13 abril, 2008

Los viñedos Ferrante Kramer - Última Parte

- "A tus hermanos no les importás, Ernesto…", le decía Demian en tono profético. "Solo quieren colgarse de tus tetas", -frase que acuñaría Moria Casan años después, para referirse a sus maridos vividores-. "Sólo quieren vivir de tu éxito y tu esfuerzo. No les des bola, te lo digo por experiencia."

La triste experiencia de Demian en el tema de los episodios traumáticos familiares, inversamente proporcional a su conocimiento del negocio del vino, empezaba a empujar al negocio de Ernest Gallo, al borde del abismo.

Pasó la recolección y la cosecha. El procesamiento y la guarda.
5600 botellas de vino Sirah se encontraban en bodega a la espera del tiempo necesario para ver la luz. Ernest, había dilapidado parte de su fortuna personal en este proyecto, pero confiaba ciegamente que en este paraje perdido del sur del mundo; había encontrado el negocio que lo haría verdaderamente rico y reconocido. Había descubierto definitivamente, gracias a Demian (aunque a un costo muy alto), que lo suyo era la pasión por los vinos.
En agradecimiento a la ayuda del peruano, y como para recompensar todo el conocimiento brindado por Demian (mas allá de que durante casi dos años lo banco como a un maharajá), Ernest decidió que la marca del primer vino de su bodega en Mendoza llevaría el nombre del Peruano Dorado.

Lamentablemente Demian no pudo ver concretado esto ultimo porque misteriosamente desapareció del hotel en el que se hospedaba, el día anterior en el que Ernest Gallo planeaba dar una monumental conferencia de prensa presentando el vino “Demian by Gallo”, la joya de su costosísimo proyecto, cabecera de playa de los negocios en la región.

- “Mr. Gallo” -le dijo esa mañana el conserje del hotel-, “El peruano se ha ido”.

- “Bueno…” -lo disculpó Ernest-, “… Tal vez debido a su bajo perfil, no quiso opacar el lanzamiento, recuerda que él es un hombre de letras muy importante en esta región, y su presencia podría haber desviado la atención de la prensa”. El conserje lo miró extrañado: evidentemente al Sr. Ernest Gallo, la emoción del lanzamiento lo hacía desvariar.

La presentación fue un éxito de concurrencia. Más de un centenar de representantes de prensa del sector estuvieron presentes en el lanzamiento del primer vino de Gallo.

Lamentablemente, la calidad del vino presentado distó considerablemente de lo que estaba previsto: Cuando los catadores lo probaron se produjo un rechazo generalizado. Un vino ácido, amargo y claroscuro, con poco cuerpo que provoco intoxicación masiva en más de la mitad de los presentes.

Entre los gastos de costoso proyecto, la imposibilidad de vender una sola de las botellas producidas y las demandas que tuvo que enfrentar por daños y perjuicios de los damnificados, Ernest quedó en la ruina.

Dicen los que saben que un viernes de agosto, entre gallos y medianoches, se fue de Mendoza en una combi Volkswagen, casi con lo puesto. Estas voces afirman también que más allá del fracaso de este emprendimiento, en Mendoza, Gallo no le guardó a Demian ningún rencor. Es más, se dice que abrigó bajo siete llaves algunas enseñanzas que le habría dado el peruano, y partió hacia su patria con un solo objetivo: triunfar en el negocio al cual lo habría introducido el peruano.

Al juzgar por lo informado en la Web de la empresa familiar (E&J Gallo, en alusión clara a Ernest & Julio Gallo), parecería haberlo logrado. (http://www.gallo.com/)

Ernest Gallo murió a los 97 años el pasado mes de febrero, encontrándose sus restos enterrados en una campiña alejada en un pequeño cementerio al oeste de California. De acuerdo a lo informado por los cuidadores del predio, en el último mes, en más de una oportunidad, un hombre corpulento, con barba candado y anteojos de sol, se acercó a la tumba del viejo Ernest, dejando en muestra de respeto, afecto o reconocimiento, un pequeño ramo de jazmines.
Fin

10 comentarios:

Luis dijo...

