En el lapso de tiempo en el que se llevaron a cabo los entrenamientos, obtuve cierto prestigio en la planta. Las chicas de la recepción me miraban y sonreían y los bravucones ya no hacían chanzas con mi nombre. Tengo que reconocer que me sentí reconfortado.
La semana previa al inicio del torneo ínter empresarial paulista, me dedique únicamente a reforzar la moral de mis jugadores. Les di varios consejos respecto a la vida en el campo de juego, el trabajo en equipo, en fin, el fútbol nos unía pero había algo por encima de todo. Y quería que ellos lo tuvieran presente.
Una soleada mañana de sábado, tuvimos el primer partido. Frente a uno de los equipos de Hering. El “H4” la fábrica de remeras era tan grande que había podido armar 6 equipos.
Ibis, estrenaba camiseta. Negra. Para que si se embarraban por el esfuerzo, no se notara. No hizo falta embarrarla. El césped estaba perfecto. No hizo falta no solo embarrarla sino transpirarla, lavarla o plancharla. El cuarto equipo Hering nos pasó literalmente por arriba. Perdimos 16 a 0. Mi equipo parecía no tenia reacción. Esto lo confirme cuando Morantes Mascarenhas, joven del área de contaduría que hacia las veces de delantero me preguntó a los gritos: “Demian…¿para que lado pateo?”
Lo demás…fue la debacle. El campeonato tuvo 32 fechas. Perdimos todos los partidos. Nos convirtieron 263 goles y nosotros no pudimos marcar ninguno. Tuvimos 102 expulsados y en las ultimas fechas, nuestros seguidores no nos acompañaron. El último partido, contra el equipo de la empresa láctea Parmalat fue bochornoso: 25-0. Faltando 20 minutos, pusieron a jugar a un hombre en silla de ruedas al arco, me pareció una provocación. Hice parar el partido y retire el equipo de la cancha. Lo que siguió fue una batahola entre los asistentes, cuerpos técnicos, policía y directores de las empresas. La gresca termino con 350 personas detenidas entre los cuales estaba casi todo mi equipo.
Al día siguiente, cuando me reintegre a mi puesto de trabajo, pensando en los aspectos a mejorar para la próxima temporada, encontré a una hermosa joven en mi lugar. Me acerqué y con mi mejor voz de galán le dije: "Hola…soy Demian, este es mi puesto de trabajo." .. "Era tu puesto de trabajo”, me dijo con dulzura, y me entregó la carta del area de personal por el cual me estaban despidiendo.
Es venganza pensé… "Alguno querrá hacerse cargo de la dirección del equipo!!!!. ". Poco pude hacer. Tome mis cosas y me marché. Mientras tanto, casi todos los operarios me espetaban bromas de mal gusto y escupitajos sobre mi ropa.
La historia que escribió Demian, amigos, me pareció estremecedora. Para corroborar los datos que contenía la historia busqué en Internet y con asombro ensordecedor pude ver que el club existe, y que a lo largo de su historia la llama del fuego sagrado del Peruano Dorado y sus enseñanzas se mantuvo vigente.
Desde esa tarde de noviembre, el Ibis ha recibido 3.550 goles y solo ha anotado 62 veces, un promedio malísimo. En este equipo, que no es capaz de marcar un gol por año, lo peor no es ser su hincha sino su arquero.
La mitología sobre este club brasileño que no 'joga bonito' es alucinante. Los seguidores, 'freaks' que celebran los goles en contra, pues eso agiganta su fama de perdedores, saltaron de alegría por la terrible temporada de 1980: perdieron todos sus partidos. La diferencia entre el Ibis y los rivales alcanzaba marcadores tenísticos: 15-0, 30-0, 40-0.
En 70 años de vida solo sabe jugar en la Segunda División de su estado porque la Primera es privilegio de los ganadores. Los resultados mandan en el futbol: en el 2001, su entonces presidente Pinheiro Caldas exigió ser considerado por el libro de los records Guinness como el peor club de la historia. Y esta vez ganó.
En Internet circula una oferta atractiva: si quieres ser parte de la historia, sea dueño del Ibis por apenas un dólar. En los tiempos en que ser competitivo es una obligación, el Ibis Sport Club es un romántico espacio para los perdedores. Perdedores con talento y visión empresarial, claro: el actual presidente, Ozir Ramos Junior, ofrece los servicios del cuadro rojinegro como 'sparring' para levantar la moral. Juega en mi contra y sabrás lo que es ganar, parece ser el eslogan.
Y sino, véanlo ustedes con sus propios ojos:
http://www.ibissportclub.com/
http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/adrenalina/tiempofuera/ibis_sport_club:_el_peor_equipo_del_mundo/210394
Fin
3 comentarios:
La historia del fútbol está plagada de fracasos bochornosos porque siempre la escriben los "resultadistas". Además hay equipos de reenombre, como Boca Jr, que tienen arqueros sin brazos, popularmente llamados "Clementes" en alusión al personaje del comic de Caloi.
En realidad Demián no fracasó, en el fútbol da lo mismo perder 1 a 0 que 40 a 0, los dos resultados valen 3 puntos...para los ganadores, claro. Lo importsnte es competir (la verdad no se me ocurre qué otra cosa puedo argumentar para explicar este desastre deportivo, aunque creo que se trata de una maniobra para desalentar a T&C Sports que quería implementar un premio por gol de diferencia...el Ibis los destruyó más que don Grondona)
Abrazo de gol y hasta la victoria siempre!
REL
No tengo mucho para comentar amigos, como dije, no me gusta el futbol, pero al leerles, me sorprendieron con esa foto, si es en verdad el Peruano Adorado, pues que bien luce Demian..........................., saludos y besos a todos. :O)
jajaj, increible!
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