24 abril, 2008

El primogénito - Parte 2

Demian hablaba solo ante Don Horacio, moviendo las manos y respondiéndose a sí mismo las preguntas incoherentes que se hacía... “No van a ver un mango!”... “Si ahora aparece este pibe, que no sé ni cómo se llama, diciendo que es mi hijo para sacarme lo que tengo... MINGA!!... que le voy a largar algo!”.... “No sabe con quién se metió este oportunista cazafortunas!”... “Mirá vos, aparecerse así, después de más de 20 años y...”

- “Pará, pará, delirante!”, le gritó Don Horacio... “No te das cuenta que estás diciendo una boludez tras otra?”... “Quién te va a poder sacar algo a vos, que ni deudas tenés... Son un caso único, Ferrante... NO EXISTIS!!... NO EXISTÍS para el comercio, no existís para la ley, no existís para tus seguidores... No existís ni para la literatura!", se despachó sobre el final...

Demian le clavó los ojos al viejo... Lo de “...Ni para la literatura”, había colmado el vaso. Podía tragarse todo: trolo, sucio, come travesaños, bipolar, imbécil, mentecato, pasivo, blando de mierda.... Pero, “no servir como escritor”, era demasiado.

Don Horacio se dio cuenta al toque que había metido la pata. Pero lo peor era la cara con que Demian lo miraba... Parecía un asesino, y sintió miedo. Un miedo que se convirtió en terror cuando vio a Demian tomar el cuchillo que estaba sobre la mesa. El viejo sentía que lo peor estaba por venir...

El Peruano Dorado se puso de pie, cuchillo en mano. Miró la hoja relucir, levantó la vista hacia Don Horacio, y sucedió lo que tenía que suceder... Se despachó con “¿Hay salamín en la heladera, Don Horacio?... Creo que la emoción me abrió el apetito”, sentenció...

Don Horacio se dio cuenta que solo la muerte haría justicia con ese flagelo que tenía delante...

Continuará...

7 comentarios:

Arthur dijo...

Buenas mis Peruanos Patricio y Alex, pues de haber estado en el ugar de Demian después de que don Horacio le dijo que ni para la literatura servía, seguro conmigo ya hubiera ardido troya.

Cómo que no existe para la literatura? si escribe re bien por acá. Y sí existe, por lo menos para Gusthav y para mí, y varios otros seguidores que vienen y dejan comments.

Asíque, cómo puede no existir?

Saludotes y abrazotes

Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur

Gusthav dijo...

Buenassss Peruanos amigos nuestros, de Arthur y míos.

Yo también digo que mal que don Horacio haya dicho que no existe el peruano en la literatura. Simplemente eso es falso.

Pero lo que más me dió risa fue lo del cuchillo, como sintió don Horacio que se lo iba a llevar la que lo trajo, y de repente: Hay salamín en la heladera? CUAC!!!

Jejejeje, eso estuvo bueno.

Saludos y abrazos

Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav

Luis dijo...

Este peruano me desconcierta cada vez más!... Pensé que había desarrollado instintos asesnos, pero no eran sus instintos,sino sus intestinos. What a salamin!!

Laura

Anónimo dijo...

si digo que no sirve para la literatura, es que no sirve. es un pelandrún. Y a ustedes arthur y gusthav, si tanto lo bancan a Demian, ¿porque no se acercan por la pension y se ponen al dia con los dos años de la mensualidad?.

en cualquier momento, le tiro todo a la calle.

Saludos


H.R. Scannaquieppo
Pension Horacio
Villa Martelli

©Claudia Isabel dijo...

jajaja, ahora aparecen personajes secundarios que interactúan...mejor no opino, jajaja

Alimontero dijo...

JAJAJAJAJA... No lo puedo creer!! que buen comienzo este mi lunes... Uds dos me van a matar con estas historias... y mira que tengo tanto aun por vivir mis amigos!!
El ingenio está a flor de piel, y el factor sorpresa me fascina...como la incorporación del comentario de Don Horacio...
esto ya está tomando otro color...
por lo tanto no me perderé de nada...
Oye, el apetito no le falla a Demián, ni siquiera por la preocupaciòn de su "incierta" paternidad... es muy barza!;-)

Patricio &AlexB los felicito y los beso a ambos!!
un abracito invernal desde mi Chile hoy lluvioso!!


Ali

Anónimo dijo...

Como todas las del Atila tumbesino, esta promete...pero que sensible el peruano, si ni siquiera se le reconoce la Biblia Peruana...