Estaría a unos 200 metros, cuando comenzó a subir el tono de su voz... “Rogelio!!... Rogelioooo!!.... Roogeeeeliooo!!."
Del otro lado, no había respuestas. Su supuesto amigo de la infancia no respondía a sus llamados...
- “Qué locura, la mía!!”, volvió a repetirse en voz baja... “Pensar que podría ser Rogelio, qué va!”, exclamó a los cuatro vientos, sabiendo que estaba realmente solo aunque ese animal circunstancialmente compartiera aquel espacio con él.
Caminó unos metros más, y en la medida que se acercaba, la apariencia del primate no hacía otra cosa que acentuarle las dudas...
- “Pero, la pucha!... Parece Rogelio, es igual... Será que son muy parecidos entre ellos, y son mis ganas de reencontrarlo las que me hacen pensar así??... O no estoy equivocado, y Dios me reservó un lugar especial es esta vida??", se inquiría el peruano, en una nueva avanzada esperanzadora...
Y, nada estaba claro, a decir verdad... Todo estaba en los cálculos… ¿Era posible que el Creador le hubiera reservado un lugar especial al peruano, y por qué no también a ¿Rogelio??... Sería verdaderamente él?.
Volvió a gritarle, casi hasta quedar sin voz: “Rogelio, Rogelioooo, ROOOGEEELIOOO!!!!!", pero fue en vano.
- “Puta madre, carajo!!... Estoy aquí, en medio de la nada, me vine al pedo hasta Perú en busca de una quimera!!", murmuró entre lágrimas. Demian estaba destruido… La única esperanza de reencontrarse con su infancia, con los afectos que le negaran en su hogar natal, se había desvanecido.... Cayó al suelo, de rodillas, vencido...
Del otro lado, no había respuestas. Su supuesto amigo de la infancia no respondía a sus llamados...
- “Qué locura, la mía!!”, volvió a repetirse en voz baja... “Pensar que podría ser Rogelio, qué va!”, exclamó a los cuatro vientos, sabiendo que estaba realmente solo aunque ese animal circunstancialmente compartiera aquel espacio con él.
Caminó unos metros más, y en la medida que se acercaba, la apariencia del primate no hacía otra cosa que acentuarle las dudas...
- “Pero, la pucha!... Parece Rogelio, es igual... Será que son muy parecidos entre ellos, y son mis ganas de reencontrarlo las que me hacen pensar así??... O no estoy equivocado, y Dios me reservó un lugar especial es esta vida??", se inquiría el peruano, en una nueva avanzada esperanzadora...
Y, nada estaba claro, a decir verdad... Todo estaba en los cálculos… ¿Era posible que el Creador le hubiera reservado un lugar especial al peruano, y por qué no también a ¿Rogelio??... Sería verdaderamente él?.
Volvió a gritarle, casi hasta quedar sin voz: “Rogelio, Rogelioooo, ROOOGEEELIOOO!!!!!", pero fue en vano.
- “Puta madre, carajo!!... Estoy aquí, en medio de la nada, me vine al pedo hasta Perú en busca de una quimera!!", murmuró entre lágrimas. Demian estaba destruido… La única esperanza de reencontrarse con su infancia, con los afectos que le negaran en su hogar natal, se había desvanecido.... Cayó al suelo, de rodillas, vencido...
Demian siguió sollozando y emitiendo ese sonido agudo estremecedor, similar al grito inca conocido como "Awqutruy Inka”, durante una media hora, más o menos, hasta que de pronto cesó en su pesar.
Una inmensa sombra lo cubrió de pronto y sintió frío; imaginó que la noche se estaba cerniendo sobre él...
Fue cuando decidió ponerse de pie, y observar a “su amigo” por última vez. Pero al levantar la cabeza, vio todo negro.
- “Vaya que me atrapó la noche!”, exclamó, mientras enjugaba las lágrimas que le dificultaban la visión… Fue en ese instante que se percató de que aún era de día, y que tenía delante de sí una silueta de casi 3 metros, a la que creyó reconocer, aún a contraluz...
- “Rogelio, Rogelio!!... ¿¿Sos vos amigo??..."... Pero, que alegría me da verte de nuevo, querido compañero!... Y yo que pensé que el Señor no nos había reservado un lugar para nosotros en esta vida!... A ver, dejame que te vea mejor…”, dijo, y lo tomó de la mano para girarlo hacia la luz…
No se supo más de Demian ni de su supuesto amigo, sino hasta la mañana siguiente.
Un baqueano salteño (1) encontró a Ferrante desnudo, cerca del río La Quiaca, camino a Villazón, Bolivia.
Subido a su mula, llevó al peruano hasta el puesto sanitario más cercano. Sobre la puerta de entrada del humilde nosocomio, una fotocopia a modo de cartel, advertía acerca del peligro de un animal suelto... “El Circo de los Hermanos Dellorto informa a la población que uno de sus simios escapó de su jaula... Se llama Taladro. Se recomienda extremo cuidado al enfrentarlo, parece manso pero su ferocidad y fuerza son indescriptibles”..
Fue cuando decidió ponerse de pie, y observar a “su amigo” por última vez. Pero al levantar la cabeza, vio todo negro.
- “Vaya que me atrapó la noche!”, exclamó, mientras enjugaba las lágrimas que le dificultaban la visión… Fue en ese instante que se percató de que aún era de día, y que tenía delante de sí una silueta de casi 3 metros, a la que creyó reconocer, aún a contraluz...
- “Rogelio, Rogelio!!... ¿¿Sos vos amigo??..."... Pero, que alegría me da verte de nuevo, querido compañero!... Y yo que pensé que el Señor no nos había reservado un lugar para nosotros en esta vida!... A ver, dejame que te vea mejor…”, dijo, y lo tomó de la mano para girarlo hacia la luz…
No se supo más de Demian ni de su supuesto amigo, sino hasta la mañana siguiente.
Un baqueano salteño (1) encontró a Ferrante desnudo, cerca del río La Quiaca, camino a Villazón, Bolivia.
Subido a su mula, llevó al peruano hasta el puesto sanitario más cercano. Sobre la puerta de entrada del humilde nosocomio, una fotocopia a modo de cartel, advertía acerca del peligro de un animal suelto... “El Circo de los Hermanos Dellorto informa a la población que uno de sus simios escapó de su jaula... Se llama Taladro. Se recomienda extremo cuidado al enfrentarlo, parece manso pero su ferocidad y fuerza son indescriptibles”..
Y quién mejor que Demian, postrado en esa cama, con fracturas múltiples expuestas, y desgarros musculares incontables, para corroborarlo...
No obstante, si lo queremos ver positivamente, aunque a medias, las plegarias del peruano fueron escuchadas: “Dios le reservó a Taladro un lugar para el encuentro con Demian aquella tarde”.
El parte médico no dejaba dudas respecto del lugar de aquel encuentro....
(1). A los pocos días de dejar a Ferrante en el Puesto Sanitario, el baqueano salteño, Ernesto Selátraga fue detenido acusado de violación, por una persona de unos 74 años de edad y barba candado que quiso mantener el anonimato.
FIN