06 agosto, 2006

Ferrante y el Clan Sinatra

En otras entradas de este Blog, comentamos que hacia fines de los años ‘50, Ferrante Kramer vivió una frustración política mayúscula al enterarse que el barco en el que se encontraba, el Reina Sofía, no culminaba su travesía en Bolivia (se dirigía al Oruro), sino en Argentina.

Luego de maldecir al agente de viajes que no le advirtió sobre la ausencia de salidas al mar en aquel país, y destruido sicológicamente ante la imposibilidad de jugarse entero por la revolución cubana junto al “Che” por carecer de fondos – habitual en él -, los memoriosos juran que allá por el año 1959, Demian se traslado como polizón en un buque carbonero a los EE.UU.

Se cuenta que al llegar a destino, y debido a que viajó directamente en la zona de carga, su piel había adquirido un color negruzco, casi indeleble (ver en este Blog "El período oscuro"), habida cuenta que no era carbón común, sino “coque de petróleo” , un derivado muy agresivo del coque tradicional, utilizado para el teñido de zapatos.

Signado por un destino que lo amenazaba en todo tiempo y lugar, Ferrante no se rindió ante la adversidad y transformó aquel acontecimiento bizarro en una nueva oportunidad: se sumó a las filas de Luther King y Malcom X. Al menos, se dijo: “... hasta que vuelva a mi color original”.
Aunque no hay vestigio alguno de prueba que lo demuestre con certeza, un importante grupo de seguidores de DFK afirma que durante ese período, Demian acuñó la primera obra propia en inglés intitulada "Black power". Son muchos los que aseguran que al tener en tierra americana una serie de cruces casi bélicos con el Ku-Klux-Clan por este tema, decidió enmascarar su mensaje, trocando el nombre de su obra. Black Power fue editado años despues bajo el nombre de "El jardin de mi escuela" buscando que el cambio de nombre (no de contenidos politico-sociales) terminara con las persecuciones de las que empezaba a ser blanco.

Meses después, antes que el coque de petróleo lo abandonara, conoció al por aquel entonces poco ilustre cantante Samuel “Samy” Davis Jr., con quien por un par de años se ganó la vida como partenaire (hacía una entretenida entrada de “Sombras Chinescas”), abandonando poco a poco lo que hasta ese momento había ocupado su tiempo, la política, a la que retornaría años después en Argentina (ver nota en este Blog).

Sammy le abrió un nuevo mundo a Ferrante. Por su intermedio Demian comenzó a codearse con Robert Mitchum, con “La voz”, Frank Sinatra, con Dean Martin, y tantos otros, sin saber que aquello que parecía un sueño o el paraíso tan deseado, se convertiría al tiempo en una trampa mortal.

Las vinculaciones “non sanctas” del Clan con la mafia, las llamadas a medianoche que repetían “You are a ticket” (1), el misterioso convite que le hiciera Johnny Carlotto (2) para participar de un tour a Cuba denominado “La Isla explosiva”, y una llamada a tiempo del por aquel entonces apenas un muchacho de 20 años, Ringo Bonavena, quien le advirtiera que “ ..se saliera urgente del grupo”, abrieron los adormilados ojos de un Ferrante puro e inocente, que supo encontrar una salida donde muchos fracasaron.

No se conoce mucho más acerca de su salida de los EE.UU. Algunos afirman que regresó a la Argentina a comienzo de los ’60 en otro buque carguero. De su temeraria estadía en el país del norte sólo queda un registro fotográfico junto al Clan que Casimiro Arenas, colaborador de este Blog, ha tenido la amabilidad de cedernos para ilustrar esta entrada.

(1). Arg. Léase “sos boleta”
(2). Líder de la mafia siciliana en Miami.