03 enero, 2009

Hoyo 19, el reencuentro - Parte 4

El avión que transportaba al Gran Demian Ferrante Kramer estaba a punto de arribar al aeropuerto de Los Angeles. Un eufórico Tiger Woods lo estaba esperando en el salón VIP.
Caminando de lado a lado, como víctima de un impulso, el gran campeón no podía con su ansiedad. Ver nuevamente al Peruano, al “Peruanito”, como solía llamarlo, lo tenía a mal traer…

Pero el momento llegó… A lo lejos, la figura esbelta del peruano se dejó ver. Circundado de guardaespaldas, ordenados por el propio Woods. Venía por la manga, ya estaba a punto de pisar territorio oficial americano.

Fue cuando se escuchó aquella voz, como un trueno: “Pequeño Tigre!””… “Acá estoy, soy yo, el peruanito!”.

Y como en una novela de las peores que hayan dado las TV argentina, venezolana y brasilera, ambos se fueron el uno hacia el otro, para fundirse en un abrazo que habría batido el record Guiness de haber sido registrado…

- “Dónde estuviste, hermano, dónde?... Siempre pensé en vos, pero te fuiste sin decir nada. Solo sabía de vos que eras el PERUANITO, y nada más… Hasta que leí el diario de Tijuana, donde salió lo de la pelotita que te com…”, el peruano no lo dejó terminar de hablar, le tapó la boca con la palma de su mano…

- “Lo hice por vos Tigre; no me agradezcas, y guardalo como un secreto entre nosotros. Hoy sos un gran campeón. Yo no llegué a tanto, pero a mí ya se me pasó el tiempo… Está todo bien, man!”, exclamó Demian, y le guiño un ojo a su Tigre preferido.

Tiger le explicó que quería tenerlo a su lado, como en los viejos tiempos. Demian asintió, pero le aclaró que como simple espectador, como el amigo que había sido y que seguía siendo… Pero que ya no tenía edad para estar cargando palos.

A partir de ese día, todos los medios de prensa comenzaron a comentar sobre cómo había cambiado Tiger desde que aquel hombre de barba candado apodado “El Peruanito” ingresara a su vida profesional. De cuánto más confiado se lo veía.

- “… Demian, quiero que seas mi invitado de honor al Torneo de mañana. Es muy importante para mí que estés presente. Estoy a un paso de coronarme como el hombre record de este deporte. Si gano esta competencia, superaré todos los registros. Seré inigualable. Y quiero que estés a mi lado cuando me entreguen el trofeo”, casi suplicó Woods, aquella tarde.
El peruano asintió.

Si bien pareció un sí de compromiso, en el fondo se vanagloriaba de estar junto a una estrella de la magnitud de Tiger. Él, apenas un ilustre desconocido, junto al más grande campeón de todos los tiempos, y en la jornada más importante de su vida…

No era una ocasión que se diera todos los días…

Continuará….

3 comentarios:

Luis dijo...

Vamos, peruano!!Se te ve firme en esta histaria. Nos traerás alguna sorpresa?. Cuándo se viene el final? Ustedes son unos malditos con la intriga. Besos.. Laura

El Peruano Dorado dijo...

Gracias, Laura, fiel seguidora del Peruano Dorado. Ya se viene la última parte, a no desesperar!

Patricio

MARAIA BLACKE dijo...

hola soy yo, si volvi...pero no me pidan que cabecee...

en breve quizás!

Saludos chicos lindos...