Como la mayoría de las cosas en la vida suceden sin explicaciones lógicas, podrán ustedes imaginarse cuánto mas ilógicas han sido las cosas que ocurrieron en la vida del Titán de Perú. Por alguna de esos caprichos del destino, Demian entabló en ese tiempo en Mendoza, una relación con este hombre mayor americano que lo hizo –tal vez por primera vez- sentarse en la mesa de los grandes.
El hecho es que Ernest, al parecer, era un hombre adinerado. Ensimismado por la dialéctica de Demian, comenzó a tomar sus consejos con respecto al negocio del vino, como sacrosantos. Ferrante, que a gatas podía diferenciar una uva de una pera William, hablaba e instruía a los empleados que había contratado el americano como un verdadero sommelier.
Mientras tanto, se hospedaba en uno de los hoteles más importantes de la provincia de Mendoza, y se despachaba con los más deliciosos manjares gastronómicos, mientras se pasaba gran parte del día, enfundado en una bata de toalla blanca.
La cosa es que vaya a saber cómo, la construcción del viñedo avanzaba. Demian hizo que Ernest comprara setenta y seis hectáreas de tierra en la localidad de Familién al norte del parque nacional Tupungato. Y ahí, vemos una muestra del total desconocimiento de Demian sobre el tema. La elección de los campos no tuvo ningún motivo racional o de negocios. La localidad "Familién" que en idioma de los indios Huarpes (antiguos habitantes de esa zona cordillerana) significa: "Donde nunca pega el sol" fue seleccionada por Demian arbitrariamente entre veinticinco alternativas distintas, únicamente porque las primeras sílabas del nombre le recordaban a su adorada mascota.
El hecho es que Ernest, al parecer, era un hombre adinerado. Ensimismado por la dialéctica de Demian, comenzó a tomar sus consejos con respecto al negocio del vino, como sacrosantos. Ferrante, que a gatas podía diferenciar una uva de una pera William, hablaba e instruía a los empleados que había contratado el americano como un verdadero sommelier.
Mientras tanto, se hospedaba en uno de los hoteles más importantes de la provincia de Mendoza, y se despachaba con los más deliciosos manjares gastronómicos, mientras se pasaba gran parte del día, enfundado en una bata de toalla blanca.
La cosa es que vaya a saber cómo, la construcción del viñedo avanzaba. Demian hizo que Ernest comprara setenta y seis hectáreas de tierra en la localidad de Familién al norte del parque nacional Tupungato. Y ahí, vemos una muestra del total desconocimiento de Demian sobre el tema. La elección de los campos no tuvo ningún motivo racional o de negocios. La localidad "Familién" que en idioma de los indios Huarpes (antiguos habitantes de esa zona cordillerana) significa: "Donde nunca pega el sol" fue seleccionada por Demian arbitrariamente entre veinticinco alternativas distintas, únicamente porque las primeras sílabas del nombre le recordaban a su adorada mascota.
Si bien disponía de una cuantiosa fortuna familiar en los Estados Unidos, Ernest estableció vínculos económicos para fondear su proyecto con financieras y bancos nacionales, teniendo en cuenta que, de esa forma, y debido a la endeble situación económica local, le era mas barato endeudarse en pesos y disponer de dólares en el exterior para cancelar sus deudas, que traer el dinero de Estados Unidos y pagar los impuestos correspondientes.
La cosa es que cinco bancos financiaron el proyecto y la cooperativa vitivinícola de Mendoza aportó la mano de obra para la primera cosecha que se llevó a cabo en mayo de ese año.
Demian seguía como alienando en su suite del hotel, en bata de toalla atendiendo a todos (incluso a su mecenas) solo un rato por día para darle instrucciones. Mientras tanto, explicaba, se encontraba dando los toques finales a su libro "La vid es vida" algo que difícilmente podamos certificar mas allá del afecto y la admiración que profesamos por él, porque nadie alcanzó a ver jamás un solo manuscrito de esa obra.
La cosa es que cinco bancos financiaron el proyecto y la cooperativa vitivinícola de Mendoza aportó la mano de obra para la primera cosecha que se llevó a cabo en mayo de ese año.
Demian seguía como alienando en su suite del hotel, en bata de toalla atendiendo a todos (incluso a su mecenas) solo un rato por día para darle instrucciones. Mientras tanto, explicaba, se encontraba dando los toques finales a su libro "La vid es vida" algo que difícilmente podamos certificar mas allá del afecto y la admiración que profesamos por él, porque nadie alcanzó a ver jamás un solo manuscrito de esa obra.
Mientras Ernest seguía pagando y pagando y pagando costos extremadamente caros por este emprendimiento faraónico que se limitaba puntillosamente a seguir las instrucciones de Demian: abono natural para las vides, un complejo sistema de riego importado de malasia para maximizar la producción, toneles de madera de roble con recubrimiento de aluminio y hasta camisas de lino y panameño para los recolectores (una imagen que dicen algunos, le recordaba a los trabajadores de su Tumbes natal, aunque algunos malintencionados indican que lo hacía para poder espiar periódicamente, los pectorales de los trabajadores mientras desarrollaban la cosecha).
Varios emisarios de la familia de Ernest, de apellido Gallo, viajaron a Mendoza para intentar convencerlo de abandonar el proyecto. El nivel de gastos había llegado a tal punto, que empezaba a ser un punto rojo en el balance de las empresas familiares.
Continuará…
6 comentarios:
noooo, no tiene paz!
Ay ay, parece que los emisarios van a descubrir a Demian. Pero igual seguro él se las va a arreglar para salir de ésta.
Y bueno, con lo de la tierra a la que no le da el sol, puede suceder un milagro.
Esperemos que los emisarios no descubran a Demian, y si lo hacen, esperemos que también pueda salir de esa.
Buen finde.
Saludotes y abrazotes
Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur
Uy, creo que Demian se las debe arreglar para ver cómo le va a hacer para que las uvas crezcan bien en una tierra de sombras, y si pone reflectores alrededor de esa tierra? Uy, seguro le saldrá más caro, pero valdrá la pena para que haya luz en esa tierra.
Bueno, ya leeré la tercera parte porque yo también estoy seguro de que saldrá avante. Buen finde.
Saludos y abrazos
Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav
Arthur y Gusthav:
Qué ganas de que triunfe Demian que tienen Arthur y Gusthav!!... Da gusto ver que hay gente esperanzada en el peruano. Eso habla de que no todo está perdido, siquiera para Demian.
Claudia:
Quizás más terrenal que Arthur y Gusthav, arremete directamente con un "No tiene paz!", en clara alusión a lo que imagina, se viene. Pero, Claudia... ¿Qué pasaría si este final de los viñedos fuera el primer claro éxito de Demian?... ¿Dejarías de creer el él como el perdedor que es?.. ¿Puede un pequeño éxito disminuir el mérito de una currícula impecable de fracasos como la que el peruano ostenta?
El final... Este fin de semana!!!
Patricio/ AlexB
Pues miren:
Si las cosas le van bien, contratare a Demian se asesor personal.
Si van mal, lo negare tres veces....
un beso niños
No sé si es porque soy de poca fe pero tampoco veo luz en los proyectos del peruano...además hay antecedentes historia para respaldar esta inevitable reticencia...
Ahora me saltaré hasta la parte final...
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