12 octubre, 2007

Sanguchito de ojete - Parte 2

- “Maestro, es su gran oportunidad de alcanzar la fama!... Su cuerpo sufrió tanto todos estos años que... Qué le puede hacer cortarse un par de fetas de su culo, y comérselas en vivo y en directo!”, bramó Liberatti, el ex presidente de la Fundación..

- “Para más información”, recalcó, “.... Mientras se las come, por ejemplo, podría adelantarle a las miles de personas que lo estarán mirando algo de su nuevo libro... No es que está escribiendo La Nueva Biblia Peruana o se trata de un cuento?”, agregó, entre decepcionado y escéptico...

- “Sí, Walter, estoy escribiéndola. Va en serio... Por caso, vos estás sentado sobre parte de ella”, farfulló Demian, señalando más de un metro de hojas A4, carta, legal, y también más de alguna servilleta y envoltorio de salame y mortadela donde la había escrito...

El estupor se apoderó del grupo, sin lugar a dudas era más de un metro de hojas escritas de ambos lados. No menos de 10.000 hojas o 20.000 páginas, según se las mire....

Más de uno, habrá pensado en ese momento histórico: “Y yo que nunca le aposté un mango al peruano... La puta madre!!... Hay que escribir 10.000 hojas!”... Y otros... “La puta madre!... Qué manera de decir pelotudeces este peruano!!”...

Pero lo válido era que allí estaban, por un lado, parte de La Nueva Biblia Peruana, un obra monumental a punto de ver la luz, y, por la otra, los mentores de la “oportunidad esperada” por el Peruano Dorado, los que le traían la forma de hacer realidad el sueño de “Ferrante Kramer, el más grande escritor latinoamericano de la era moderna”.

- “Dele, Demian, anímese Maestro!”, gritó Liberatti, “... Usted conoce a Maldonado, pero lo que no sabe de él es es que es productor de programas televisivos en canales de cable que se ven bastante... No es cierto Maldo?”, inquirió Walter a su referido.

- “Así, es”, asintió escuetamente Maldonado, “... Y puedo hacer por usted mucho más de lo que se imagina, si tan solo se desviste, y me permite filmarlo mientras de rebana los cantos y se los morfa en un sánguche”, agregó muy seguro de lo que decía...

Demian dudaba, pero el hecho de llevar a la pantalla chica su obra en ciernes, lo tentaba cada vez más..

- “Está bien”, exclamó el peruano, “... Pero ustedes cuatro váyanse, déjenme solo con Maldonado... Me da vergüenza desnudarme delante de tanta gente”, agregó fastidiado, pero dejando entrever una coquetería poco habitual en él...

Todos, guiados por Walter, desalojaron la habitación de inmediato. Liberatti incluso se encargó de sacar al viejo Don Horacio que se había escondido detrás del ropero para ver una vez más al peruano como Dios lo trajo al mundo...
Continuará....

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