24 noviembre, 2006

Demian y Perón (Parte I)

Finalmente, y luego de soportar las presiones internas y externas hemos decidido brindar una vez más un haz de luz en uno de los segmentos más oscuros de la vida de Demian Ferrante Kramer.

Cabe destacar, que durante los últimos quince días, quienes ideamos este blog hemos sido presionados por distintos medios para contar la verdad… y en virtud de los acontecimientos y a los miles y miles de pedidos recibidos por seguidores de Demian en todas partes del mundo, hoy vamos a publicar la verdadera historia del vínculo de Demian Ferrante Kramer con el General Juan Domingo Perón.

Cabe destacar, que gran parte de la información volcada en esta entrada fue chequeada por diversas fuentes una y otra vez y si bien, en ningún caso pudimos certificar la historia, entre todos los testigos se generó un halo de “complicidad” que nos dio a entender que estábamos en el camino correcto: muchos negaban con su rostro pero asentían con su mirada… con movimientos temblorosos (como quien se enfrenta a una situación de extrema tensión) pero con la certeza de que su testimonio haría más grande la historia del escriba de Tumbes, más de un centenar de testigos fueron pasando por nuestras oficinas, a dejar no solo su relato, sino a construir también su legado.

Se dice que Demian, una vez que abandonó al viejo napolitano Piero Lazzi (ver la entrada “Il Castrato”), en la segunda mitad de la década del 50, se dirigió a Alemania. Las maldades del destino sumadas a que Demian a gatas dominaba el español por lo cual todo lo que no fuera castellano le era sencillamente inentendible, De esta forma, intentó viajar de polizón a un tren de la empresa Rail Europe en la estación de Módena que viajaba a Berlín.

Equivocó el anden, y subió a un servicio denominado en Italia “letrero” (una traducción literal lo denominaría lechero, por detenerse en todas las paradas). Este tren unió Módena con Barcelona en 18 días, realizando en ese trayecto 248 paradas en poblados de distinta densidad demográfica.

Demian recibió atención médica durante ese lapso, por presentar síntomas de parálisis en una de las piernas: Estuvo en cuclillas 14 días sin moverse en el vagón de depósito de maletas por miedo a ser descubierto. Esto, sumado a un estado de deshidratación y hipotermia hicieron que el personal de seguridad de la empresa de trenes no tomara represalias con él por no contar con su pasaje y lo dejara abandonado en la sala de guardia de un hospital de las afueras de Madrid.

Vagó durante semanas por la capital de España. Una fría madrugada de febrero, lo encontró durmiendo bajo unos árboles en la Av. Navalmanzano, en la lujosa urbanización llamada Puerta de Hierro, cerca de la carretera del Prado que lleva en pocos minutos al Palacio de la Zarzuela y a la residencia que había ocupado el Generalísimo Franco.

Demian se despertó con unos ladridos y una llovizna que tenia la mañana. Al instante creyó ver un signo divino. La quinta se llamaba “17 de Octubre”… y los ladridos que escuchaba de fondo… No podía ser!!!!...17 de octubre era la fecha de nacimiento de Fami su hermosa perra Colie, mascota de la infancia que había desaparecido misteriosamente.
Íntimamente, Demian no había creído nunca el hecho que Fami había desaparecido.

Buscó infructuosamente en varias oportunidades al can, hasta recibió una golpiza en Hollywood, al querer raptar a Lassie, confundiéndola con su mascota. En fin, ahora había alguien que había puesto a una residencial quinta madrileña, la fecha de nacimiento de su perra como nombre… evidentemente Fami tenia que estar ahí.

Saltó el muro, y antes de caer fue atacado por dos Rottweilers que casi lo destrozan de no ser por la joven dueña de la casa (Sra. Isabel) que a los gritos hizo salir corriendo a los canes hacia los fondos de la casa.

Casi desangrándose fue atendido por el Dr. Hipólito Barreiro, médico personal del dueño de casa, el cual al parecer, era una figura reconocida de la política latinoamericana.

Este hombre, militar retirado, persona con códigos, dio instrucciones al personal de la quinta de que hospedaran y cuidaran al joven desconocido hasta que estuviese totalmente repuesto para evitar cualquier tipo de reclamos en el futuro.

Demian fue alimentado durante casi un año con los mejores manjares gastronómicos de la península ibérica. En un par de oportunidades, fue sorprendido por las noches provocando a los perros para poder volver a ser mordido y de esa forma, extender su estancia en la quinta y ganar tiempo para encontrar a Fami.

Una mañana, Demian se presentó frente al dueño de casa, y le pidió trabajo. Según explicó, quería “pagarle” su hospitalidad (en realidad quería hurguetear para encontrar a su mascota). Don Juan, el sexagenario político argentino, sonrió calidamente “…no hace falta pibe, jajajaj” Demian le clavó la mirada para intimidarlo, El viejo sin mirarlo, pareció ni inmutarse y dándose vuelta le arrojó: "… y bue.. que sé yo… cortá el pasto!"

Demian lo había logrado. De ahí a entrar al círculo íntimo de Juan Domingo Perón… había un paso.

- ¡Próximamente, el escalofriante desenlace de esta historia! -

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