09 septiembre, 2007

La verdad de High School Musical 3: "Cambio de roles"

(Ver Parte 1 de esta historia: "La Convocatoria")

Arturo Belis se fue como había llegado. Pero la noticia que había tirado, “Demian en Disney”, había partido al medio a todos en la Fundación…

- “Bueno, alégrense”, gritó Artemio, que veía las caras de bronca de los fracasados mediocres que lo rodeaban. Todos ellos no habían sabido hacer nada bien por el Peruano Dorado en décadas, y ahora los mataba la envidia.

- “Demian se va para arriba, muchachos… HIGH SCHOOL MUSICAL 3!!”, voceó como para que lo oyeran a cuatro cuadras… “… Con Pacino, Cameron Díaz, Tina Turner… Tiiina, cómo estará la negra; estará buena todavía?”, inquietó más a su séquito con la pregunta…

Al día siguiente, Arturo y Demian se disponían a partir hacia Orlando, Florida. Allí los esperaban para iniciar la saga televisiva de HSMLa versión 3, con destacados actores internacionales. Y, entre ellos, Demian, quizás en el papel más destacado: el de Profesor de Literatura del grupo.

Ferrante Kramer no conocía esa parte de los Estados Unidos. El impacto de aquel mundo mágico creado por el gran Walt Disney casi le paralizó el corazón.

- “Gracias Arturo”, le susurró el peruano a su mentor barrial, “Nunca reparé en vos, y me salís con este homenaje… Pensaste en mí antes que en cualquier otro de Martelli. Te lo voy a retribuir de alguna manera, esto no lo voy a olvidar, te lo juro, no lo voy a olvidar jamás!!”, le dijo Demian al oído, casi al borde del llanto. Arturo no estaba mucho mejor, las palabras de aquel a quien había admirado por años, bastaban como reconocimiento de todo lo hecho.

Arturo le pidió a Demian que lo esperara en el hotel. Que iba a hablar con su amigo de la producción de HSM3 para arreglar cuándo comenzaban a filmar. Pero al llegar, la cara de su compinche de años atrás se lo dijo todo: había un problema.

- “Ché, qué pasa, recién llegamos de Argentina. Estamos entusiasmadísimos!!.. Cuándo empezamos?”, se adelantó a decir Arturo, como esperando evitar lo inevitable con sus palabras.

- “Disculpame Arturo, se pudrió todo. La gente de la producción me cuestionó a Ferrante Kramer. No lo conocen, siquiera está en Wikipedia. No sé de dónde lo sacaste a ese tipo… Yo creí en vos, pero acá me llenaron la cara de dedos cuando les dije que iba a hacer el papel del profesor de literatura”, le lanzó de golpe, para desarmarlo en un movimiento…

- “Pero, cómo?... Me vas a dejar en banda?... Hicimos 10 mil kilómetros al pedo, no me podías haber avisado antes?”, lo increpó Arturo, bastante aturdido por la situación.

- “No, pará, pará, le conseguí otro papel. En banda no va a quedar, va a tener lo suyo…”.

- “Ah!!, bueno… Y de qué es el papel que va a hacer?”, preguntó más calmo Belis.

_ “No es un gran papel, pero es simpático y se va a poner al público en un bolsillo: HELADERO!”, sentenció, e intentó una sonrisa complaciente

- “Me estás cargando?... Te traigo a uno de los más grandes escritores de Latinoamérica para tu programa y me salís con esto?... Qué le digo a Ferrante?”. Y prosiguió con insultos subidos de tono….

- “Arréglense ustedes, pongan la cara ustedes con Ferrante… A mi me da vergüenza decirle que va a hacer de heladero. Pero te juro que ésta me la vas a pagar, me voy a vengar de alguna manera de ésta que me hiciste”, amenazó Arturo a su amigo, y se retiró de la oficina dando un portazo.

El amigo de Belis sabía que había estado mal, pero no tenía la culpa. Los de arriba mandaban y él obedecía. El poder podía más que la amistad o los recuerdos. No obstante, intentó reparar el asunto, y pidió hablar con Demian al hotel.

Demian fue contactado antes que Arturo llegara de regreso, y se impuso de las nuevas reglas: HELADERO en HSM3. La decisión no era fácil. De profesor de literatura, un rol principal, a heladero, un bolo de cuarta, había un abismo. Pero esa intuición que siempre caracterizó al Peruano Dorado en situaciones extremas, lo hizo inclinar por el “Sí”… Y ésa fue su respuesta: “Sí, acepto, ya voy para allá”.

Al llegar Belis a la habitación del hotel para darle la noticia a Demian, éste había partido. Le había dejado una nota: “Gracias, Arturito, no te voy a defraudar, voy a ser el mejor heladero del mundo!”.

Pero la bronca de Arturo por lo que le había hecho su viejo amigo yanqui, lo superaba todo. En su interior había un solo sentimiento: venganza. Y no era para menos. En realidad, Arturo también había ido a Estados Unidos en busca de reconocimiento. Y coronar a Ferrante Kramer era algo que no había logrado nadie.

Él estaba allí para ser el héroe de la historia del Coloso de Tumbes. Pero, de qué coronación estaba hablando…. “¿Demian heladero en una serie de TV?”. Volver a Argentina en esas condiciones era su muerte civil. Si hasta ya podía oír las cargadas de los demás socios de la Fundación DFK: “Helados, helados, me das uno de chocolate, Arturín?”

Continuará…

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