La reconciliación - Parte 2

Pasaron tres horas, y Encarnación ya había desayunado con Denisse y Delmar, sus hijos que ya habían partido hacia el colegio. Se encontraba en el hall central de la planta baja cuando escuchó a su marido bajar por las escaleras como una tromba. “Félix!!!!! El auto!!!!”, gritaba desaforado a su chofer.

- “Encarna, amor de mi vida, vuelo hoy mismo a Buenos Aires, necesito encontrar a Demian. Danilo me recoge en su avión privado y Duillo viaja directamente desde Denver a Argentina. La idea es reunirnos con mi hermano menor hoy mismo a lo sumo mañana.”

Encarnación no hizo mas que sonreír para su esposo no se intranquilizara. Bastante mal le había sonado eso de que “Danilo lo recogería” teniendo en cuenta las inclinaciones sexuales de su cuñado… Pero en fin, nada podía hacer.

- “Ve amado esposo" -dijo Encarnación con un acento de culebrón mexicano-. Era tarde. Dionisio ya estaba sobre el Jaguar XK-150 que había pertenecido a su padre, rumbo al aeropuerto de Tumbes donde –a pesar de que sonara mal- lo recogería su hermano Danilo.

Cuando el 737 de Ferrante Kramer Enterprises tocó tierra del Aeropuerto de Tumbes, el Jaguar ya se encontraba en las inmediaciones de la pista 3. Dionisio estaba ansioso y en cuanto la nave se detuvo, casi ni dio tiempo a que los auxiliares de abordo, colocaran la escalerilla. Mientras Dionisio subía, con la compuerta abierta, Danilo lo esperaba en la parte superior, para fundirse en un abrazo.

Mientras lo hacían, Félix, el chofer comentó entre dientes, “Estos hijos de puta…son todos re-parecidos. Todos iguales…” En efecto, el parecido entre todos los hermanos Ferrante Kramer, mas allá de los años que los separaban, era verdaderamente asombroso.

Las casi 4 horas y media que tardaron en volar los 3.143 Km. que separan Perú de Buenos Aires, fueron para Dionisio una descarga emocional. Danilo no hizo más que escucharlo.

Verdaderamente estaba sorprendido de ver tan exaltado a su hermano mayor. A Danilo un par de veces en el trayecto se le dio por preguntarle a Dionisio el motivo del odio que había tenido hacia Demian todo este tiempo y el porque de este cambio repentino. Le pareció que era escarbar más en la herida. Tal vez ahora no fuera necesario. Ya habría tiempo, una vez que todos estuvieran juntos de nuevo, para explorar este tema. Era un momento feliz. Hacía mucho que los Ferrante Kramer –más allá del éxito de sus negocios- no tenían un momento feliz para compartir en familia.

¿Por qué arruinarlo entonces con planteos psicológicos baratos?

Danilo dejo que Dionisio hablara de los planes del reencuentro. Estaba como un adolescente. De golpe, le pidió el teléfono satelital. Danilo extrañado se lo pasó.

- “Voy a hacer unos arreglos para la fiesta de bienvenida de Demian”, dijo superado. Danilo siguió sin entender…

- “Dani –dijo Dionisio usando un apodo de su infancia- “… Va a volver el hijo pródigo!!! Y hay que festejarlo!!!”, y sin mirarlo empezó a marcar. Danilo empezó a preocuparse. Dionisio estaba demasiado entusiasmado.

¿Y si algo no salía como el planeaba?

Continuará…

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