Se dirigió a la habitación en la que paraban Manguera (se decía que lo habían apodado así por su padre bombero), el turco Sinfín (porque cuando empezaba no acababa nunca), Puño Bravo (se comentaba que hacía cosas imposibles con una de sus manos), y el gigante Medio Metro, apodo que Demian nunca terminó de entender en semejante mastodonte.
Ya en la habitación, Demian se sintió perdido. No sabía qué hacer, por dónde empezar a buscar. Sentía que le faltaba el “coaching” de Amanda. Comenzó a hurgar por todos lados, especialmente en la cómoda, en la mesita de luz, en el placard, en el baño y en todo tipo de cajas y recipientes...
Ya en la habitación, Demian se sintió perdido. No sabía qué hacer, por dónde empezar a buscar. Sentía que le faltaba el “coaching” de Amanda. Comenzó a hurgar por todos lados, especialmente en la cómoda, en la mesita de luz, en el placard, en el baño y en todo tipo de cajas y recipientes...
- “Dónde estará lo que me sacaron, dónde?”, pensaba Demian, en tanto calladamente continuaba su búsqueda. Pero nada, la primer parte del plan estaba fracasando.
- “No hay rastro por ninguna parte”, murmuró… Fue entonces cuando el peruano se decidió por pasar a la segunda fase, y comenzó a “arreglar las sábanas, acomodar las almohadas y a cubrir con una colcha las camas de sus amigos”.
De súbito, los 4 irrumpieron en la habitación. Casi sin luz en su interior, y con Demian de espaldas, siquiera le dieron tiempo de emitir un sonido, y menos aún de defenderse.
Ferozmente, apretaron su rostro sobre una de las almohadas -se la hicieron morder-, hasta que finalmente se desmayó por la falta de aire.
Lo que sigue, es mejor omitirlo. Los cuatro estaban muy “emparafinados”… Pero esta vez no habían bebido ni una gota de alcohol.
A la mañana siguiente, Amanda retiró a Demian de la 3ra. Comisaría de Santiago. Había sido salvajemente ultrajado. Su cuerpo mostraba un tinte brilloso, semejante al del betún.
Como pudo, y a pesar de faltarle alguno que otro diente y de sangrarle profusamente el paladar y las encías, el peruano le contó animadamente a su amiga lo sucedido:
- “… No encontré mis pelos, Amanda, seguramente se los tomaron como me dijiste!... Qué asco!”…. “Pero estoy feliz Amanda porque pude con la parte 2 del plan!. Les hice la cama, Amanda!... Las hice todas, las 4, me vengué!”, exclamaba en un grito ahogado... Se había tragado otro diente.
Amanda no comprendía a qué se refería Demian. Pero a poco de escucharlo, comprendió que había cometido un grave error, nuevamente Demian lo había confundido todo por tomar al pie de la letra lo que le había dicho. Había sido peor el remedio que la enfermedad…
Pensó en abandonarlo a su suerte en aquel momento, pero… Había algo en Demian -no sabía bien qué era- que le indicaba que debía protegerlo. ¿Piedad?... ¿Lástima?... No, era algo diferente.
Así que decidió llevarlo a su departamento…
Después de hablar unos minutos en el living, Demian se quedó dormido sobre el sofá. Estaba destruido. Amanda le dio un beso en la frente y lo llevó como pudo hasta su cama. Lo miró dulcemente, con ternura… Y sintió que quería acariciarlo, besarlo. ¿Pero, qué le estaba pasando?...
Fue en ese instante que cayó en la cuenta: “Es amor, no tengo dudas”, reflexionó.
Pensó en despertarlo y decírselo. Pero ... ¿Era el momento apropiado?... ¿Después de lo sucedido con esa patota de salvajes degenerados?
- “No, mejor mañana... Llovido sobre mojado no es bueno...”, terminó por convencerse.
Además, ya se le notaba un poco la barba y no le gustaba que Demian la viera así...
FIN
3 comentarios:
La verdad, si tenemos que competir con trabas como el de la foto, estamos perdidas!!
Los quiero. Laura
jajajajajaj ay Dios mío Patricio!...estoy de acuerdo con Laura...con esa "minita" ninguna posibilidad!!
sois una amor!!
Ali
AQUI ESTOY AMIGOS. Mas alla de que una gran cantidad de personas dudaron acerca de mi integridad y pusieron en boca de patricio una amplia cantidad de impropedios contra mi persona quiero que sepan que estoy de pie, junto a la pc aunque mis manos no puedan plasmar el sinfin de historias que se encuentran en mi cabeza
Aclaro antes de que patricio continue con su via crucis, que el sin fin tiene que ver a que actualmetne nos encontramos con mas de 75 historias inconclusas por mi en algun momento iniciadas
Paciencia. Reapeto y salud para todos
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