Don Horacio se encaminó a la puerta de entrada de la pensión despaciosamente. Daba la impresión de no querer llegar, y no era para menos…
- “Sí, ya voy”, dijo por decir, como en un intento de quebrar ese frío que le estaba helando la sangre. Y abrió la puerta de un tirón…
- “Horacio, viejo verde!”, fue lo que escuchó… Eran Walter y su banda de vagos de la Fundación.
- “Escuchamos tu mensaje en el contestador, y vinimos lo más rápido que pudimos!”, explicó Liberatti, “… Decime, ¿Ya vino el HIJO del maestro?”, agregó, no ocultando una especie de sonrisa socarrona…
- “Sí, ya voy”, dijo por decir, como en un intento de quebrar ese frío que le estaba helando la sangre. Y abrió la puerta de un tirón…
- “Horacio, viejo verde!”, fue lo que escuchó… Eran Walter y su banda de vagos de la Fundación.
- “Escuchamos tu mensaje en el contestador, y vinimos lo más rápido que pudimos!”, explicó Liberatti, “… Decime, ¿Ya vino el HIJO del maestro?”, agregó, no ocultando una especie de sonrisa socarrona…
- “No, no llegó, lo estábamos esperando… Pensamos que era él, cuando tocaron ustedes el timbre… Pero, bueno, pasen, no se queden afuera.”, reclamó.
El viejo Horacio se adelantó a convidarlos con “mate y palmeritas”, a sabiendas que no habían traído nada, y no se equivocó…
- “… Uh!... Al final, vinimos con la manos vacías!, viste?... Es que salimos a las apuradas!”, exclamó Liberatti, impostando una cortesía que no le iba con su actitud histórica y harto conocida de garronero.
- “No importa, ya está”, lanzó Don Horacio, y comenzó a servir las masitas que había comprado solo para él. Cuando de pronto, apareció Demian, y los dejó boquiabiertos a todos. Tenía una pinta que mataba!... Hasta se sentía perfumado.
- “Hola a todos!… Pero les pido que no me hagan preguntas”, dijo, anticipándose a la chusma… En eso, comenzó a hablar sin que nadie le preguntara nada… “Estuve pensando, saben?... Y que yo recuerde, hace más de 40 años de mi estadía en Chile. Fui por un trabajo de publicidad, y no regresé nunca más... ¿Se acuerdan?, fue cuando pasó lo de Hilda las Condes…”, susurró, como queriendo ocultar algo vergonzante…
- “Estee… Sí, cómo no nos vamos a acordar?”, disparó Ferreyra, "... O sea que…”, y no concluyó la frase. Nadie quería precisar bien aquel enredo trasandino; había sido un bochorno, nada diferente de lo que acostumbraba el peruano, pero internacional…
A partir de ese momento, todos se callaron. Nadie se animó a emitir un sonido. Y se decidieron por esperar al tal “Christian”…
Las horas pasaron, y casi se hicieron las 10 de la noche. Ninguno quería seguir esperando. Muchos ya inferían que se trataba de una broma de alguien que conocía muy bien al Peruano Dorado, y comenzaron a especular con nombres en sus cabezas…
“Casimiro Arenas, Aguirre Caspa, Raymundo Sforza?”… Eran los nombres que más sonaban, los tres eran de hacer bromas, pero nadie decía nada… Solo esperaban…
Fue cuando sonó el teléfono…
Era un llamado de la Seccional policial de Villa Martelli. El principal Azcurra le comunicaba que tenía bajo custodia a un detenido de nombre Christian que había dado el nombre de “Demian Ferrante Kramer”, como el de su padre, y el número de teléfono donde estaba llamando…
Don Horacio explicó a los presentes la situación, y todos decidieron acompañar a Ferrante a la división policial. Al final de cuentas “eran sus amigos”, y no podían abandonarlo en las malas…
- “Déjenme a mí, entro yo”, espetó Demian al grupo, una vez en la puerta de la seccional. “Un padre debe tener en claro cuáles son sus obligaciones”, agregó, e ingresó decidido al destacamento.
