22 diciembre, 2007

La fiesta de todos - Última Parte

Gran Hermano Famosos 26, contra todo pronóstico hacía records de audiencia aquella primavera de 2012. Y no era casual… Había jugadores de peso: Peña, Jorge Ibáñez, Gorgatti, Luz, el Oficial Schultz, es verdad. Pero, había uno que explicaba aquel suceso por sí solo: Demian Ferrante Kramer, su máxima atracción…

Demian vio lo que había pasado, y los citó a todos a una reunión. Muy raro en él, dada su personalidad esquiva y enemiga de los conflictos y enfrentamientos, el Peruano Dorado los convocó amablemente al Salón Principal, lindero con la cocina, so pretexto de haberles preparado unos pastelitos de membrillo

El peruano tenía en mente darles una perorata filosófica acerca de la amistad, los valores, y la rectitud moral. Quería mostrarles que nada habían ganado sacando de la Gran Casa a 3 de sus compañeros con “malas artes”… Ahora, tenían que eliminarse entre ellos… ¡Tamaña estupidez la que habían hecho!.. Demian no podía explicarse cómo gente tan inteligente no se diera cuenta de algo así. “… A excepción que haya un motivo que no conozca”, dijo para sí…

- “Muchachos, los reuní aquí con la excusa de convidarles con unos pastelitos, pero el motivo real es otro”, arrancó, entretanto repartía sus deliciosos bocados. No está de más decir que el Peruano llevaba puesto un corto delantal rojo que semejaba una pollera bastante insinuante…

- “Uy, qué bueno!!...Estábamos esperando este momento, Peruano”, gritó Peña, con ese vozarrón que lo caracteriza, sin sacarle un ojo de encina a Demian.

Ferrante le devolvió la mirada, aunque en el fondo se sintió un poco intimidado por la intensidad vocal del actor. No obstante, siguió repartiendo sus tentempiés, y hablando…

- “Chicos… Ya llevamos 30 días aquí dentro, solos, se dan cuenta lo que significa eso?… Y creo que ha llegado el momento de hacerles ver algo que, me parece, han olvidado…Quería hablarles de…”, pero no lo dejaron terminar. Fue interrumpido, de pronto…

- “Che, peruano, qué bien que te queda ese delantalcito!”… El irrespetuoso era Guido Suller, que desoyendo lo que decía Demian, despatarrado sobre un sillón cama, jugaba con un globo de látex inflándolo y desinflándolo, en una actitud claramente infantil, pero también amenazadora…

Todos se movieron en sus asientos, como incómodos por lo que habían escuchado de Guido. Bueno, al menos, eso pareció en un principio. Pero, no…. Cuando el Peruano Dorado intentó arrancar, nuevamente se vio impedido de hacerlo…

- “Te afeitaste distinto hoy, Demi?”, se atrevió Marley, quien mientras terminaba su apreciación sobre los afeites del peruano, jugaba con una cuchara de café apretada entre sus labios.

Nuevamente la incomodidad se apoderó del grupo. Los mullidos sillones no dejaban de hacer ruido y rechinar. Demian proseguía sirviendo el té y pastelillos, y viendo la manera de continuar…

- “Como les decía, ustedes…”, y una nueva interrupción… Esta vez, Jorge Luz.

- “Demian, vivís solito en Villa Martelli?”… Sonriéndole con picardía, Jorge se lo quedó mirando a la espera de una respuesta afirmativa. Entretanto, el Peruano Dorado no hablaba, solamente los miraba con recelo; parecía no entender…

Las preguntas sin sentido continuaron por largo rato: “¿Usas slip o boxer?”… “¿Rosa o celeste?”... “Ves novelas en TV”. Demian no pudo más que articular unas pocas palabras entre ellas, nada consistente. Su discurso había fracasado.

Y el grupo ya no se mostraba incómodo como al principio. Por el contrario, parecía confiado, decidido y llamativamente excitado por algo. Demian se dio cuenta de ello y decidió ponerle freno a la cosa:

- “¡BUENO, BASTA!!… VAMOS, PARENLA, PARENLA Y ACABEMOS CON ESTO DE UNA BUENA VEZ!”… Pero no se dio cuenta de su error, sino hasta que comprendió por los hechos que sus palabras habían sido malinterpretadas. Todos los del grupo se pararon al unísono, y llevaron sus manos al cinturón…

Lo último que registró la cámara fue un primer plano permanente del rostro de Demian, moviéndose frenéticamente. Como si Ferrante hubiese sido sujetado por la nuca en contra de su voluntad, y obligado a poner su rostro delante de la lente, para ocultar la acción circundante.

Para más, el audio fue cortado. No obstante, los gestos desplegados por el Peruano Dorado durante los 5 ó 6 minutos que duró la escena al aire, fueron más que contundentes para confirmar que se trató de un hombre agobiado por el dolor y el sufrimiento. Hasta sus lentes parecieron romperse por el impacto de su rostro contra la cámara.

Los diarios no hablaron al día siguiente de lo ocurrido. Jorge Rial renunció al programa sorpresivamente, y no se hizo ninguna edición más de Gran Hermano Famosos. Desde aquel día trágico para el Gran Ferrante Kramer, se sabe que la producción de Canal 13 extiende mensualmente un cheque por $ 500 a nombre de una conocida Fundación ubicada en Villa Martelli.
FIN

3 comentarios:

Georgie dijo...

Y los camarógrafos, extraña e insólitamente excitados, gritaban:
-Demián, Demián,
por el c. te la dan...

Pero el Peruano Dorado no hallaba consuelo. Con sus lentes rotos, el alma destrozada, y el orgullo a la miseria, se volvió para Villa Martelli...

El Peruano Dorado dijo...

Pobre Demian, no, Georgie??... Qué triste destino èste, el de los latinoamericanos que quieren tener un lugar en el mundo, no?.. De tanto buscar ese lugar, no hacen otra cosa que desatender espacios que luego son ocupados por otros!!.
Y lo peor de todo es que Demian es un descuidado y deja la casa abierta de par en par!!!
Gracias Georgie por tu sentido del humor.

Patricio

©Claudia Isabel dijo...

Que destino el de Demian...quisiera consolarlo, pero a esta altura me da algo de miedito. No quisiera terminar con los lentes rotos como él...
Les mando un besote a todos
Feliz Navidad, jojojo!