08 septiembre, 2007

La verdad de High School Musical 3: "La convocatoria"

La idea de llevar adelante una empresa de magnitud que proclamara definitivamente la figura de Demian Ferrante Kramer como el icono latinoamericano de la literatura, nunca fue dejada de lado. Siempre surgieron propuestas. Algunas interesantes, como la de la Universidad, y también delirantes como la de proclamarlo Santo Patrono de Villa Martelli o líder revolucionario, amén de su breve participación junto al Che Guevara, allá a mediados de los ’50. (1)

Pero una de las más desopilantes está desarrollándose en estos momentos. Arturo Belis, viejo vecino de Martelli, y socio de la Fundación DFK, siempre estuvo dispuesto a acercar propuestas a la entidad, aunque sus miembros nunca repararan en èl, ni en sus contactos.

Quizás por parecer un poco fabulador, Arturo jamás fue escuchado… Sino hasta aquella tarde, hace apenas unas semanas…

- “Yo conocí a Walt Disney en su época de apogeo, a mediados de los '50… Éramos muy buenos amigos…”, se despachaba ante una audiencia compuesta por Walter Liberatti -ex presidente de la Fundación, y ahora apenas socio-, Artemio Ferreira, su actual líder, Saverio Penetieso, el Escribano, y Amelio Dobetti, el hermano del entrañable Elio, el “Elvis” de Ferrante -ya que gustaba imitarlo desde su vestimenta hasta en sus modos- todos recordarán, gay, y fallecido hace tiempo.

- “Sí, bueno, ya sabemos de lo tuyo, Arturo… Conociste a medio mundo. También a Disney???”, replicó socarronamente Liberatti, mirando al grupo.

Pero fue Artemio, el más serio, el que quiso escucharlo un poco más. Sabía que jamás Arturo había sido tenido en cuenta, y quería darle una oportunidad ahora que estaba a cargo de la Fundación..

- “Déjenlo que siga, paren un poco con las bromas… A ver, Arturo, dale contá lo de Disney”, sugirió Ferreyra, y así Belis comenzó a contar una historia que en la medida que avanzaba, sonaba cada vez más increíble…

- “Y, bueno, así es como está la cosa hoy… Un amigo mío de aquella época con el que hablé hace unos días, que trabaja en la productora de High School Musical, me pidió que le diera mi opinión sobre la serie, y se la di… Le dije que había que hacer un HSM3 distinto, con gente grossa de verdad, adultos, nada de mocosos… La fórmula actual está agotada, hay que apostar fuerte, le dije...”

Arturo siguió por largo rato embelesando a su audiencia. Fueron surgiendo los nombres de su boca: Al Pacino, Nick Nolte, Tina Turner, Cameron Díaz… Fue en una de esas que pronunció el nombre que nadie quería escuchar -principalmente Liberatti- pero que en el fondo todos anhelaban...

- “Y Demian Ferrante Kramer, por supuesto, en el papel de un profesor de literatura… Anillo al dedo, lo que se dice!... Tengo que hablar con Demian, eso vine a contarles. Ahora voy a la pensión de Don Horacio a buscarlo. Hasta me dieron un adelanto de unos dólares para los pasajes. Viajamos mañana a Estados Unidos, pero antes quiero comprarle unas ropas al peruanito… Quiero que esté ganador como nunca”, discurrió Arturo entusiasmado como un chico.

Todos se miraron. La envidia los invadió.

¿Iba a ser Arturo, un simple socio sin trascendencia el que llevara a Ferrante al éxito mundial junto a grandes indiscutibles de la farándula?.. ¿Quedaría en evidencia que el fracaso del Peruano Dorado se debió más al hecho de la ineficacia de los integrantes de la Fundación que a su falta de mérito literario?

En ese instante todas eran preguntas, pero no tenían más que dudas. Las respuestas llegarían pronto, de la mano del máximo exponente de la literatura americana: Demian Ferrante Kramer.

(1). En realidad, todo lo que intentó al respecto fue comprar un pasaje a Bolivia, pero no le alcanzó la plata.

Continuará...

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