15 marzo, 2009

El arriero - Última Parte

La recuperación del equino fue llamativamente rápida. De pronto, comenzó a zapatear, saltar y relinchar como loco. La razón: aquel polvo blanco... Mientras más lo olía, más parecía enfurecerse. Como si le hirviera la sangre...

¿Podía producir la sal semejante efecto?... ¿De dónde había sacado la fortuna Don Eusebio?.... ¿Era verdad que estaba viejo para seguir con las entregas, que venía destruido de cada viaje?... ¿O en realidad no quería exponerse más, y había encontrado al idiota perfecto para continuar con la tarea: Demian?...

Estaba todo más que claro….”El negocio del viejo Espósito no era la venta de sal...”

Pero la cosa no terminaría allí. De pronto, el animal se acercó al Peruano Dorado. Demian, casi inconsciente, apenas alcanzó a divisar esa enorme sombra que se abalanzaba sobre él… Tenía la vista borrosa, turbada, mas pudo ver que se trataba del equino al que hasta hacía momentos había castigado despiadadamente….

Con un último aliento, alcanzó a decirle: “¿Me ayudas?.... ¿Me ayudás, burrito?....

El animal lo miró con desdén, como si desconfiara del Titán peruano. Aún conservaba en su rostro la expresión de dolor por los azotes recibidos durante la alocada cabalgata; parecía resentido y había algo en su mirada rayano con lo diabólico…

Sin embargo, de pronto pareció reaccionar positivamente al pedido de socorro de Ferrante…

- “Uhh!... Gracias, burrito… Eso, eso, dame la patita, dame la patita!”, sollozó Demian, tan emocionado como dolorido, y se prendió de esa extremidad que casi no alcanzaba a ver, con todas sus fuerzas.

Probó incorporarse varias veces, pero fue inútil…

Tiraba y tiraba del miembro ofrecido por el equino cual soga.... Pero así como parecía que iba a poder incorporarse, así se caía. El pelaje del animal estaba sudado, grasoso, y su mano no podía asirse firmemente.

Finalmente, sus fuerzas flaquearon y soltó al animal.

Fue en ese instante en que se vio rendido, cuando sintió que “algo”, que no alcanzó a comprender en ese momento qué era, lo enganchaba y lo alzaba por debajo.
Estaba como en el aire, suspendido… “Parece una pala” -pensó-, pero no especuló más…. De pronto sintió una fuerte punción en el coxis que recorrió velozmente su columna vertebral, y se desvaneció.

Como a las horas, Espósito vio a lo lejos que su burro regresaba a casa. Al galope... Casi desenfrenado. Tenía los ojos inyectados en sangre. Y no venía solo.

Debajo del pecho del animal había algo “enganchado” que no alcanzaba a divisar, aunque si a imaginar. Ya le había sucedido con otros que supieron trabajar para él y quisieron traicionarlo...

Más de cerca, confirmó que eso que se balanceaba por debajo del vientre del cuadrúpedo era el Peruano Dorado. Venía sin chiripá, pálido de semblante, y parecía estar sufriendo un dolor inconmensurable. Por un momento deseó que fuera el arnés que se le había dado vuelta. Pero pronto ratificó su presunción inicial… Demian le había fallado.

El peruano siquiera podía hablar. Estaba morado, e intentaba sin éxito desprenderse del animal que relinchaba alocadamente y no quería soltarlo... Al ver la escena, Don Eusebio no pudo más y se echó a reír como un loco:

- “¿Así que me quisiste cagar, peruanito?… ¿Te quisiste llevar la merca?”, le susurró al oído....

A pesar de todo, Don Eusebio mostró piedad… Después de un rato de verlo sufrir encajado como estaba, ayudó a Ferrante a liberarse de esos 60 centímetros de carne que lo tenían acorralado. Algo parecido a lo ocurrido poco tiempo atrás, cuando lo rescatara en el desierto, aunque de aquello Demian no registrara recuerdo alguno.

