03 septiembre, 2008

Casimiro Wajda, el polaco - Parte 1

No es novedad para nadie la particular habilidad desarrollada por Demian Ferrante Kramer para fracasar en cuanta empresa se ha propuesto en su vida. Todo lo que hizo o llevó su nombre, ha devenido siempre en tremendas calamidades.

Pero lo que pocos saben -o al menos hasta ahora no tenían debidamente en claro-, es que fue ese estigma -“su patética suerte”-, lo que determinó su prematura salida de Tumbes, cuando aún no había cumplido los 20 años.

Muchos, hasta hoy, habían especulado con que ello se había debido a una temprana ruptura familiar, la excesiva autoridad paterna, una pasión irrefrenable por adquirir rápida notoriedad como escritor en la meca literaria de los años ’50, los Estados Unidos, o una simple “cuestión de polleras”, esto último, resultado del confuso episodio vivido cuando lo hallaron inconsciente a la vera de una ruta cercana a Ica, calzando tacos altos y ropa femenina, en lo que se conoció como “El caso de la falda roja”.

Sin embargo, ninguna de tales hipótesis fueron la verdadera razón de su alejamiento de Tumbes. Por el contrario, Demian decidió partir porque llegó un tiempo -allá hacia fines de los años ’50- en que se había quedado solo, sin amigos.

Y sobraban los motivos para tan triste final...

Con Atilio Guzmán, un compinche de tiempo completo, supo andar en bicicleta hasta que éste fue atropellado por un camión que casi le corta las piernas... Algunos memoriosos tumbesinos aún recuerdan al Peruano Dorado, incitarlo a Atilio a andar sin manos y con los ojos cerrados...

Con Abel Terrada Gómez y Ernesto López Lafont, le sucedió algo parecido. En una fiesta de Halloween, ambos, disfrazados de Batman y el Avispón Verde a instancias de Demian, fueron baleados por el dueño de un restaurante cuando ingresaron al local al grito de “Dulce o truco”, e interpretar equivocadamente que se trataba de dos sicópatas armados dispuestos a todo. Demian se desvivió después intentando convencer que nada había tenido que ver, pero fue inútil... Su popularidad como rey del infortunio se había echado a andar.
La relación con Cándido Aguirre Sosa tampoco prosperó. Salieron juntos un día a nadar por el Río Pizarro, y solo Demian regresó... “De pronto, se hundió, y no lo vi más”, repetiría el peruano a sus amigos... Cada vez menos amigos....

Esas, y una docena más de anécdotas increíbles donde Ferrante era el denominador común de una catástrofe inexplicable, no hicieron otra cosa que colocarlo en el sitial de los solitarios, los desdeñados por la comunidad.

Ante ese panorama, y un hogar hostil con un hermano que lo destetaba (Dionisio), se internó en lo profundo de la selva donde intentó una última jugada: entablar amistad con los animales. Pero todos sabemos lo sucedido con Rogelio, el gorila, Trompita, el elefante, Sonrisita, la hiena y Traka Traka, el puma... Mejor no hablar!.

Sencillamente, no había razones para quedarse, estaba más que claro.

- “Me voy”, se dijo para sí un día... Casualmente, el mismo en que le presentaron a un nuevo compañerito en la escuela.

Era Casimiro Wajda. Le decían el polaquito. Y nada hacía pensar en aquel momento que protagonizaría un rol destacado en el futuro del Peruano Dorado....

Continuará....

8 comentarios:

Unknown dijo...

que chifle!!! por dios!!
sigan asi!

salutes desde SCI-TERROR
H

Sandra Figueroa dijo...

Hola, ya me imagine la escena de la bicicleta, que risueño a de haber estado el Peruano Dorado ese dia que le enseñaba a andar sin manos y ojos cerrados. Besos, cuidate.

Cecy dijo...

me encanto el caso de la falda roja, jaja

besos chicos

Leandro DS dijo...

Que duro comienzo de nuestro heroe.
Ahora, me parece que la gran frase "mientras el cuerpo aguante" no sería de Sandrini, sospecho un incursión del Peruano en todo eso.
Un Abrazo Amigos!!!!

Unknown dijo...

gracias por pasar! si las vi esas 2 son memorables mas adelante armare algun informe
segui con este delirio hjejejeje
salutes desde SCI-TERROR
H

Unknown dijo...

¡No me digas que el Peruano conoció al Polaco Goyeneche!
No me pierdo lo que sigue...
abrazos!!!
REL

El Peruano Dorado dijo...

Roberto, no te quiero adelantar nada. Conocés el verdadero apellido de Goyeneche?...

Patricio

manu dijo...

jajajaja! esta genial, lo de ir a la selva es muy gracioso "sonrisita"!...eso me tentó. ahora sigo leyendo la segunda parte.