04 enero, 2008

El tren de los sueños - Parte 2

Rulli y Lucca Paredes se quedaron entre perplejos y asombrados. Sabían que Martelli estaba poblada por personajes extraños, que a cada rato los sorprendían, pero esto ya era difícil de encasillar… ¿Quién era ese viejo extraño?... ¿De qué solución hablaba?... ¿Qué medicación estaría tomando? … ¿Qué tendría que ver el tren de los sueños con los problemas de Lucca Paredes en San Pedro?

Intentaron no prestarle atención. Andrés pagó y ambos hombres se alejaron hasta la puerta, pero Juan Alberto los interceptó.

"La aparición y expansión del ferrocarril fue quizá…", arrancó Ronello con su conocido mensaje pro-tren. Los hombres lo escuchaban atónitos. No tenían claro si estaban siendo testigos de alguna cámara oculta para algún programa de televisión local, o si efectivamente este hombre les estaba acercando una idea revolucionaria. Mientras ambos se miraban atónitos, Ronello tiró una frase que fue como un mazazo en la cabeza de Lucca Paredes, sin duda uno de los más combativos seguidores del Peruano Dorado:

"Y así, mis amigos, unimos sencillamente, Villa Martelli con San Pedro…"

Andrés Lucca Paredes miró a Rulli exultante. “Es lo que el peruano se merece Ricardo!”, gritó Lucca Paredes. "Una línea de trenes.!!!! Están el Urquiza, el San Martín, el Belgrano, el Sarmiento... ¿Por qué no el Ferrante Kramer?"
"No es grandioso?"
, agregó…

Ricardo se dio cuenta que el episodio estaba llegando donde él no quería llegar. Ese desconocido defensor de los trenes, sin duda estaba desquiciado, pero Andrés, con su delirio mesiánico con respecto al Peruano Dorado, potenciado ahora por esa idea extravagante de una línea de trenes de Ferrante, sin lugar a dudas era un cóctel xplosivo.

¿Quién es Ferrante Kramer?, preguntó Juan Alberto, en lo que para Raúl fueron sus primeras palabras coherentes en los últimos veinte minutos.

“Ja!... ¿Cómo que quién es Ferrante?" -respondió Lucca Paredes con una carcajada-. “Es el que le permitirá corporizar su proyecto. Venga acompáñeme!”... Andrés tomó del brazo al desconocido y juntos salieron del bar.

Ricardo volvió a sentarse, absorto. "Soy Andrés Lucca Paredes, encantado…” -dijo mientras extendía su mano al desconocido – “… Seguidor acérrimo de Demian
Ferrante Kramer, que fue un escritor latinoamericano importantísimo que …."

Ambos hombres salieron a la calle, Andrés hablaba con gestos ampulosos. Rulli se tomó la cabeza y trató de dimensionar donde podía terminar este delirio.

Continuará…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no dejo de sorprenderme. no solo el peruano es un loser descomunal, sino que todos y cada uno de sus seguidores son igual de perdedores que su figura referente. Evidentemente algunos nacemos con estrella, y otros estrellados
un abrazo

Walter Picco
Paternal

Anónimo dijo...

Así es, Walter. Y la estrella de Ferrante, por lo antigua, ya se convirtió en un agujero negro, de esos que se chupan todo (en todos los sentidos de la expresión, conociendolo al peruano).

Patricio D'Orrys
The Golden Peruvian/ Co-writer

©Claudia Isabel dijo...

Que historia Patricio!!!