25 septiembre, 2011

La Iglesia Ferrante Kramer – Parte 4/7

Minutos después, y merced de las últimas gotas de la petaca de ginebra de Penetieso, Demetrio volvió en sí…

- “Señor Ferrante Kramer!”, lanzó de pronto…”Usted tiene que venir conmigo a Cuzco!... Tengo que llevarlo a conocer el templo que perteneció a mi familia…. Aunque ya me inclinaría a decir NUESTRA FAMILIA, Demian…”

A la mención de “nuestra familia”, se produjo un silencio sepulcral. Todos enmudecieron. Y no era para menos… Que el ruso supiera de historia precolombina, era normal, aún para alguien de Villa Martelli… Que tuviera familiares en Perú, también. Pero que fantaseara con ser pariente del Peruano Dorado sonaba a delirio; además, era un antecedente peligroso para los integrantes de la Fundación... No fuera a ser que Kellner se les viniera con reclamos de propiedad intelectual por el uso de las iniciales de la entidad, o que tuviera intención de sacarle el lugar a alguno...

- “Pará, ruso, no delirés!”, lanzó Liberatti… “… Me parece apresurado sacar conclusiones así porque sí”, replicó a viva voz, como para ponerle un punto final al tema. Pero, fracasó…

- “No, no estoy loco, ni mucho menos!.... Señor Ferrante, Demian, si me permite… Yo me hago cargo de los gastos; pero quiero que se prepare y nos vayamos ya mismo si fuera posible!... Hace años que estoy esperando esta ocasión… Algo me decía que no era casual mi presencia aquí este día!... Se trata de una jornada histórica en mi vida!... Creo que, juntos, vamos a poder realizar el sueño de NUESTROS antepasados”, dijo Kellner, pluralizando, “… Poner de pie el antiguo templo familiar, la IGLESIA de los FK”, exclamó abstraído…

- “De los Ferrante Kramer?”, inquirió Liberatti….

- “No, de los Faber Kellner, por? … A qué viene la duda?, dijo, sorprendido….

Todos se lo quedaron mirando, especialmente Demian…

Continuará…