14 marzo, 2010

Allende la cordillera... La reconquista - Parte 2/4

- “Pará, pará, Artemio!”, bramó Dobetti, “... Qué querés hacer?... Mirá que yo no quiero terminar como mi hermano Elvio!... Yo a Demian lo quiero, y lo voy a defender donde me encuentre... Pero dar la vida?... No te parece mucho?”.

Ferreyra le clavó los ojos al gordo. La imagen de Elvio Dobetti, fundador de la entidad, se le vino a la cabeza... “Elvio era medio raro, pero tenía unos huevos!”, pensó, y se le largó con todo a Sandro...

- “No hay lugar para mariconadas!, sentenció, y dejó de mirarlo.... “Si no estás dispuesto a participar de una gesta heroica reivindicatoria de la honra del Gran Ferrante Kramer, allá está la puerta, te podés ir... Pero antes, haceme un favor, renunciá a la Fundación...”, dijo con tono severo...

Rizzi, Aguirre Caspa, Penetieso, a los que se habían agregado Vergatiesa (primo de Penetieso), Libarola, Madia y Losasso, se quedaron mudos. Jamás alguien se había dirigido a un socio con tanta autoridad como Artemio a Sandro. Sin duda, se pergeñaba un nuevo “líder” en la Fundación. Un referente al cual seguir en tiempos difíciles como los que todos sabían que se avecinaban.

Señales de asentimiento, y enérgicos “Así se habla!", como el de Madia, hicieron de aquel momento algo mágico como pocas veces se había vivido en la Fundación...

- “Disculpame, Artemio”, se le escuchó decir a Dobetti.... “Me dejé llevar por un impulso cobarde!”.... “Si se trata de enfrentar al enemigo por la causa del Peruano, contá...”, dijo, “... Cuenten conmigo”, ratificó pluralizando, siguiendo con la mirada a cada uno de los presentes.

- “Grande, Sandro!”... “Vamos, macho, carajo!”... Las alusiones eran señales claras de confraternidad para quien -todos sabían-, vivía perseguido por el fantasma de la homosexualidad de su fallecido hermano Elvio....

- “Gracias, por comprenderme”, devolvió el viejo Dobetti, al tiempo que le encajaba un afectuoso beso en la mejilla a Ferreyra, muy cercano a la comisura de sus labios.

Artemio lo sacó de lado rápidamente, al grito de... “Bueno, bueno, a trabajar!”... “Basta de sentimentalismos. Estamos todos más unidos que nunca!... No es así, Sandro?”...
- “Sí, Artemio....”, exclamó, “... Ah, muchachos.... Les dije alguna vez que los quiero mucho?”, agregó, entre lágrimas...

Todos se miraron entre sí. El fantasma de Elvio parecía visitarlo muy a menudo....
Continuará....

2 comentarios:

Luis dijo...

Se viene con todo!!. Publiquen más seguido, por favor. Laura

©Claudia Isabel dijo...

jajaja
parece que si...ese beso tan cerca de la boca, mmm