decir por las palabras del profesional del rescate, es difícil dudar acerca del destino del Gran Ferrante Kramer durante aquella jornada trágica.

Esa tarde, Gerardo Sofovich, administrador del zoológico, y afecto al juego y a las cábalas como pocos, dilapidaría una fortuna en el Casino marplatense. Su número: “Colorado el 7!!”
 
FIN

09 abril, 2011

Una tarde en el zoo - Parte 3/4

Sí, allí estaba el Peruano Dorado, controlando al animal como un mago. Quizás fueran su abundante pelambre o su cabellera las que atraían la atención del animal. Vaya uno a saber!

No importaba mucho cual fuera la razón de ese embrujo, lo valioso para los dueños del emprendimiento era que el Peruano Dorado dominaba a su antojo al animal, y eso había despertado en ellos una idea tan descabellada como esperanzadora...

- “Estás pensando lo mismo que yo, Cárdenas?, preguntó Oliva a su socio.

- “Creo que sí, jefe”, respondió.

- “Andá a buscar el traje, Cárdenas, está en el depósito.... Te dije que lo íbamos a utilizar alguna vez más, no?... Aunque no pensé que fuera bajo estas circunstancias”, señaló mientras Cárdenas se dirigía hacia el lugar en busca del material.

Cárdenas y Oliva habían tenido hacía un mes atrás una “pertusa” con un par de mocosas, a las que habían prometido contratarlas como empleadas del zoológico. Para deslumbrarlas, los veteranos se habían gastado una fortuna en regalos, e incluso disfrazado de “Maguila” y “El correcaminos”.

Oliva miró a Demian y le espetó: “Te querés ganar unos pesos, peruano?... Hay 200 pesos por tan solo un par de horas jugando a la Mona”.

Demian ya se había orinado del susto. Seguía adherido a los barrotes de la jaula, sostenido por el orangután que no dejaba de acariciarle el pelo como si se tratara de una Barbie.

- “Sí, sí, pero haga que esta bestia me suelte, por favor”, suplicó Ferrante.

- “Ok”, respondió el Presidente del zoológico...

En minutos Demian fue liberado. Una golosina con un poderoso somnífero arrojada a la bestia hizo que cayera dormida, y el peruano aprovechara para zafarse.

Cárdenas y González Oliva le expusieron a Demian el Plan. Debía disfrazarse de “mona”, y pasar un rato junto al gorila, al menos hasta que las autoridades de la Organización Mundial de Sanidad Animal inventariaran la dotación. Según ellos “... No va a ser tan difícil, el mono parece haberse encariñado con vos, peruano... Tu olor, tu voz, tu pelo, no sabemos qué, pero tenés al animal fascinado”, aseguraban ambos.

Demian, desesperado por alimento y algún dinero, quería convencerse... Escuchaba con atención cada argumento de Cárdenas, cada palabra de Oliva. Además, él ya había tenido experiencia con animales. Muy bien no le había ido, pero... “Qué le puede hacer otra mancha más al tigre!”, pensaba.... Finalmente, aceptó.

Hacía un calor tremendo aquella tarde, y el disfraz apretaba; era sumamente incómodo. Además, debía aguantar el olor a chivo que le había dejado Oliva, ya que no lo había lavado desde la festichola.

- “Bien, bien, Peruano!... A ver, pegate unos saltitos y hacete algunos ruiditos simiescos!”, gritaba Cárdenas, medio alentándolo y otro poco cagándose de risa por adentro. Verlo al Coloso literario más grande de Latinoamérica investido en la piel de un chimpancé, era una imagen difícil de olvidar. Y escucharlo hacer “Umm!.. Umm!”, como un mono tití, casi una ofensa al buen gusto.

El gorila se había acercado al Demian- simio y parecía haberse producido una buena química entre ellos. Hasta parecía que la bestia sonreía con su nueva pareja.

- “Qué tal, muchachos.. ¿Parezco un mono?”, decía Demian desde el interior del traje, mientras saltaba y hacía “monerías”.

- “Sí, peruano, parecés un mono, más que un mono!... Parecés un... “, y se guardó la respuesta. Ferrante parecía un pelotudo….

Continuará…

12 marzo, 2011

Una tarde en el zoo - Parte 2/4

Demian se quedó esperando un rato dentro de las oficinas, y a los minutos apareció el que debía ser el Presidente del Complejo...

