14 agosto, 2006

El regreso a Tumbes

Nunca ha sido tan fiel a la verdad la conocida máxima que reza: “Nadie es profeta en su tierra” como en el caso de nuestro admirado Ferrante Kramer.

Y me atrevo a afirmarlo porque en su caso, la totalidad de los habitantes de Tumbes – los de ayer y los de hoy – han preferido olvidarlo, y hasta despreciarlo por su vocación apátrida y su desapego por la tierra natal.

Pero eso no es todo. Un dato cuestionado por la Fundación DFK, pero que sin duda pinta a Ferrante de cuerpo entero por aquellos tiempos y abona el sentimiento encontrado entre éste y la comunidad tumbeña, es el que cuenta que una vez, durante un evento literario local denominado “Qué difícil es el éxito”, confesó en voz alta su sentir más íntimo sobre su lugar natal, diciendo: “ .... acá, en este pueblito, no hay lugar para poetas de mi talla”, produciendo a partir de ese día su tan demorado quiebre con los lugareños ... los mismos que lo habían visto nacer y crecer.

Lo que no sabía Demian era con quiénes se había metido. Él desconocía por completo una vieja tradición de Tumbes, la del “Guali Pachamú” (Se te caerá encima la tierra que rechazaste), que sirve para una sola cosa: “Destruir a tu enemigo con la suerte adversa y el destino fútil”. En criollo: “Nunca serás nada ni vas a llegar a ninguna parte” ..... tremendo, no?

Conociendo apenas retazos de la vida de este campeón literario, parece que la maldición funcionó, y cómo!.

Demian se enteró de lo del “Guali Pachamú” muy tarde. Fue luego de su segundo recital con el Duke Ellington, y en esa ocasión en trío con Biggy Teicher, también malogrado por un rayo que destrozó la usina eléctrica de Albuquerque, ciudad en la que se llevaba a cabo. Aquel día, un coterráneo suyo - que prefirió no ser mencionado en esta nota por las dudas – lo puso al tanto del “trabajo” que le había hecho años atrás el poderoso grupo “Tumbes Esotérico”, inclinado hacia la magia y la superchería.

Ferrante estaba maldito y no lo supo nunca.... Se le cruzaron por la cabeza los cientos de fracasos de toda una vida, las decenas de accidentes sin explicación, los litigios, las peleas, y tantas otras desventuras que tuvo que padecer, como simple espectador de una obra en la que se está “para el cachetazo...”, como él decía.

Ferrante le inquirió al peruano una respuesta sobre “cómo salirse del Guali Pachamú”, a lo que éste accedió inmediatamente (1). La “prueba de amor y arrepentimiento” que Ferrante aceptó ofrendar para librarse del gualicho es un poema que hoy reproduce en exclusiva este Blog dedicado a preservar y difundir la persona de este épico escritor.

“Soy de aquí, no soy de allá” (2)

Me fui de este pueblito,
buscando las altas cumbres,
y hoy vengo rendido,
a mi vieja tierra, Tumbes.

Cuando inicié mi partida,
llevé conmigo tu lumbre,
pero viví en la oscuridad,
por haberte negado, Tumbes.

Ya no quiero nunca más,
que sobre mis oídos zumbes,
maldición de aquellos tiempos,
la del esotérico grupo Tumbes.

Aa!.. ay!.. Ay!!, gente querida,
perdonad mi incertidumbre,
hoy vuelvo rendido a tus pies,
devolved mi suerte, Tumbes.

No quiero la seguridad del norte,
me quedo con tus sismos y derrumbes,
basta de fracasar en Lousiana,
hoy vengo a fracasar a Tumbes.

Se sabe que el grupo secreto que lo maldijo recibió el poema de desagravio de la mano del mismísimo Ferrante, quien se trasladó sorpresivamente a Tumbes desde el Ecuador, lugar donde había planeado su retorno. Lo que no se ha podido comprobar es si fue eficaz o no.

Sin embargo, los tumbeños memoriosos que vivieron aquella jornada de verano hacia fines de los ’80, recuerdan que “ ... pocos han sido lo acontecimientos mundiales que reunieron tanta gente en un solo lugar y bajo una sola consigna.... Ghandi, Kennedy, Luther Kina .... y pará de contar” ... y agrega: “... y menos bajo un único lema... si no, escuchá!!”.

Abandoné aquella escena, mientras de fondo, en otro bendito cuarto de hora que el destino le prodigaba al troesma, repiqueteaba desenfadada la mejor música que mis oídos habían escuchado hasta ese momento..... “Ferrante, querido, el pueblo está contigo!”.

Y recordé las palabras del interlocutor al que había dejado segundos antes ... “Ghandi, Kennedy, Luther King ....”... y me dije “Upa!.... todos asesinados cruelmente! ....”, .... fue en aquel momento cuando empecé a escuchar los primeros disparos.

(1). Se cuenta que, preguntado alguien que sabe cómo salirse del Guali Pachamú, si se negara a responder, la maldición le pasa potenciada.
(2). Actualmente el nombre del poema le fue asignado a Ferrante Kramer en forma provisional; su uso definitivo se sustancia en juicio por plagio (3) iniciado por Facundo Cabral (4)
(3). Parece que la maldición continúa.
(4). A Facundo Cabral le iniciaron recientemente juicio los descendientes del sargento Cabral y Café Cabrales por ponerse ese nombre en lugar del Indio Gasparino