
Lo que nadie sabía hasta este momento es que esta formidable unión de vigorosas figuras tiene un lado oscuro, el cual lamentablemente también tiene relación con Demian Ferrante Kramer.
Esta historia puede no estar completa, ya que fue construida únicamente con algunos comentarios aislados recogidos de los testimonios de Walter Liberatti (como siempre, muy escueto y reservado, casi reacio a brindar este tipo de declaraciones), Casimiro Arenas (famoso biógrafo del Coloso de Tumbes) y Marcelo Villamayor, un florista de la Av. Corrientes al 3000, frente al templo evangélico más grande del mundo. De más está decir que el relato está pulcramente cuidado y tratamos de no agregar nada de lo que no se nos haya dicho en las reuniones mantenidas con estos tres personajes mencionados.
Cuenta la leyenda que hace casi quince años, la Liga de Hombres Extraordinarios encabezada -como dijimos- por el ilusionista de Boedo, tuvo una pseudo fractura interna. El Hombre Alado de Almagro intentó, apoyándose en su inseparable amigo Edmundo Gûiraldes (el Hombre Invisible de Villa del Parque) promover una compulsa con el fin de tomar el poder.

Pasaron los años, y una tarde de octubre, el Hombre Alado de Almagro despertó de su trance, casi sepultado bajo excremento de palomas verdaderas que compartían el edificio. Su capa púrpura estaba destruida. Volver en sí le costó unos minutos, pero cuando lo hizo no vaciló. Clamaba venganza. Ahora sí. La liga de Hombres Extraordinarios sería suya.
Tardo unos días en ponerse al tanto de las novedades de este grupo de personajes sobrehumanos. Supo del último ingreso a la Liga de un escritor peruano. Su plan tendría dos aristas. Primero cobraría su deuda con Edmundo Guiraldes, el Hombre Invisible de Villa del Parque, y luego iría con todo por el Ilusionista de Boedo. Para cristalizar su plan, utilizaría al inexperto nuevo integrante de la Liga: El peruano Demian Ferrante Kramer.
Su propósito se activó casi sin querer, una mañana de noviembre, mientras sobrevolaba la Av. Panamericana con destino a Don Torcuato. Mientras relojeaba a una rubia que conducía un Fiat Duna blanco, el Hombre Alado de Almagro casi colisiona contra una columna de un cartel publicitario. Paradoja del destino tal vez… Casualidad o causalidad, desde aquel gigantesco cartel, a más de veinte metros del suelo, vio una imagen de Edmundo Guiraldes sonriendo bajo el titulo "FolclorísimoTV", un mediocre programa de televisión en el canal estatal el cual sorpresivamente hacia referencia a un tal Rudolph Von Papen.

Interrogantes sin respuestas... No había tiempo de buscarlas.
Esa misma noche fue a Canal 7, haciéndose pasar por un primo lejano de Von Papen... Los empleados de seguridad primero y los de la productora después no hicieron otra cosa que desconfiar. Un hombre serio, morocho de barba, con una joroba (que en realidad eran sus alas recogidas) debajo de un sweater rojo, poco tenía que ver genéticamente con el anciano alemán, tan jocoso y simpático. “¿Será adoptado?”, se preguntaban con una mueca que mezclaba ingenuidad y sarcasmo.
El encuentro fue patético. Se cruzaron en el pasillo del estudio. “¿Vos sos mi primo en serio?”, le preguntó sorprendido el anciano, ahora rebautizado Rudolph.
“No, bastardo traidor”, le gritó el Hombre Alado, desplegando violentamente sus alas al mismo momento que lo tomaba del cuello en un fuerte forcejeo.

De golpe, como quien aprieta un sachet de mayonesa sobre una hamburguesa, el Hombre Alado de Almagro vio como frente a sí, el cuerpo del Hombre Invisible se iba derritiendo.
Los testigos empezaron a gritar como locos presos del pánico. El Hombre Alado lo descubrió: El madito Rudolph Von Papen se había hecho visible usando una especie de piel sintética como traje que le cubría todo el cuerpo… ¡Vaya treta!. Mientras lo castigaba, Von Papen o el Hombre Invisible, da lo mismo, había logrado desembarazarse dejando al justiciero alado tan solo con una cubierta de látex y algunas ropas suyas entre las manos.

"Este puto es tan cagón, que no va a aparecer por un buen rato...", masculló con bronca.
Habiéndose sacado de encima a Edmundo Guiraldes o Rudolph Von Papen o el Hombre Invisible, como ustedes gusten, supo que era tiempo de avanzar sobre su otro enemigo. El más importante: El Ilusionista de Boedo.
Para ello tendría que encontrar un camino alternativo. Y ese camino alternativo tenía un nombre: Demian Ferrante Kramer.
Continuará...
ilusionista ilusión boedo almagro hombre+alado laport liga hombres gay extraordionario hechizo paloma magia canal+7 folclorísimo televisión adoptado adopción forcejeo hollywood treta hombre+invisible wanda
1 comentario:
por que publican esta historia? justo ahora que estaba renegociando con la autoridades del canal para reponer mi programa
¿me quieren destruir?
no sigan asi
Rudolph
Villa Crespo
Publicar un comentario