Como al rato, un adolescente vestido con ropas afeminadas, zapatos de tacos altos y peluca rubia, que salía de la seccional, se presentaba ante Walter Liberatti y los otros: “Hola, soy Christian, el hijo de Ferr… Bah!!... No sé bien si soy el hijo o la hija, o nah!! Je, je!”, sonrió, y prosiguió… “A mi de chico mi abuela Hilda me decía que mi papá era Demian, cuando iba a visitarla al neurosiquiátrico… Pero, yo que sé, la vieja estaba del coco!!... Entonces se me ocurrió que viniendo a Argentina, a lo mejor le podía sacar algo a este tipo... Pero está más tirado que yo!!”, sentenció finalmente, no sin antes ofrecerles sus servicios a todos por unos pocos pesos.
Nadie aceptó la oferta, obviamente. Aunque quedó flotando la duda si había sido por respeto a la probable investidura paterna del Coloso, o a la falta de dinero, esto último altamente probable... También se barajó la hipótesis de que no “le fuera bien a nadie”; el morocho era bastante feo…
Fue Walter quien preguntó: “¿Y Demian?... ¿Se quedó en la seccional?.... Vayamos a buscarlo, carajo!”, gritó a los demás…
Mientras ingresaban a la comisaría de Martelli, el sonido de “You can leave your hat on” cantada por Joe Cocker crecía en intensidad. Detrás del mostrador, se podía ver reír a un grupo de policías que miraban hacia la zona de celdas.
Walter miró a Saverio, Artemio, Sandro y Horacio… Todos agacharon las cabezas, en espera de algo peor. Fue cuando preguntó:
- “Esteee…. Buscamos a Ferrante Kramer padre… ¿Lo tiene adentro?”…
- “Sí, caballero, bien adentro!... Está pagando la fianza del pibe, y cóomo!!”, respondió sonriente el oficial a cargo, en tanto pegaba media vuelta en dirección al patio de la comisaría.
Entre risas y el sonido de la canción que no dejaba de sonar, se podía escuchar al gentío bramar: “Vamos, peruano, acompañá a Joe Cocker con este órgano!”… “Sos mejor que tu nene, el chilenito, maestro!”…
No necesitaron más, ni preguntaron. De pronto supieron que era verdad eso que la gente cuenta sobre la policía…Todos dieron media vuelta y se retiraron presurosos del lugar. No fuera a ser que…
No necesitaron más, ni preguntaron. De pronto supieron que era verdad eso que la gente cuenta sobre la policía…Todos dieron media vuelta y se retiraron presurosos del lugar. No fuera a ser que…
FIN
9 comentarios:
De tal palo tal astilla dicen, esa la mala leche tb es hereditaria che.
Hola, Leo. Hacía tiempo!... Se te extrañaba. Y es como vos decís, la mala leche!!.. Ah!... El peruano te dejó un mensaje en tu blog por el tema del tren bala... Es un especialista!!
Patricio/ AlexB
Pobre!, qué más le puede pasar al peruano?. Y que verguenza la policía eh, qué fea actitud!
Sra. Robinson.
jajaja, me muerooooo...
jajjajjaaja, pero cómoooo?? son asi los finales de Demian?? nooo...
jajajjajaja
besos
Ali
AAAAAAAAAAAAjjjjjjjjjjaaaaaaaaaa
las cosas q uno hace por los hijos!
No hay forma, es un karma en la vida de Demian...pobre peruano...
Y bueh...me voy cantando bajito...
(You can leave your...)
besos desgarradores...
ajajajajaj me mueroooooooo no habia visto eso del club q no discrimina miembros jajajajaj me matoooooooooooooooooooooo
jajajajja que hijos de ...(demian?)
jajajaja besos
Gracias, chicas!!!... En nombre del Peruano Dorado -que en el fondo es muy t�mido, por eso nos encarga esto a nosotros-, les hago llegar su agradecimiento y especial consideraci�n. Cuando Demian escucha (porque no lee) lo que ustedes le escriben, llora...
Es tan feliz que parece un nene con un pirul�n en la boca.. No se me ocurri� ning�n ejemplo mejor, qu� se le va a hacer!
Gracias Claudia, Ali, Millie,Leo, Sra. Robinson, etc...
Patricio
Aquí en vez de 'mala leche' diríamos que está 'pisado', aunque a Demián se le dan naturales algunas cosas...
Estuvo entretenida como siempre, arrastrando las vergüenzas del peruano, que al parecer no tienen
fin...
En cuánto pueda me vengo a leer la de la NASA, o no sé cuál me toca...
Nos leemos...(ya no puedo ni sentir pena por Demián)
:-P
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