La paternidad de Ferrante Kramer - Parte 4/6

Aguirre Caspa, Liberatti, Lisotte, Dobetti, Farreyra y Vergatiesa estuvieron más de 2 horas conversando con Demian. Primero fue el peruano quien se puso sentimental y les habló de su “chica”, como él la llamó en más de cien oportunidades en la que la mencionó con ojos de “enamorado” -a decir por Sandro Dobetti-; luego, las preguntas y respuestas se sucedieron como en un torneo de ping pong… Sin descanso, sin tregua…

No obstante haberse dicho mucho, existían dudas. Fue Uriel Lisotte quien arremetió con una pregunta en la que se vieron reflejados todos…

- “Y dígame, Maestro… Podemos conocerla?”

- “Ariel…” -comenzó la frase el Peruano, equivocándose de nombre como era su costumbre-, “… No veo la hora de que la conozcan, pero ella me pidió hacerlo después de que nazca el bebé”, concluyó entre sollozos. La emoción de ser padre por vez primera lo hacía flaquear cada vez que se ponía hablar del tema…

Pero, prosiguió…

- “El parto es el sábado, a las 23,30 hs, en Cramer, qué casualidad, no?... Igual que mi apellido, pero con C… Sí, Cramer 3987, piso 8, departamento F… Quiero que estén allí, yo los voy a llamar por celular”, dijo, mostrando uno de los viejos ladrillos que se usaban a comienzos de los ’90… “Ahora tengo celular, estoy a tono con la época!”, agregó canchereando…

- “Pero necesito un favor más…”, añadió, “… Preciso 3.000 pesos para pagar la intervención, no creo que sea mucho para la Fundación, con todas las rifas, kermeses y actividades sociales que han hecho usando mi nombre, no?...Además,.es la primera vez que les pido dinero, no me pueden fallar!”, casi rogó al grupo.

Nadie atinó a decir palabra. Todos los presentes sabían que en la Fundación no había un peso, pero Liberatti se adelantó con una respuesta que desconcertó…

- “Ningún problema, Maestro…. El sábado por la mañana le llevamos el dinero”...

Ante el estupor de todos, y despidiéndose de Walter con una sonrisa que revelaba agradecimiento, Demian se retiró de la Fundación…

- “Tres lucas??... De dónde vamos a sacar esa guita, Walter?, se despachó Vergatiesa… “Y el parto en Cramer al 4000, casi a medianoche, un sábado y en un depto!!… No les parece raro?”.

- “Sí, che, Verga tiene razón… No les suena medio extraño este asunto?”, repitió Dobetti como un mono…

- “Estee… Bueno, ustedes saben que Demian no es un tipo normal, que digamos”, insinuó Liberatti… “.. Pero, si él nos pidió este favor hay que hacérselo. Las 3 lucas las sacaremos de algún lado; venderemos ese viejo ropero, esa biblioteca, la mesa ovalada, y los cuadros del salón de reuniones que me dijo el reducidor de la esquina que tienen algo de valor; también por los viejos trofeos, que son de bronce, nos pueden dar unos buenos pesos!!”

Walter los arengó tan convencido de lo que decía, que un velado manto de optimismo se apoderó del grupo...

- “Bueno”, dijo, “ … Manos a la obra!... O alguien va ir para atrás en este momento?, sentenció.

Sin quererlo, la frase “ir para atrás” pronunciada por Liberatti actuó como un disparador. Todos la asociaron a una misma imagen: Demian Ferrante Kramer. Sin dudarlo, pusieron manos a la obra. Nadie quería terminar como él...

Continuará…

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