Un final de fracaso como solamente Demian saber prodigarnos!!!... Pobre tipo!, pudiendo haber logrado la gloria y estar tomando malbec del mejor, hoy es un borrachín perdido del que más de uno abusa cuando se encuentra inconsciente. Pobre peruano, todo le sale mal, y todo le entra tan fácil. Sigan así,los quiero!

Laura

Arthur dijo...

Ay ay, pues sí que fue un fracaso total, bueno, ya qué se le iba a hacer.

Bueno, esperemos que Demian ya no vaya a meter la pata otra vez.

Entonces la única forma de sobrevivir era huyendo, y que suerte tiene de que Ernest no le guardara ningún rencor.

Entonces no salió avante, ó sí?

Saludotes y abrazotes

Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur

Gusthav dijo...

Uy, parece que ahora sí le pifió todo el vino, entonces no tuvo suerte, ya qué le iba a hacer.

Lo bueno es que Ernest no le guardó ningún rencor, pero entonces hubo fracaso, bueno, ahora ya sé porque acá siempre se habla de fracasos, oh-oh!

Pero el posible consuelo de Demian es que los que leemos sus historias nos la pasamos bárbaro.

Asíque puede que su vida sea un fracaso, pero no es así, mirá que escribiendo triunfa en grande, y mirá que ya tiene mucho público que viene y lee y la pasamos bomba.

Asíque no es un fracaso total, es... tipo que nada más en los negocios, porque en la escritura es muy bueno.

Saludos y abrazos

Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav

El Peruano Dorado dijo...

Gracias Laura, Arthur y Gusthav por el aguante, y esa garra que tienen por Demian. Ni nosotros, que nos pasamos buscando buenas historias e indagando en su interior (en elsentido figurado de la expresión), tenemos tanta fe como ustedes. Pero,bueno... Será como ustedes dicen: es un fracaso en los negocios, pero bueno para hacer reír. Nos alegramos. Un saludo de corazon!!

Patricio, AlexB, y el Peruano, que se nos puso a llorar de la emoción.

Elipse dijo...

No,no así no puedo!!!Me llama la atención y se lo digo con sinceridad como puedo extenderse en sus historias sin perder la concordancia, aparte del humor claro está, me gustaría pasar más seguido, pero...vió cómo es esto el tiempo no abunda!Un abrazo!

Anónimo dijo...

No creo que no le haya guardado rencor en ningún momento.

Primero imagino a un Ernest incrédulo, aislado de todos en la bodega con botellas de "El peruano", alcoholizado esperanzado en el regreso de "el Atila de Tumbes".

Luego iracundo, incendiando la bodega, lanzando maldiciones al cielo, reprochándo el haberse dejado "colgar de las tetas".

Después negociando con familiares, consigo mismo, prostituyéndose por las calles.

Eventualmente hundido en una profunda depresión, arrastrándose, gritando, sin ánimo, abúlico.

Hasta que finalmente se resignó y acepto su situación, busco algo útil de la experiencia con Demián, y fue entonces cuando se propuso lograr éxito en un nuevo proyecto en el mismo campo viñero.

Como siempre, aunque sea con algo de retraso siento una fuerza que me trae a leer los fracasos, fiascos y engaños del Peruano.

Saludos.

Alex B. dijo...

epa...Karen! en tres lineas, pintaste una historia tipica del peruano dorado! estas para colaborar en los contenidos cuando quieras.

Gracias por acompañarnos

Alex B
Peruano Dorado´s Co-Maker

Alimontero dijo...

Hola amigo, necesitaba leer algo como esto para pasar toda la tensión que he tenido últimamente!!
Te juro que te admiro...las historias son de locos, a él nomas le pasan estas historias...y te felicito por la creatividad y dosis de humor que nos hace visitarte..
Un beso trasandino,
Ali

©Claudia Isabel dijo...

Chicos otro fracaso y ya van mil, pero el peruano jamás se dará por vencido. Estoy segura que este no
será su último fracaso...muchos otros vendrán y él los recibirá de pie o agachado, o en cuatro patas, pero que lo recibe, lo recibe!
Besitos

Leandro DS dijo...

Que grande el Demian. Le enseñó algo más que a hacer mal el vino.