- “Por fin amigo!!!, gracias que llegó!”, exclamó un corpulento personaje, mucho más trajeado que el anterior.

- “Algo le habrán anticipado de lo ocurrido, no?... Venga, voy a mostrarle”, le dijo amablemente a Demian, entretanto aparecía un tercer hombre en escena, al que presentaría como Cárdenas, el encargado de logística del zoológico.

Demian se dejaba llevar como un carrito de supermercado. No entendía una pepa qué mierda pasaba. Tampoco le importaba. Habrían caminado unos 200 metros cuando Cárdenas y el Presidente detuvieron su marcha...

- “Mire, señor... Cómo se llama usted?... Qué maleducado soy, no me presenté ni le consulté por su nombre!... Soy González Oliva, usted?.."

- “Ferrante Kramer, señor... Demian Ferrante Kramer, para servirle”, respondió el Coloso tumbesino.

- “Mire señor Kramer, tenemos un grave problema... Inauguramos hoy una nueva gestión del Zoológico capitalino, y tuvimos una tragedia de magnitud.... En un rapto de locura temporal, aparentemente, el gorila asesinó a su compañera, Rosita”.

- “Ah, pobre!!”, exclamó Demian.

- “El tema no sería para tanto, si no fuera porque en horas nomás vamos a recibir la visita de autoridades de la Organización Mundial de Sanidad Animal. Un hecho como el ocurrido sería el acabose para nosotros y este emprendimiento comercial. Estaríamos perdidos. Nos revocarían la licencia. Gracias a Dios que contamos con usted”, dijo González Oliva.

- “Y por qué yo?”, replicó el Peruano completamente perdido...

- “Porque gracias a su mona, vamos a poder abrir sin problemas, y a sacar a toda esa chusma de la puerta de entrada que tanta mala prensa nos hace”, sentenció.

- “Señor, ya le dije al otro que lo de la mona era historia antigua... Que la había dejado afuera… No estoy borracho, señor!!... Y terminemos con esto... Dígame, me va a dar o no algo de comer o alguna moneda?... Para qué me cuentan todo esto que no me importa?”, dijo Ferrante, harto de participar de un obra que no entendía.

González Oliva maldijo en voz alta al encargado de seguridad: “Vargas, y la reputamadrequete parió... A quién me trajiste?”. Entre tanto, Oliva miraba al peruano con odio. No tenía nada que ver, pero ante la ausencia de Vargas que se había borrado, era una perfecta víctima para desquitarse.

Demian le vio la cara a González Oliva y sintió miedo. Tanto, que retrocedió sin darse cuenta que se acercaba peligrosamente a la zona de exclusión del mandril. Un ámbito prohibido donde con sus brazos el animal puede alcanzar a un visitante.

Demian suplicaba clemencia...

- “Por favor, entienda, a mí me hicieron entrar, y yo entré porque pensé que me iban a tirar un sánguche… algo!... No tengo la culpa que haya sido todo una confusión”, y era cierto el lamento del peruano, él era una víctima inocente de las circunstancias.

No había terminado de justificarse, cuando Cárdenas, el encargado de logística le indicaba con disimulo a Oliva observara lo que estaba sucediendo...

Aquella bestia que hacía horas había dado muerte a su compañera de jaula sin causa aparente, había abrazado a Demian con una ternura pocas veces vista en un animal salvaje. Demian desconcertado, no sabía cómo sacársela de encima, y solamente atinaba a repetir “Salí Rogelio, salí Rogelio”, seguramente en estado de shock ante el recuerdo de su salida de Tumbes, allá por los años ’50.

Cárdenas y Oliva no entendían la reacción de Demian, pero veían que el Peruano Dorado tenía fascinado al animal. Y eso era lo que les importaba. Desde que había dado muerte a Rosita, el simio no reconocía ni a los cuidadores, y atacaba a quien quisiera acercársele. A todos, sin excepción.

Pero allí estaba Demian, controlándolo….

Continuará…

15 febrero, 2011

Una tarde en el zoo – Parte 1

El gentío no dejaba ver qué sucedía adentro. Pero todos murmuraban y comentaban que había pasado algo terrible.

