El movimiento sindical latinoamericano en los años 60 tuvo principal preponderancia y poder de masas, fundamentalmente en la República Argentina.
Demian harto de deambular por los estacionamientos de Denver, una mañana se cruzó en Angello´s Caffe, (en la esquina de Jefferson y la 7ma) con un argentino que lavaba los baños del local mientras este despotricaba contra las duras leyes laborales de los gringos para con los latinoamericanos. El jovencito bociferaba: “Aca hace falta un sindicato! Si nos hicieramos fuertes, aca a estos yanquis de mierda los dominamos en diez días!!”.
Ese comentario, encendió la luz de Demian mientras intentaba sacar de una bolsa de basura, restos de muffin de naranja que perfectamente estaba comible.
En su mente Ferrante hilvanó un par de palabras que le dieron sentido a un pensamiento: Sindicato / fuertes / Poder / sumisión yankee / poder latinoamericano / muffin de naranja…
Enfin, la cabeza de Demian no estaba del todo bien, pero logró generar el concepto, si el podia traer el concepto de sindicalismo latinoamericano a estados unidos, seria un tipo poderoso.
Seis meses le costó a Demian llegar a Buenos Aires (ciudad elegida para interiorizarse acerca de los conceptos básicos del sindicalismo) desde la esquina de Angello´s Caffe hasta la sede de la GCT Azopardo. Hizo de todo. Mendigó monedas, vendió choripanes en la esquina del edificio sindical, pero no pudo entrar nunca a ninguna reunión.
Luego de semanas de vivir a la intemperie y dormir debajo de un auto abandonado en Azopardo al 400, cambió su postura y se alistó en un grupo de base para pegar carteles del partido justicialista.
Interactuó con un par de peces gordos, participó de cenas de campaña (aunque no quedo nunca claro en carácter de qué) hasta que después de dos años de moverse en ese ambiente, pudo compartir con distintos sindicalistas.
Logró ser elegido como representante del gremio de limpiadores de vidrios en semáforos. Aun hoy algunos integrantes de dicha agrupación se quejan diciendo que esa elección fue bastante poco clara porque ni ellos se enteraron que existían como gremio.
En la foto que acompaña esta entrada, vemos a Demian compartiendo con distintos sindicalistas un curso en la sede de GCT Brasil sobre la importancia de la solidaridad laboral en Centroamérica.
Cuando ya fue sindicalista, cuando compartió cartel con los mas renombrados personajes de esta fauna, Demian sabia que estaba para más. Se presentó como candidato para presidir las 62 organizaciones (agrupación sindicalista argentina) pero –al igual que gran parte de su vida- el resultado fue nefasto. En la elección no obtuvo ningún voto. Ni siquiera se votó él. Un fracaso absoluto.
Pero él, acostumbrado a tropezar, no se amedrentó. Su fin último era desembarcar nuevamente en Estados Unidos, ahora con ese bagaje cultural y laboral que tenía. El éxito que le acercaria la implementacion del concepto del sindicalismo latinoamericano estaba allí; era cuestion de tiempo.
Viajó a EEUU de polizón en un barco que llevaba cueros y luego de dos meses, llegó a New York. Quince dias más de mochilero para arribar a Denver. Al llegar a la ciudad, sabia que en Angello´s Caffé estaba el principio de ese sueño. Ese joven Argentino que limpiaba baños seria su ladero. El sueño se iba a hacer realidad.
Al llegar a la esquina de Jefferson y 7ma, se derrumbó.
En el local donde antes funcionaba Angellos´s Caffe, ahora habia un Mc Donalds.. entró casi llorando de la tristeza y se acercó al mostrador.
Le pareció reconocer al joven argentino (que una vez conoció limpiando baños y quien le dio el primer espaldarazo para encarar esta empresa) frente a la caja y cuando se acercó a él para buscar su apoyo…el jóven con una sonrisa “plastica” lo recibió con un seco : “Welcome To Mc Donalds. Can I Help you…?
El sueño del sindicalismo latinoamericano en Estados Unidos se habia ido por el labavo.
2 comentarios:
che... esto es cosa de locos.. no pego una nunca no ?
hablando de pegar...alguna vez llego a llenar algun albun de figuritas ?
Sí, se ganó una muñeca Barbie modelo 59 en EE.UU, llenando el álbum "Cinturita de avispa". Ya era grandecito, tenía 26 años... digamos todo un hombre... o casi. Después intentó con una reedición de Marte Ataca, pero le dio miedo y abandonó.
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