Demian no estaba preparado para la fama. Escapar de los paparazzi lo volvió huraño, malhumorado, grosero, y comenzó su lúbrica caída hacia el alcohol y la droga de moda en aquel entonces: el LSD.
Así como llovieron los ofrecimientos, las mujeres y el dinero, los rumores sobre una supuesta “enfermedad” le quitaron todo. Abatido, se presume partió hacia Italia a fines del 75 y no se supo más de él, ni en el cine ni en televisión. Algunos fanáticos que creen ver a Ferrante en hasta donde nunca estuvo, y los que alimentan el mito del “Ferrante eterno e inmutable” aseguran que fue “doble de riesgo” en algunos “spaghetti western” de Sergio Leone.
Casimiro Arenas, seguidor del malogrado boxeador argentino Carlos Monzón, a quien se le mostró una vez la foto de Ferrante, asegura que “ ... el que cae en Un dólar marcado en una balacera infernal, el que se ve de lejos, es Ferrante Kramer”.... y agrega “ ...no está en el reparto, pero te aseguro que es él; también aparece en El gringo y en Fuga en Texas... siempre se muere en menos de 3 segundos”, y se ríe cuando lo recuerda.
La Fundacion DFK - constantes encargados de mantener vivo el mito - no dejan de aportar pruebas (esta vez de dudosa procedencia) que muestran a Demian participando del septimo arte en Italia, desde donde a fines de los 70, se le perdio el rastro hasta entrados los 80.
El mito de Ferrante Kramer se agiganta día a día. Su eterna juventud, sus apariciones aquí y allá siempre igual o las fotos en las que se lo ve comiendo baba de caracol, nos siguen confundiendo y alimentan más rumores y dudas. La pregunta sigue abierta: “¿Murió Demian Ferrante Kramer en aquel julio de 1965 o es el que nos sorprenderá haciendo de policía en la próxima película de James Cameron?”
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