Las puertas del zoológico capitalino estaban entreabiertas; no se dejaba más que salir a las pocas personas que quedaban en su interior. Todas ellas mostraban el mismo ceño, estaban horrorizadas.

Ferrante Kramer tenía una debilidad por Palermo... “Palermo me inspira, de allí salieron mis mejores cosas”, afirmaba Demian siempre que se encontraba con sus pares de letras. Sus detractores, en cambio, discreparon siempre con él: “Más que haberle salido sus mejores cosas, en Palermo le han entrado con las peores cosas”, aludiendo sarcásticamente a sus noches de alcohol y travesaños, sus dos más claras adicciones.

No obstante existir opiniones encontradas en relación con la actividad del Peruano en ese barrio porteño, lo cierto era que Demian se encontraba allí ese día. Entre toda esa gente.

Quizás, buscando inspiración para “sus obras”, como solía decir el titán peruano. O más precisamente buscando “sobras”, en algún tacho de basura... Lo más probable.

- “Eh, usted!”, se escuchó gritar desde adentro del zoológico. El hombre que reclamaba la atención de ese “alguien” que estaba entre la multitud, no dejaba de hacer señas. Sin embargo, nadie respondía a su llamado...

- “Señor, señor!!... “, se le escuchó decir a una mejer, “... Creo que le hablan a usted!”, agregó, mientras señalaba al hombre de traje que lo llamaba, puertas adentro del zoo.

- “¿A mí?... ¿Se refiere a mí, señora?, preguntó el interpelado...

Aquel sorprendido no era otro que Demian Ferrante Kramer. Y quien demandaba su presencia, un alto ejecutivo de la empresa a cargo de la explotación del zoológico.

Demian se acercó con sigilo, tímidamente. Quizás por su apariencia, quisieran convidarle con alguna moneda, pensó.

- “Sí, amigo, me llamaba?”, inquirió Demian, “::: Tiene algo para mí?”, preguntó.

- “Sí, pase, porqué se quedó ahí dando vueltas?... Cree que tenemos todo el día para resolver esto?”, le recriminó el trajeado al Peruano.

Demian no entendía qué pasaba, pero tentado por la curiosidad, se dejó llevar por su mecenas casual... Mientras caminaban rumbo a lo que parecía ser la administración del Zoo, el enigmático personaje no hacía más que hablar por el handy, asintiendo...

- “Sí, lo encontramos, señor.... No!!... Debe haber dejado el animal en alguna camioneta, ahora le consulto, OK, corto y fuera!”, dijo por el walkie talkie.

Demian escuchaba, pero no había caído en la cuenta que se referían a él...

- “Dígame, entiendo que la mona la dejó afuera, no?”, interrogó el hombre sin nombre.

El Peruano Dorado se asombró del buen olfato de su compañero de caminata. Había bebido la noche anterior, pero casi no tenía aliento a alcohol. Cómo se habría dado cuenta que había dormido la mona, se preguntó. No obstante, rápido para esas lides, actuó con astucia. No fuera que por una tontería se perdiera la oportunidad de recibir algún mango o un poco de morfi.

- “Esteee... Sí!, la dejé afuera, cómo la voy a traer conmigo... Tendría que estar loco.”

- “Está segura afuera, no?”, repreguntó dudando el funcionario...

- “Sí, maestro, pero el que tiene que estar seguro es usted, si no, me voy”, aludió Demian, intentando desconcertar a su oponente.

- “No, está bien, le creo... Venga, pase, en unos instantes lo va a recibir el Presidente del Holding... Estamos en un grave problema”, confesó sin darse cuenta a Demian, aunque el Peruano no registraba nada de lo que le decían.

Continuará…

09 enero, 2011

El cine, nuevos rumbos - Última Parte

- “Amigos!, me costó un montonazo conseguir una carnicería abierta pero me las ingenié!!! Compartamos juntos un rico asado!!!!!”, dijo a los gritos frente al estupor de los invitados.

- “¿Demian…es carne de vaca?”, preguntó Shim a punto de romper en llanto.

