Ferrante Kramer, ya se dijo, no tuvo una vida amorosa conocida. A lo largo de los años la prensa intentó vincularlo sentimentalmente con distintas personalidades del mundo del espectáculo y la cultura, pero el cuidado casi obsesivo de Demian para cuidar su intimidad, hizo que los intentos de los más prestigiosos medios fueran en vano. De ahi surgieron historias con Zuli Moreno, Lolita Torres, Silvia Legrand (hermana de Mirta), Victoria Ocampo y hasta con la mismísima Isabel Sarli.
Este último caso merece un párrafo aparte. Aunque DFK siempre se refirió a la voluptuosa actriz y a su marido como sus entrañables amigos, existe una historia no confirmada que cuenta que una tarde de 1958, durante la filmación de "El trueno entre las hojas" Armando Bo y DFK se cruzaron a golpes de puño. Si bien nunca pudo asegurarse el motivo, dicen algunos testigos que se negaron a dar su nombre, que el escritor peruano termino con el maxilar fracturado en dos, mientras al grito de "Perdoname! perdoname!" se alejaba del set con la camisa ensangrentada.
Creemos que nadie sabrá a ciencia cierta la verdad de lo ocurrido en los estudios de Argentina Sono Film.
Demian siempre dio a entender que su amor habia sido entregado a una sola mujer... la joven chilena Hilda Las Condes. Aunque nadie la conoció en forma certera, nunca nadie vio una sola foto de ella, DFK se empecinaba en recalcar los favores sexuales brindados desinteresadamente por la joven, llegando al artazgo de su círculo íntimo cuando mostraba enfervorizado, sendas cartas de amor escritas a máquina, con fogozas metáforas que según decía, habían sido escritas para él, por su amada damisela.
En la primavera de 1969, oficialmente confirmó que su romance con la joven chilena habia concluido y destruido por el desamor y el despecho se encerró en un conocido reducto de Villa Martelli en la Provincia de Buenos Aires a ahogar sus penas en alcohol.
Dicen los que saben que de ahi, y en ese estado, surgieron los primeros trazos de su libro "Donde estas amor de mi vida que no te puedo encontrar" que nunca pudo publicar porque cuando fue a hacerlo, se encontró que Eliseo Subiela ya habia registrado el mismo como propio.
En la foto que acompaña esta entrada, DFK brindando por enésima vez frente a los flashes de un fotógrafo aficionado, que azorado no podia comprender la importancia de la situación que estaba presenciando.
1 comentario:
ES conmovedora esta historia...el peruano sufriendo por amor!!!
Publicar un comentario