30 marzo, 2007

Demian y la Liga de Hombres Extraordinarios (Parte 2)

Demian bajó a los tumbos del 143 en Perito Moreno y Av. Cruz. Su corazón explotaba de emoción.

El lugar estaba poco iluminado, pero él, igual corrió con ansiedad. Lo estarían esperando un grupo de hombres seleccionados por sus facultades especiales... ¿Por qué don especial lo habrían citado a él?...

Llegó a la plazoleta. No había nadie. Empezó a pensar que se había equivocado de lugar. O tal vez equivocado el día. Espero media hora, y comenzó a llover. Demian emprendió un rosario de maldiciones pensando que alguno le habría hecho una broma.... Pero cuando estaba decidido a irse, sintió una voz que le decía:

- Buenas noches Demian. Gracias por venir.

Demian se paralizó. Un hombre mas bien bajo, con barba, enfundado en un piloto verde con capucha continuó hablando:

- Soy Héctor Vasques, “El ilusionista de Boedo”, dijo serio.

Demian intentó esbozar una frase coherente como para no quedar como un imbécil:

- Soy Demian Ferrante Kramer, de Villa Martelli.

- Te conozco, Demian.... Y mucho. Es más, recuerdo haber pasado noches discutiendo con mi padre los preceptos de tu Biblia Peruana. Fue mi libro de cabecera en mi adolescencia. Principalmente el capítulo XXV.

Demian se sorprendió. No solo por el hecho de que su interlocutor conociera su obra, sino porque él no tenia la menor idea del contenido del capítulo XXV.

Y mientras intentaba hacer memoria, una voz lo devolvió a la lluviosa noche en el bajo Flores.

- Buenas noches a todos, soy Cacho de Almagro, “El Travestido”.

Demian comenzó a preocuparse... Cacho era un mastodonte de casi cien kilos, morocho y vestido de mujer con una peluca caoba hasta la cintura, pintado como una puerta con un vestido ajustado. Definitivamente, su idea una liga de hombres extraordinarios se estaba cayendo al vacío.

Los 3 estuvieron en silencio por un buen rato. Cuando se hicieron las 23.30, El Ilusionista de Boedo tomó la palabra:

- Bueno, viendo que ya ha pasado un tiempo considerable, y por respeto a los presentes, voy a leer las instrucciones que me fueron dadas por la Suprema Orden de la Liga para que comparta con ustedes. Este es el motivo por le cual nos han citado…

La intriga era general... Y Héctor continuó diciendo:

- Siendo las 23.30 horas del día señalado, y estando presentes 3 de los citados…”

Cuatro!!, se escuchó fuertemente.

- Tres, replicó El Ilusionista

- Cuatro!!!, se volvió a sentir ahora casi a los gritos.

-¿Cómo cuatro?, pregunto Héctor con cierto fastidio a los otros dos, pensando que le estaban haciendo una broma...

- Ferrante de Martelli, el travestido de Almagro, el Ilusionista de Boedo.... Son tres!!. ¿Quién demonios es el cuarto?

- Yo!!., se sintió nuevamente.

Sin dudas era una voz distinta. Todos lo miraron a Demian pensando que su don era la ventriloquia.

- Yo... Soy Edmundo Guiraldes, el Hombre Invisible de Villa del Parque.

Vasques se sobresaltó.

- Edmundo, bienvenido!!!…

Hubo una especie de salutación al hombre invisible. Al parecer todos lo conocían. A Demian la situación le parecía increíble: “...Abrazar al hombre invisible!!” –pensó- “... Estos tipos están todos locos!!!”

En eso, el ilusionista empezó a leer.....

Continuará....

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