Cuentan que a partir de ese día, Ferrante Kramer abandonó la ACCION DURA - “Ya tuve bastante en la Salina de Caucharí”, solía decir, y comenzó a escribir los primeros párrafos de su Biblia Peruana.
FIN

12 comentarios:

Isabel Estercita Lew dijo...

Jaja, está genial el final, pobre Demian, tan inocente, lo hicieron de otario con la merca.
Espero más relatos chicos, ya se convirtieron en mi lectura dominical.
Bestes

Luis dijo...

Imresionante!. El dolor del elemento burresco ingresando a la altura del coxis y siguiendo hacia arriba hasta casi los omóplatos,me estremeció... Una cabalgata empernado de tal forma, habla de un ser superior, al que el dolor no le hace mella. Pobre burro!!

Laura

El Peruano Dorado dijo...

Sí, Estercita, "Lo hicieron de otario", pero también "Le hicieron el otario", fijate bien que es un final desgarrador!!. Un beso, gracias por tu sentido del humor, y esperamos seguir contándote entre nuestros seguidores.

Patricio

Anónimo dijo...

¿que pasa que no actualizan? estan bien? ya leí seis veces la ultima parte de "El Arriero"

Saludos

TC

El Peruano Dorado dijo...

Tony, qué te pasa?? Tomaste de la mala o se te voló la peluca?? Laúltima parte de Elarriero se subió recién ayer!!..Pará,que ya viene en estos días una historia de surf que te va a volver loco.Como para que te vayas de joda con tu amigo Roger Moore.

Patricio

Quién será este Tony Curtis??.. A la hija Jamie Lee le daría sin piedad!!!

lichazul dijo...

patricio y alexb

me he reído como loca
pobre héroe , tnedrá que pasar un buen tiempo sinpoderse sentar jajajaja

y el burro se cobró venganza con su media lanza jajajaja

muaksitos de sol

tiempo tendrá el pobrecito de demian en escribir su tan mentada biblia:)

gracias por estar cerquta:)

que tengan un excelente semana
ahhh credence es un grupo de culto sin duda, me trae recuerdos de mi niñez:)

ya ahora si
xaucito

©Claudia Isabel dijo...

jajaj
increible
De solo imaginar la escena, me duele el coxis :S
Excelente!!!

Anónimo dijo...

Inocente pensar que era sal. Me duele que maltraten los animales y por ello me incomoda las huellas dejadas por él en el burrito, pero mira que igual el dolor humano también impresiona.

Besitos!

El Peruano Dorado dijo...

Lully, como bien decís, creo que Demian se soprepasó con el burrito. Sus azotes injustificados, producto de una ambición poco frecuente en el peruano, dejaron huella en el animal.... Es cierto.
Pero, como en todo final feliz, el pobre burrito se tomó justa revancha de lo acontecido en su inocente cuerpito, y marcó fuertemente a Demian, y vaya huella que le dejó!!!
Un beso.

Patricio

El Peruano Dorado dijo...

Elisa, efectivamente, Demian tuvo problemas para sentarse por un tiempo. Un elemento cárnico como el que se hizo paso a través de la humanidad del peruano, no es cosa de todos los días, aún en casos probados -y varias veces-, como el de Demian.
Pero, reiteramos lo dicho arriba a Lully, que parece ser fue la única que captó el mensaje / objetivo de este post: "la protección de los animales".
Demian jugó con fuego... Lo hemos visto cruel en esta historia, despiadado. Y, lo peor, motivado por la ambición. Castigó a un pobre animalito, y no podíamos terminar el relato con un Ferrante triunfador, al lado del Che, o libertando Perú...
Por ello, su justo merecido tuvo merced de la daga justiciera lo atravesó!!

Un beso.

Patricio

El Peruano Dorado dijo...

Gracias, Caludia... Que te duela el coxis parece ser que no es casual. Recibimos muchos mails contándonos acerca de la sensación de una "punción" durante la lectura del relato.
Un beso.

Patricio

Luis dijo...

Qué linda historia! Desgarradora