22 diciembre, 2006

¡Feliz Nabidad!

“Feliz Nabidad”, así, con “b” larga, escribió alguna vez Ferrante Kramer cuando chico, en una carta dirigida a Papá Noel. En ella le hacía saber al viejo gordinflón de blancas barbas que deseaba fervientemente que le trajera aquello que se le había negado por años: un sánguche.

Esta anécdota, “graciosa” a decir de los opositores a la figura del gran Ferrante que lo consideran “Un burro con lapicera”, en el fondo esconde una vida plagada de carencias y dificultades, una novela colmada de personajes mendaces y de promesas incumplidas.

Una penosa historia de su infancia, que en interpretación de sus seguidores le hizo incursionar de lleno en las letras y lo convirtió en lo que es hoy. Tan solo un simple “error ortográfico” producto de la ignorancia de un chico de apenas 15 años, que en palabras de su padre, Doroteo, sonaría por décadas como burla diabólica: “Nabidad es cosa de nabos!... Eres tú un nabo, Demian?”

Esa sentenciosa pregunta, que amenazaba con un futuro gris y mediocre la existencia del “Peruano Dorado”, aseguran sus biógrafos fue el punto de partida, el puntapié inicial que lo impulsó a dedicarle su vida a las letras.

Doroteo intentaba, aunque no muy delicadamente que digamos, hacerle tomar conciencia a su vástago de que “Sólo el buen manejo de la lengua le abriría camino en este mundo”. Pero no sería tan así, lo que daría lugar a la conjetura de que “No siempre los padres aciertan en la educación de su hijos”.

No solamente la lengua le permitiría a Ferrante sobrellevar tantas situaciones apremiantes a lo largo de su consternada existencia. Por el contrario, Demian hallaría con el tiempo distintas formas de enfrentar la adversidad, poniendo de manifiesto ante el mundo en su Biblia Peruana que “La ignorancia es vacío... Un hueco que hay que saber llenar de a poco. Y si uno no puede solo, hay que pedir ayuda porque siempre hay alguien dispuesto a llenarte ese hueco”

No encontramos en la Fundación mejor semblanza de Demian que ésta para dar un ejemplo de vida en Navidad. Esperamos que este regalo nuestro les haya agradado.

FELISIDADES!!!

Walter Liberatti
Presidente

4 comentarios:

Anónimo dijo...

yo le hago el aguante a DFK, mi tio, por eso lo tengo en mis links y les dejo un saludos con deseo de mucha felicidad !
(què bruto que es por dios !....)

El Peruano Dorado dijo...

Kimi, no saves cuanto te amo!!

Tío Demian

Anónimo dijo...

jajaja... muy bien eso!

Anónimo dijo...

Desde el departamento de Genealogía de la Fundación Ferrante Kramer y por mi intermedio le pido al tal kimi, que se autodenomina sobrino de Demian que valide sus credenciales. Nuestros estudios indican que ninguno de los hermanos de Ferrante tuvo hijos varones. Agradecemos desestime continuar con este posicionamiento ya que no es verdadero. Muchas Gracias

Pascual Olivera
Gerente de Genealogia
Fundacion DFK