26 abril, 2009

La paternidad de Ferrante Kramer - Parte 5/6

A duras penas, y haciendo una rifa un par de días antes sobre la base de un premio inexistente, el grupo consiguió los 3 mil pesos necesarios para pagar la operación. Como le habían prometido, Liberatti, Ferreyra, Dobetti, Lisotte, Vergatiesa y Aguirre Caspa, fueron a la pensión de Don Horacio personalmente a entregarle el dinero al peruano. Hay que destacarlo: más allá del infame fraude cometido, todos estaban verdaderamente orgullosos de lo logrado…

- “Nos vemos esta noche después que nazca mi hijo”, atinó a balbucear emocionado Demian, dándole una palmada a cada uno en signo de agradecimiento…

Todos, como relojes suizos sincronizados salieron de la Fundación en dirección a Cramer al 4000. No era demasiado lejos, media hora de colectivo, llegarían con tiempo de sobra.

- “Dónde te parece que nos quedemos para verlo al Maestro, Walter?", preguntó Dobetti… “Te parece bien en la puerta del edificio?”.

- “No, quedémonos en la vereda de enfrente, como si estuviéramos esperando el colectivo, así pasamos inadvertidos”, respondió, a lo que el grupo asintió cruzando…

Entretanto, y para distender la situación, Liberatti ensayó una pregunta: “Che… ¿Cómo se lo imaginan al gurrumín?”

- “Y, yo qué sé… No me lo podría imaginar sin barba candado... ¿Y ustedes?”, largó Aguirre Caspa.

- “Yo tampoco… Y creo que va a salir con un par de anteojos puesto.. Ja, ja!.", agregó jocoso Dobetti... "¿Alguien lo vio sin lentes alguna vez?”... "

- “Che, pero a nadie se le ocurre algo mejor!”, retrucó Leberatti…. “Algo más tierno, más a tono con un bebito?”

- “Walter, no jodas!”, exclamó Ferreyra, “… No te vengas con sentimentalismo barato, todos los bebés son iguales, feos, sucios y huelen mal!... Ah!!... Y no tienen patillas, ni barba candado, ni la mitad de las pelotudeces que estuvieron diciendo hasta el momento!”…

- “Guau!!... qué amargado que sos, Artemio”, refutó Lisotte, “… Al final de cuentas, cuando era Presidente el viejo Walter la pasábamos mejor!... A vos no se te puede hacer ningún chiste, sos un amargo!”

La sonrisa esbozada por Liberatti no llegó a ser captada por el grupo, algo llamó su atención de pronto y los llevó a voltear la cabeza para el otro lado: de la mano, y a contraluz, las figuras de Demian Ferrante Kramer y la madre de su futuro hijo, venían caminando en dirección al edificio.

El peruano, respondiendo a la consigna de que su “chica” no quería que la vieran sino hasta después del parto, pasó raudamente delante de ellos, sin siquiera mirarlos de soslayo…

Ella tampoco.

Nadie la pudo ver muy bien. Pero a todos les quedó claro que tenía una panza inmensa. Liberatti se había quedado corto con su descripción. Daba la impresión de estar por parir una docena, mínimo.

- “Mi Dios”, exclamó Dobetti… “Qué panzota!!”

- “Sí, hasta parece más grande que la semana pasada”, asintió Walter, extrañado… “Pero, bueno, ahora solo queda esperar… Vamos a ese barcito que está en la esquina?”, invitó… “El Peruano va a tener para un rato!…”.

Todos consintieron, más allá de la sospecha que los invadía de que nadie tuviera un mango.

Pero no hizo falta constatarla... No habían alcanzado a hacer el pedido cuando sonó el celular de Liberatti…

Continuará…

5 comentarios:

Cecy dijo...

Todavía tengo que esperar massss.

jajaja

Besotes.

Sandra Figueroa dijo...

ah, hmm, seran dos. Mejor espero porque ya estoy preparando una cancion de cuna para el peruano chikito, jejeje. Besos, cuidate.

©Claudia Isabel dijo...

Increible! pero tengo un mal presentimiento...

Luis dijo...

Yo creo que el peruano va a ser un buen papá. No sé la razón por la que algunos seguidores de Demian dudan de su hombría. Vamos Peruano, dé el ejemplo!
Laura

Leandro DS dijo...

y faltan dos partes. temo que el final le vaya a doler