29 diciembre, 2007

Todo por un amigo - Parte 3

Demian se consideraba un demonio, estaba arrepentido. Quería reparar la situación de cualquier manera. Entretanto, dentro de la guarida...


- “Muchachos, estamos en la TV… Somos famosos. Ahora se van a enterar a quién le dimos el saque anoche”, se regodeaba hablando del tema Ferradás, el líder de la banda.

La televisión aturdía, sonaba estruendosa. Entretanto, Demian festejaba con una sonrisa cada comentario de sus compañeros por mero compromiso. Ni los escuchaba, quería largarse del lugar…

Se sentía sucio. Y no era de mugre -aunque hacía días que no tocaba el agua-; se sentía sucio por dentro… “Nuevamente había caído en la mala”, especulaba en silencio, mientras trataba de recordar alguna buena que le hubiera pasado, pero no la encontraba…

- “En qué pensás, peruano”, bramó Ferradás… No le gustaban los tipos que se mantenían callados como Demian. Le daban mala espina. Como si algo escondieran… Además, el peruano se había mostrado muy raro ante el grupo aquel día.

- “En nada, Raúl”, devolvió el Atila de Tumbes, al mismo tiempo que reclamaba su paga para irse de ese antro.

- “Che… Pensás que te voy a cagar por 100 mangos de mierda”, retrucó Ferradás, “… El delito no se mancha”, agregó, parafraseando a Maradona…

Fue recién entonces, mientras Ferradás reía junto a sus compinches que lo festejaban, que Demian prestó atención a las noticias: “Le robaron la película que estaba filmando… Ford Coppolla desesperado”, rezaba el cartel de Crónica TV.

Demian no podía creer lo que había hecho. No solo había saqueado a un artista, a un par, a un colega… Le había robado a un amigo, y a quien le diera su primer papel en el cine, Francis Ford Coppola!!...

Como en un flashback de imágenes confusas, Demian rememoró su participación en “El padrino”, junto a Pacino, Robert Duvall, James Cann“Este papel es para vos, peruano!”, así le vinieron a la mente las palabras de Francis apostando por él, un desconocido. Y comenzó a lagrimear de la bronca…

Por momentos se le apareció también Bergara Leumann, pero pronto recordó que lo había visto en el set de “Caligula”, de Tinto Brass, donde el peruano también había trabajado de extra, en un pequeño papel de eunuco junto a Peter O' Toole.

“Francis Ford Coppola!”, seguía repitiéndose para sí en tono recriminatorio… “Qué cagada me mandé!”… Y no era para menos: había defraudado a quien le diera la oportunidad de llegar a los grandes estudios, al amigo que había creído en su talento actoral, a quien le confiara hasta los detalles del guión de la saga de El Padrino (ver vídeo), porque creía en sus dotes de escritor…. Sintió ganas de vomitar, pero se contuvo. Mejor dicho, no tenía qué…

A esa altura, Ferrante tenía todo muy claro. No podía dejar así las cosas, algo tenía que hacer….

La TV, a todo volumen, explicaba que le habían robado gran parte de su última película, que el director estadounidense estaba dispuesto a recompensar a quien le devolviera el material, ya que nada valía para los hampones, pero sí mucho para él…


Disimuladamente, Demian se acercó a la CPU que él mismo había cargado. Según las noticias, la obra del director estaba toda grabada en el disco rígido de la computadora. Y la guardó en un gran bolso de viaje que había en la casa. Los miembros de la banda estaban muy entretenidos contando sus anécdotas delictivas, y bastante ebrios como para tenerlo en cuenta… Bueno, al menos, eso creía Demian.

- “¡Dónde vas con ese bolso, peruquito?”, gritó Ferradás, anulando por completo el barullo que producía el televisor. Su voz había sonado como trueno en medio de la tormenta…

Demian se quedó helado; pensaba que no lo estaba viendo nadie.

- “Me voy a la pensión, voy a descansar un poco, me duele la cabeza”, ensayó como respuesta, bastante convincentemente.

- “Y en el bolso, que llevás”, insistió Ferradás.

- “Una ropa que traje, por si tenía que quedarme a pasar la noche acá”, respondió sin titubear.

- “Bueno, andá… pero llevate los 100 pesos, tomá, no vaya a ser que me confundas con un cagador”, sentenció el líder del grupo. Al parecer, ninguno había prestado atención a lo dicho por el periodista en la TV sobre el valor de lo robado al director.

Demian supo que estaba en ventaja… Tenía la PC. La obra de su amigo estaba a salvo…

Continuará...


3 comentarios:

Georgie dijo...

Qué grande, el Peruano! Haciendo apología de la honestidad. Brutal!
Bueno, tratándose de Demian, lo de brutal no es de extrañar...
Pero...cómo terminará esto? La sacará tan barata? Seguro que la sacará...pero no creo que le hagan precio...
Un abrazo.

El Peruano Dorado dijo...

Querido Georgie, entendemos que la intriga te haya invadido... Al menos se trata de una invasión indolora, y no como las padecidas por el peruano.
Y también comprendemos que imagines un final abierto y desgarrador, de los tantos a los que Demian nos tiene acostumbrado.
Sin embargo, el peruano es por sobre todas las cosas un "perdedor nato"... Y esta historia es una clara prueba de ello. La parte final, en pocos días más. Un abrazo, y gracias por visitarnos.

Patricio

PD: luego de esta triste historia, se viene "El tren de los sueños", una vivencia reciente de nuestro héroe en Argentina.

Anónimo dijo...

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