- “Si!”, contestó el peruano algo sorprendido…"No encontré carnicerías abiertas porque las vacas van vivas por la calle así que elegí la primera que encontré y la carneé en el fondo…"

Shim se desplomó. A partir de ese momento amigos…la hecatombe. (2)

Los invitados se lanzaron contra Demian con una furia endemoniada. Hombres y mujeres sin distinción se subieron a las mesas buscando justicia. Ferrante no entendía nada y mientras comenzaba a buscar un resquicio por donde escapar de la golpiza que en efecto sabía recibiría, gritaba sin tener claro que pasaba:

- "Aguanten que las achuras vienen demoradas"

Shatyajit Ray, el director de la película, tal vez entendiendo la buena voluntad del peruano y suponiendo que el gran error se debía únicamente al hecho de desconocer las costumbres hindúes, lo rescató de la que sin dudas seria la reprimenda mas grande dada a un occidental en la India de los últimos 50 años.

Lo fue arrastrando simulando que lo golpeaba hasta su auto y lo escondió en la cajuela. En un español paupérrimo le dijo:

- "Tranquilo, Demian, estarás a salvo". Tal vez en el apuro, Ray no escuchó que desde adentro del baúl, Demian le contestó: "shukriya, Dhanyavaad" (4).

La furia de los invitados duró algo más de una hora. La Casa de Shim –que fue derivado a un hospital cercano por su descompensación- quedó destruida, el parque incendiado casi en su totalidad. La policía informó que hubo más de 30 detenidos, se dijo que Demian había muerto en la revuelta pero nadie confirmo oficialmente haber encontrado el cuerpo.

El peruano fue trasladado en el baúl del auto de Ray por un par de días por cuestiones de seguridad. Al salir, estaba en un pequeño puerto de Gujarat , al oeste de Bombay frente a un carguero de bandera Rusa. Quien había sido su director y productor en esta aventura del cine hindú –tal vez perdonándolo- lo esperaban con una sonrisa franca.

- “Este es Dimitri” –dijo Shim, balbuceando, y aún recuperándose de la descompensación sufrida- “… Capitán del barco carguero… Son amigos, ellos lo sacarán por su bien del país. No es que no queramos, pero por su bien no vuelva a pisar la India. Su imagen esta en todos los periódicos”.

Los tres se fundieron en un abrazo. Hubo sollozos. Ray le dijo al oído…"Demian…vos sos un grande…gracias por todo!!"

Ferrante los soltó, volvió a agradecer y se paro frente a Dimitri, quien cariñosamente lo tomo de la mano. "Vamos Demian", le dijo, y juntos subieron al barco. Ferrante se agarró la cabeza tal vez imaginando lo que podría sucederle en ese barco al abandonar la India.

La historia soñada por Shim quedó trunca y el se retiró del negocio cinematográfico.

Viajó a Italia y abrió una heladería en Roma. Nunca más se supo de él. Shatyajit Ray con el tiempo se convirtió en el director hindú mas conocido de la historia contemporánea, destacándose su film "PANTHER PANCHALI", una historia rural centrada en un niño bengalí llamado Apu que daría lugar a una trilogía. Fuertemente influenciada por el neorrealismo italiano, se cree que Ray introdujo en sus más de cuarenta películas, algunos conceptos mamados directamente de boca del Peruano Dorado en su accidentada experiencia conjunta.

Demian navegó en el carguero ruso más de 6 semanas y llegó finalmente a Panamá, pero los detalles de su viaje son tan complejos que los compartiremos con ustedes en una historia en el futuro.

FIN

(2) Bollywood fue el nombre que con el tiempo se conoció en el mundo entero a las películas indias realizadas por numerosos estudios fílmicos en la ciudad India de Bombay, la capital de esta poderosa industria que lanza más de un centenar de films al año (rondando las tres horas de duración cada uno), que tienen un seguimiento masivo y cuyas pluriempleadas estrellas, pobladores del imaginario Bollywood, son poco menos que idolatradas por el público y la prensa nativa.

(3) Las vacas son sagradas en la india. Son el símbolo de todo lo que está vivo, así que para un hindú matar una vaca es un sacrilegio. El Hinduismo promueve la adoración de los animales. La vaca es concebida como la madre de la humanidad por el nutriente que suministra: la leche. Una madre amamanta a sus hijos sin esperar nada en compensación. De igual forma la vaca nos brinda su leche. Por este motivo la religión Hindú compara la muerte de una vaca con la de su propia madre.

(4) "Gracias" en hindú.