16 agosto, 2006

El mentado trío que no fue

Todos los que seguimos de cerca la vida del maestro Kramer, seguramente alguna vez nos preguntamos de dónde obtenía él esa cualidad alquímica, esa capacidad inagotable de transformista circense, ese don de coquetear permanentemente con el destino y de vincularse como por arte de magia a los momentos más célebres de la historia.

Ferrante Kramer, como todos los grandes en sus respectivas épocas, brillaron allí donde el público se los demandó. Y cuando no pudieron hacerlo con llama propia, se valieron de alguna artimaña piromaníaca (1).

Una anécdota que lo pinta cabalmente en este aspecto, fue la de su participación en aquel exitoso trío televisivo del vodevil estadounidense que todos recordamos con cariño. Me refiero a “The Three Stooges”, o “Los 3 Chiflados”, Moe, Larry y Ferry (en Latinoamérica conocido como Moe, Larry y Demi), que con la presencia de Ferrante se convirtió “.... en el más infame de su historia”.

La leyenda cuenta que, ya en decadencia, los únicos sobrevivientes de la afamada terna que supo divertir a multitudes durante las décadas del ’40 al ‘60, intentaron unirse a un tercer hombre sin éxito, hasta que por accidente Moe y Larry tomaron conocimiento del gracioso Papá Noel que por segunda vez interpretara Ferrante Kramer en “A la crema, a la crema!”, uno de sus filmes hardcore de los ’60, producido y dirigido por Steven McLogan.

Enterados de que Kramer aceptaría conformar el nuevo terceto por monedas, intentaron continuar la saga, logrando una fracaso resonante. La serie salió al aire a principios del 1975, y tan sólo se emitieron 3 capítulos de los que no quedó copia alguna, ya que fueron consumidos por un voraz incendio (2):

· “Ferry al agua” (una parodia en una pileta en la que Ferrante tragaba agua como un sapo y la sacaba por el ombligo, cuando en realidad el efecto – ante la falta de trucaje técnico - debió recrearlo orinando con su pene; la escena requirió el uso abusivo de diuréticos que casi mandan al otro lado a Ferrante);

· "Moe en problemas” (Moe le pide a Larry que le golpee el abdomen para demostrarle que aguanta el golpe, y aguanta; luego lo hace Ferry, quien le pifia y le da un puñetazo en los huevos a Moe; todos sabemos que Moe murió de causas naturales pero estéril como consecuencia de aquel infortunio, y

· “La bomba Ferry” (Ferrante come porotos para propulsar una nave que va al espacio – un delirio!!- y lo hace en serio (más de 2 paquetes de 1 kg). Los pedos que se tira dentro del set, causan un olor nauseabundo y descomposturas que produjeron la detención de la filiación en varias oportunidades; todos conocen la anécdota diciendo que “ ... ese capítulo fue una mierda”).

Durante el cuarto episodio, que no se llegó a terminar, denominado “Mirá que va la crema!”, Ferrante, mucho más joven que sus compañero de escena, no midiendo su fuerza física, lanza tortazos con inusual violencia, impactando uno de ellos en Larry Fine, y provocando su internación y posterior fallecimiento en mayo de ese año. La prensa tapó el escándalo, informando que la muerte se debió a un “massive stroke” (ataque masivo), en parte verdad, omitiendo solamente que fue “de tortazos”.

Ferrante, quebradizo y flojo de carácter como pocos, había conmovido a la producción de la serie con sus historias de mala fortuna, y no quisieron comprometerlo más ya que en el estado de Maryland, donde se encontraban filmando, había una vedada “caza de brujas” en contra de los latinos, y el incidente podría significarle la cárcel y hasta la pena de muerte.

Capciosamente, el autor de la idea de “no involucrar a Ferrante”, fue el propio Director del presidio, Jeremy “Cigarette” Dunhill (3) quien, consultado hoy a sus 83 años, a regañadientes confesó: “... volvería a hacerlo si se tratara de ese señor”.

Requerido acerca de si admiraba a Demian por algunas de su tantas actividades artísticas como para considerarlo tanto, Dunhill contestó: “.... en la cárcel hay delincuentes, lo sé, pero tengo un gran respeto por la vida y nadie merece morir ...... por eso no quise tenerlo al peruano preso en una celda ....con él nadie iba a estar a salvo de morir carbonizado”... y agregó sonriendo: “... jovencito ....si llegué a esta edad, fue gracias a que durante todo este tiempo jamás mencioné su fatídico nombre y porque lo tuve bien lejos, entendió?”.

Y lo dice, mientras con sus manos temblorosas intenta hacerle lugar al vicio que lo está consumiendo: el cigarrillo. Fue ahí cuando, entre el humo de su cigarro, me despedí de Pitillo Dunhill (se llama igual que el faso, qué paradoja!!), sin dejar de pensar en lo supersticioso de aquel anciano, y de cuánto Ferrante Kramer debe haber sufrido por el alejamiento y desprecio de su más cercanos.

Al día siguiente, tomé cuenta por los diarios que Dunhill había muerto (4).

(1). Se cuenta que en la “ ...última etapa de su vida (¿?)...”, y ante la frustración que le provocaba el nunca alcanzar el éxito y la notoriedad, la piromancia se le había vuelto una obsesión y su mejor recurso para ser recordado. Tenebroso, no?.
(2). La locación de la Paramount donde se filmó la serie, estaba ubicada al lado de los depósitos de Sun Records. Pericias posteriores determinaron que el fuego se inició en este último sitio; en el lugar se encontraban, próximos a salir, sendos nuevos discos de Biggy Teicher (“Mi Fe errante”) y del Duke, Ellington (“Nada queda De mí”)
(3). “Cigarette”, se traduce al español como “Pitillo”. Así se lo llamaba en aquellos tiempos: Director Pitilllo
(4). Jeremy Dunhill murió carbonizado cuando intentó encender un nuevo cigarro con sus temblorosas manos. Encontraron escrito en el piso, entre cenizas propias y del mobiliario: “.... Ferrante , mufa del orto, y la reput.....”