19 marzo, 2007

Ferrante Presidente!! (Parte 1)

Las ansias de poder usualmente pueden lograr que los hombres estén dispuestos a todo para conseguir cierto grado de notoriedad social. A menudo, la historia nos muestra personajes que han buscado imperiosamente el poder; hombres que lo encuentran, y hombres que a menudo caen estrepitosamente al vacío en la búsqueda del reconocimiento de sus pares.

Y como no podía ser de otra manera, Demian fue uno de ellos... Y como se imaginarán, amigos, sin lugar a dudas, terminó en la plena oscuridad del olvido.

De todas las historias que componen este Blog, nos encontramos frente a una de las más descabelladas que, sin temor a equivocarnos, vuelve a mostrarnos a un Ferrante Kramer que en la antesala de la gloria, tropezó estrepitosamente con los hilos del destino.

Todo comenzó una tarde de agosto de 1985. En Villa Martelli (como en toda la Argentina), desfloraba un espíritu cívico que respaldaba la incipiente democracia. Comenzaban a aparecer distintos grupos que conformaban un espectro social que, basado en el bipartidismo político -justicialistas y radicales- no dejaba lugar para el establecimiento de terceras posiciones.

Eso era un estigma para Renato Colauti. Un "animal político" como el mismo se definía (1), quien no podía concebir que las puertas se cerraran para un estadista de raza como él.

Ignorado por el justicialismo y ninguneado en el radicalismo, Colautti se decidió a formar una coalición política para hacer pie en Villa Martelli y proyectarse en una segunda etapa a todo el país.

Renato lo tenía claro. La Ley Federal de Partidos Políticos indicaba que el estado debía solventar los gastos de los partidos con $ 2 por cada voto recibido en una elección. Si lograba juntar al menos 10.000 votos podría, mas allá de conseguir algún puesto gubernamental, hacerse de algunos pesos a modo de renta para el futuro.

Y allí fue Colautti, con todo el tramiterío necesario al Ministerio del Interior para tramitar su gestión como partido... Cuando obtuvo el permiso, lo bautizó como "Partido Para la Vida" (2).

Con su agrupación montada, Colautti necesitaba una figura de "peso" para asumir la imagen de la campaña. El plan –a su entender- era simple: desde las sombras manejaría el comité de campaña. El candidato elegido prestaría su cara y luego de las elecciones claudicaría (aduciendo cuestiones de salud) a su favor. Colautti solo quería hacer un buen papel en las elecciones, para que, más allá del resultado, un buen caudal de votos le diera en el corto plazo un monto de dinero por parte del estado para solventar los gastos de la campaña.

Renato recorrió Martelli con una anuncio que decía

"Se busca hombre con personalidad carismática, decisión y coraje para proyecto político superador".

De más está decir que por lo ambiguo de la propuesta, Renato no recibió respuestas consideradas sólidas. Durante meses solo atendió a botelleros que pensándolo un borracho irrecuperable, se ofrecían a comprarle los envases de cerveza vacíos y de psiquiatras dispuestos a brindarle tratamientos médicos acordes a su desequilibrio emocional.

Renato comenzaba a desesperanzarse. Hasta que una tarde, un llamado le demostró que nada estaba perdido…

-"Hola. Soy Demian Ferrante Kramer. Y soy la persona que estas buscando"...

Continuará ...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué grosso es el peruano!!

Andrés
Villa Martelli