Cualquiera que haya recorrido aunque sea vagamente la vida de DFK, sin dudas habrá descubierto que nos encontramos en presencia de un verdadero privilegiado, niño plus ultra en su infancia, algunos seguidores se empecinan en decir que no lo dejaron participar en Odol Pregunta, por ser de nacionalidad Peruana, cuando el joven Demian tenía 14 años.
Su gran intelecto, como se ha visto, si bien empezó desarrollándose en la literatura, trascendió a otros ambitos tales como la política, el deporte y el cine (solo para citar algunas actividades politicamente correctas, dejando de lado algunas participaciones en situaciones no claras que sus retractores no se cansan en sostener y que han contado con la fehaciente negativa de la Fundacion DFK a lo largo de los últimos 50 años).
Le llegó el turno a la música en 1961, grabó una placa sentado en el piano junto a Biggy Teicher, a quien conoció en sus primeras épocas en los Estados Unidos, trabajando como playero en una gasolineria Exxon, en las afueras de Reno (Nevada).
El éxito le fue esquivo una vez más. Si bien la placa era musicalmente muy compacta, al parecer el depósito que contenía las 10.000 copias para su lanzamiento se incendió una semana antes de su distribución. Los Ejecutivos de Sun Records (la compañía que los patrocinaba) decidió reimprimir 10.000 discos más de Elvis Presley antes que 10.000 nuevos del desconocido dúo.
Gracias a la Fundación Demian Ferrante Kramer, acompaña esta entrada uno de los tres discos que salieron de Estados Unidos. El que se muestra fue mandado a la joven Chilena (Las Condes) mencionada en ediciones anteriores, otro sirvió de bandeja para que unos camioneros cenaran en su camion en un motel en la entrada a La Florida y el tercero se perdió en una estafeta postal de New Jersey en 1964. Demian no volvió a tocar el piano frente a tamaña decepción, sino hasta mucho tiempo después. Se volcó a la literatura, dándole forma a su libro "La Musica del fracaso".